Dentro de lo rígido que parece el género de las distopías, podemos encontrar cierta variedad: por tiempo, espacio y temas; algunas nos quedan lejanas y otras son terriblemente cercanas. No es lo mismo leer sobre un hipotético futuro en el que la Tierra ya no es como la conocemos que descubrir una distopía dentro de un mundo que podría ser el nuestro, un mundo en el que nos reflejamos, que vemos perfectamente verídico y cuyos personajes nos resultan familiares.

Portada de La cirujana manca.
Este último es el caso de La cirujana manca, de Nuria Muro. Para tratar el tema de la ética, la presión social y mediática, ha creado una distopía cercana, tan cercana que a veces puedes llegar a olvidar que es ciencia ficción.
En una España no muy lejana en el futuro, se ha acordado por mayoría política (y con complacencia social) que a todo aquel condenado por corrupción se le ampute su mano hábil. Parece que es una medida que ha hecho descender los índices de corrupción y el éxito de la medida ha llegado a tal punto que cuestionar si es ética se castiga con una fortísima reprobación social.
Marina es cirujana, pero pasa poco por quirófano. Su especialidad es la regeneración de los huesos y lleva años dirigiendo un proyecto de investigación con el que pretende descubrir cómo hacer crecer extremidades inexistentes. Sus pacientes han nacido con malformaciones o han sufrido accidentes que les han amputado, y de momento parece que va teniendo éxito a pesar de los problemas económicos que sufre su departamento.
En una gala para recaudar fondos para el hospital que le da trabajo, un periodista lanza una pregunta malintencionada: “¿Qué le parecen las condenas a los culpables de delitos de corrupción?”. Y Marina, inocente, responde: “Yo estudié Medicina para recomponer a las personas, no para descomponerlas”. El periodista saca la respuesta de contexto y, entonces, el país se echa encima de Marina.
En el centro de esta novela tenemos la lucha de Marina por volver a ser anónima de nuevo, la lucha de poder seguir adelante con su proyecto y su trabajo; y cómo la presión de la prensa vuelca su vida. De cómo el movimiento que va en contra de las amputaciones cobra fuerza mientras ella intenta, con todas sus fuerzas, desmarcarse de él. De cómo sus esfuerzos para ser perdonada por sus palabras le llevan a traicionar su ética profesional y personal.
Pero Marina no tiene la única trama del libro. En la sinopsis se avisa de que es un thriller distópico, y creo que esa parte la aporta el marido de Marina. ¿A qué se dedica Roberto exactamente? ¿Por qué pasa tanto tiempo con el director del hospital? Su marido aparece en los primeros capítulos como un personaje secundario, un personaje necesario para darle contexto a su mujer, pero pronto veremos que tiene mucha más relevancia de la que parece al principio.
La confluencia de estas y otras tramas nos da una novela equilibrada, nada estática ni pesada. Vamos saltando de personaje en personaje, entre tramas, mentiras y persecuciones, entre sospechas y medias verdades. En sus casi 300 páginas no hay momentos aburridos o monótonos. Tenemos un gran plantel de personajes, suficientes e inconfundibles, que nos irán guiando entre la parte más thriller de la novela. Primero, nos deja las pistas suficientes para entender que vamos a encontrar mucho más que una cirujana sin fondos para continuar su proyecto; luego, nos ayuda a deshacer la red de mentiras y sospechas que empezamos a intuir en los primeros capítulos.
La ciencia ficción tiene en esta novela menos peso que el thriller, pero no deja de ser una distopía. Una distopía tremendamente próxima en la que podemos reconocer las reacciones de los habituales de los bares, de la prensa que atosiga a quien considera un sujeto de interés… y de la condena social a quien se atreve a salirse de la norma y destacar. Es tan cercana y tan verídica que a veces me preguntaba por qué estaba leyendo la novela si a mí los géneros realistas no me acaban de gustar, así de implantado tenemos el problema de la corrupción y tan plausibles veo las reacciones y las tramas de los personajes.
Nuria Muro ha autopublicado esta novela, a la que no hace sombra ninguna que haya pasado por todas las manos de una editorial. No he tenido que perdonar errores de novata ni he echado de menos la mano de un corrector. Mis felicidades y recomendaciones para su obra.

Pues parece bastante interesante y después de tanta distopía similar hasta original. No había escuchado nada ni de la novela ni de la autora, pero me apunto ambas. ¡Un saludo!
Me gustaMe gusta
Si te apetece una distopía diferente a las que están saliendo en novedades o hemos visto en los últimos años, desde luego, te recomendaría esta novela. Y si quieres colarle ciencia ficción a un lector de realismo también 😛
¡Gracias por el comentario!
Me gustaLe gusta a 1 persona