Diario de a bordo: fin del primer año naviero

Durante agosto, La Nave Invisible echará el ancla, apagará los motores y le dará a su tripulación un merecido descanso para que podamos volver en septiembre con energías renovadas. Resumiendo: que nos tomamos unas pequeñas vacaciones. Y eso significa que hoy toca cerrar nuestro primer año de vida y hacer balance.

¡Un año ya! Parece mentira. A veces da la impresión de que empezamos nuestra travesía ayer y, al mismo tiempo, es como si llevásemos en alta mar toda la vida. Zarpamos con las manos vacías, sin tener muy claro qué nos depararía esta aventura, y aquí estamos ahora, con más de 3.600 seguidores en Twitter, más de 700 en Facebook y una comunidad lectora maravillosa que nos ayuda y nos anima cada día. ¡Incluso hemos recibido una nominación a los Premios Ignotus, noticia que aún nos tiene en shock! Es más de lo que esperábamos.

Nada de todo esto habría sido posible sin vuestro apoyo, grumetes que nos leéis al otro lado de la pantalla. Así que GRACIAS, con mayúsculas y en negrita. Gracias a todas las personas que se han subido a La Nave a lo largo de este año, contribuyendo a la web con su trabajo: Khardan Wiggin, Omaira Galeano, Raquel Cuétara, Dryadeh, Bea García, Elías Combarro, Carbaes, Alendi, Laura Guerrero, Malvael y Andrea Poulain. Gracias a toda la gente que nos hizo llegar sus propuestas, incluso las que al final no pudieron salir adelante. Y un millón de gracias también a toda esa gente que colabora de forma «invisible», compartiendo, comentando, actuando como altavoces de nuestro proyecto. La responsabilidad de luchar por la visibilización no puede (ni debe) caer solo sobre los hombros de un grupo reducido de personas; es algo que nos concierne a todos, algo sobre lo que todo el mundo debería ir concienciándose poco a poco. Y todo el mundo tiene el poder de echar una mano. Nuestra labor es más llevadera sabiendo que contamos con vuestro respaldo.

Gracias también a las auténticas protagonistas de este sitio: las escritoras. Gracias por escribir, por estar ahí contra viento y marea, por vuestro esfuerzo y vuestros desvelos. Gracias por no rendiros y por ser la inspiración que necesitan las que vendrán detrás. Gracias especialmente a todas las que confiasteis en La Nave para que os diéramos voz: Claudia G. Rivas, Gemma Herrero Virto, Laura López Alfranca, Raquel Guillén, Carmen Romero, Diana Dev, Ana Peris, Alicia Sánchez Martínez, Regina Salcedo, Nuria Muro, Verónica Cervilla, Tania Huelga Bardo, Emma Sagen, Aroa Ramos y Mayte Navales (toma ya, para que digan que somos pocas). Gracias a Triskel y a Diana P. Morales, a Literanda y a Nieves Moires, a Kelonia y Mariela González, a El Libro Feroz y Ángeles Mora, a Fata Libelli, a toda la plantilla de NEUH, a Café con Leche, Huso Editorial, Nevsky, Nova, Palabrero Press, La Biblioteca de Carfax y 2709 books. No siempre llegamos a todo; algunas de vuestras obras las tenemos aún en el tintero, de otras no pudimos hacernos cargo, pero de todas estamos muy orgullosas y sabéis que podéis contar con nuestro apoyo incondicional para promocionaros y daros a conocer.

Del mismo modo, mil gracias a las autoras y profesionales del mundo editorial que nos han dedicado su tiempo para ir engrosando nuestra sección de entrevistas: Sofía Rhei, Raquel Mayorga, Fata Libelli, Lisa Tuttle, Carbaes, Pilar Ramírez Tello, Claire North, Begoña Pérez y Susana Vallejo. En cuanto a acontecimientos más recientes, gracias a Elia Barceló, Gabriella Campbell y Lisa Tuttle por el maravilloso rato que compartieron con nuestra delegación en el Festival Celsius 232, y a Rhianna Pratchett por hacernos un hueco en su agenda para una charla rápida (así como a la propia organización del Celsius por hacerlo posible). En serio, habéis sido geniales. Poder hablar con vosotras y conoceros un poco mejor fue un auténtico placer.

¡Ah, y gracias a Cristina Jurado! No solo por publicar con nosotras el prólogo de Diez variaciones sobre el amor, de Teresa P. Mira, sino también por hacernos esta fantástica entrevista para SuperSonic. Ha habido más gente que se ha interesado por nuestro trabajo y tampoco podemos dejar de agradecérselo: a Lee Runas por la exclusiva sobre Kameron Hurley, a Editorial Cerbero por compartir con nosotras la portada de Diez variaciones sobre el amor, a Aitziber Conesa por invitarnos al Hangouts Visibilizando autoras de su canal Danza de letras, a las maravillosas chicas del Pugcast de TodasGamers por acogernos para hablar de guionistas femeninas de videojuegos, a Ediciones Babylon por citar nuestra reseña en la faja de Por siempre jamás, a la organización del Premio Ripley por ofrecernos ser jurado, y a Canino Magazine, Monolitos en Júpiter y todos los que han mostrado interés en entrevistarnos o nos han ofrecido participar en proyectos y eventos.

