Eduardo (Edward en el original) vive solo en un castillo a las afueras de una agradable urbanización. Es medio humano y medio chatarra, fruto de los experimentos de un inventor que nos recuerda a Victor Frankenstein y que murió antes de poder terminarlo. Eduardo parece humano, salvo que por manos tiene unas grandes tijeras.
Desde que murió su inventor, vive solo y aislado del resto del mundo. Hasta que un día, una vendedora puerta a puerta se presenta en su castillo. Él intenta esconderse, pero cuando ella le encuentra y ve su terrible deformidad, se compadece de él y le invita a irse a su casa.
Eduardo ha pasado su vida recluido. A pesar de ser medio humano, le cuesta hacer vida social y no sabe desenvolverse en sociedad. La película nos cuenta cómo intenta integrarse en la vida de la urbanización, con sus complejas reglas sociales. Eduardo es un ser que solo quiere complacer, pero no puede distinguir el bien del mal.

Caroline Thompson.
Si hay una película icónica de la década de los años 90, es Eduardo Manostijeras. Como con casi todas las películas de culto, en su estreno no tuvo mucho éxito y solo el tiempo y el boca a boca han conseguido otorgarle el reconocimiento que merece. El nombre de su director alcanzó relevancia gracias a ella, aunque Tim Burton ya había tenido varios éxitos en el pasado, para cuando Eduardo Manostijeras se estrenó. Sin embargo, el nombre de su guionista, quien creó a los personajes y escribió de hecho la historia, ha pasado desapercibido durante mucho tiempo.
De esta guionista también es el guion de Pesadilla antes de Navidad, quizás la obra más alabada y con más fama del mismo director (aunque en este caso concreto él no fue el director, sino el creador de la historia). La crítica y el público solamente se han fijado en el nombre de él, y la verdadera creadora de los personajes y la trama ha estado escondida a simple vista desde entonces.
Caroline Thompson nació en 1956 en Washington DC, Estados Unidos. Ella misma cuenta que cuando era pequeña no era lectora, hasta que su familia se mudó a un piso alquilado que tenía una gran estantería llena de la colección de clásicos de Penguin. Entró en contacto con los grandes escritores y escritoras, y estos la impulsaron a querer escribir. Publicó su primera novela, First Born (sin edición en español), cuando tenía veintiséis años. Le ofrecieron convertirla en una película y accedió. Pero el estudio no tenía mucho dinero para pagar por adelantado, así que ella aceptó entregar los derechos a cambio de que el guionista que iba a adaptar su libro le enseñase a escribir guiones de cine.
Un par de años después, su agente le estaba presentando a Tim Burton. «Estábamos en la misma agencia y ninguno de nuestros agentes sabía muy bien qué hacer con nosotros, si somos sinceros. Pensaron que nos llevaríamos bien, y así fue», dice ella en una entrevista.

Fotograma de Eduardo Manostijeras.
Así surgió su primer guion: Eduardo Manostijeras. Era una producción pequeña que le permitió tener el control total del proyecto de principio a fin de la película. Pero Thompson admite que no todos sus guiones fueron trabajos tan fáciles. Su siguiente trabajo, la adaptación de La familia Addams de 1991, estuvo marcada por sus entradas y salidas. Poco después volvió a colaborar con Tim Burton para participar en el guion de Pesadilla antes de Navidad. Malentendidos y “traiciones” dentro del equipo de trabajo de La novia cadáver hacen que aparezca oficialmente como guionista, aunque ella admita que no tiene nada que ver con esa película.
Y entonces empezó a torcerse su carrera. Hacer el guion de La ciudad de la oscuridad lo clasifica como un “dolor” y prácticamente se retiró del mundo cinematográfico. Desde 2008 solo había participado en un corto y ella misma se definía como retirada, pero está previsto que para finales de 2018 se estrene The women of Marwen (todavía no hay una traducción oficial), una película que mezcla fantasía y drama y cuya historia también es suya.
Su filmografía contiene algunas de las películas más relevantes o más recordadas de la década de los 90: Eduardo Manostijeras, Pesadilla antes de Navidad, La familia Addams, Belleza Negra (de la que además fue directora), El jardín secreto o La ciudad de la oscuridad, ya adentrados en los años 2000.

Morticia y Gomez en la adaptación de La familia Addams de 1991.
Sus guiones e historias son originales y únicos. Crea personajes muy diferentes entre sí y diferentes del resto de personajes que estamos acostumbrados a tratar. No son inverosímiles, podemos reconocer a personas reales tras ellos. Viven en mundos que podrían ser el nuestro; pero, como la fantasía en muchas de sus historias está en la propia esencia de los personajes, estos deforman sus espacios y los alejan de la realidad.
En varias entrevistas ha comentado que la historia de Eduardo Manostijeras partió de un dibujo de Tim Burton.
Tim tenía un dibujo de un chico que tenía tijeras por manos, que era una idea que se le ocurrió durante el instituto y con la que siempre había querido hacer algo. Al momento de contarme su idea, me emocioné mucho. Me fui a casa y escribí el guion en tres semanas. (…) Aparecemos por separado en los créditos. Dicen que la historia es de los dos, pero el guion es mío. El boceto era suyo, así que creí que lo correcto era que apareciese como creador de la historia. (…) El guion lo escribí yo entero.
Thompson asegura que el guion de Eduardo Manostijeras partió únicamente de ver ese boceto y de conocer el nombre del personaje. Ha charlado en varias ocasiones con diferentes medios sobre cómo creó los personajes y las historias, y asegura que se imaginó la historia nada más conocer al protagonista.
Dice que tenía mucha relación con su primer libro, First Born, que a pesar de entregar los derechos, nunca se convirtió en película. El espacio del libro y la película son casi el mismo: una urbanización aparentemente tranquila a las afueras de una gran ciudad, en la que la propia Thompson creció. Los personajes de la película mezclan personas conocidas por la guionista y los personajes ya creados para First Born.
Eduardo estaba basado en Tim (Burton). Es una especie de homenaje a Tim, pero casi todo su carácter estaba basado en mi perra. Tuve una preciosa mestiza de Border Collie cuando estaba en la universidad. Cuando tenía 18 años, me llevé a mi perra a la universidad y ella tenía mucha presencia y carácter. Juro que si tuviera laringe, hubiese hablado. (…) Fue mi primer proyecto, así que no sabía que los escritores no debemos hablar con los actores, así que le dije (a Depp) que Eduardo estaba basado en mi perra. (…) Si ves la película con eso en mente, puedes ver cómo se ha comportado como el perro más inteligente que hayas conocido en tu vida. Era adorable.
A la hora de escribir, Thompson se deja llevar por su instinto y por lo que le piden los personajes. Cada proyecto es único y se desarrolla de una misma manera, y ve inútil en la práctica la teoría de escritura de guiones. Cuenta que durante el desarrollo del primer borrador de La familia Addams, en colaboración con otro escritor, se quedaron atascados. Entonces, él le envió apuntes de una clase de estructura de guion. «No se puede aprender así», dice ella