Es un poco abrumador echar la vista atrás ahora y ver cuantísima gente nos ha acompañado durante estos meses, la verdad. Esperamos haber estado a la altura y seguir estándolo en el futuro.

Por último, pero no por ello menos importante, quiero dar las gracias a mis propias compañeras de tripulación. Nuestros artículos, reseñas y entrevistas siempre van firmados, así que es probable que, si nos seguís con asiduidad, ya sepáis más o menos a qué nos dedicamos cada una. Quienes hayáis coincidido en Avilés con nuestras chicas, habréis podido ver en directo la tremenda labor que han realizado Laura Huelin, Laura S. Maquilón, Enerio Dima y Rocío Vega. Pero en La Nave hay también muchísimo trabajo invisible que no recibe reconocimiento de cara al público. Empezando por nuestra base de datos, que cuenta ya con casi ochenta autoras en la web (y otros tantos cientos que están aún sin publicar), de la que se encargan principalmente Laura S. Maquilón, Claudia Fontana y Raquel Laforet; ni os imagináis el enorme trabajo que hay detrás de esto, rastreando no solo las obras de las autoras, sino a veces hasta su propia existencia. O el equipo de edición, con Nerea Luray a la cabeza, Raquel Laforet, Claudia Fontana y Enerio Dima, que se ocupan de publicar todo el contenido que Nerea, Víctor de Amo y una servidora corregimos. O nuestras community managers, la capitana Anna Roldós, Laura S. Maquilón, Nerea Luray y Laura Morán… junto con quien haga falta en el momento que sea. Todas somos bastante todoterreno, como podéis comprobar. Pero estas labores son las que mantienen la maquinaria de La Nave en marcha en el día a día. Incluso las compañeras que ya no están con nosotras pusieron su importante granito de arena para que todo esto fuese posible (un abrazo desde aquí). Trabajáis como jabatas, chicas. Ha sido un honor navegar a vuestro lado durante este año.

Y es que también ha sido un año muy largo. Han pasado muchas cosas, no siempre agradables, y hemos tenido que hacer frente a varias marejadas. Hemos atravesado problemas y vivido momentos duros, porque este trabajo no es fácil ni nuestra labor es un camino de rosas. Decidimos poner en marcha La Nave con poco más que nuestra fuerza de voluntad y nuestras buenas intenciones, pero conforme nos adentrábamos en alta mar nos íbamos dando cuenta del estado real de la situación y veíamos cosas que ojalá no hubiésemos visto nunca. Es lo que tiene asomarse al pozo de la desigualdad, en cualquier caso: la frustración y la pena pueden llegar a ser descorazonadoras. A veces no sabes qué más hacer. A veces tienes ganas de tirar la toalla porque sientes que esto es un callejón sin salida.

Pero resistimos, y eso es en gran parte gracias a que el equipo que compone este proyecto es un puñado de gente maravillosa, valiente y muy, muy fuerte. El esfuerzo también nos ha reportado grandes alegrías y cada vez más esperanza. Incluso si a nivel individual flaqueamos, juntas aguantamos lo que sea necesario. Y espero (esperamos) haber sido eso también para vosotras, escritoras de lo fantástico que bregáis cada día por haceros un hueco en este océano literario: vuestra red de seguridad. Porque no estáis solas, aunque el panorama se ponga muy turbio. Si no hay salida en este callejón, abriremos una. Para eso vinimos aquí, para eso trabajamos y para eso seguiremos batallando durante nuestro próximo «año lectivo». Por vosotras.

Ahora, ¡a descansar! Toca avituallarse y reponer fuerzas para la próxima travesía. Disfrutad mucho del verano, escribid, leed. ¿No sabéis qué leer? ¡Pues visitad nuestra base de datos o echadle un vistazo a nuestras reseñas! Recordad también que tenemos una sección de artículos de lo más interesante. Si os ha picado el gusanillo de las colaboraciones y en estas fechas tenéis tiempo para poderos dedicar a ello, ¡no dejéis de hacernos llegar vuestras propuestas! Y no desesperéis, que estaremos de vuelta en septiembre, con más obras, más autoras y quizá alguna que otra sorpresilla. ¿Qué traerá La Nave en sus bodegas para entonces? Bueno, bueno… eso ya lo veremos.

¡Rompan filas, grumetes! ¡Y gracias por todo una vez más!

Pilar Caballero
Pilar Caballero (Reseñas/Corrección): Dikana en el ciberverso. Humanista, escritora y multitasking editorial, fan del storytelling en cualquiera de sus formatos. Criada en el terror, formada en la fantasía y ahora enamorada de la ciencia ficción. Me dedico a reseñar todo lo que caiga en mis garras como si no existiera el mañana.

4 respuestas a «Diario de a bordo: fin del primer año naviero»

  1. Gracias a ustedes por todo, han sido una gran influencia en mis lecturas desde que les conocí, estoy contenta de conocer más autoras y explorar géneros nuevos, un abrazo y a descansar!!.

    Me gusta

    1. ¡Mil gracias por habernos acompañado desde el principio, leyendo y comentando! 😀 Nos alegramos un montón de haber influido positivamente en tus lecturas, eso hace que el trabajo merezca la pena ❤

      ¡Nos vemos de nuevo en septiembre! 😉

      Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.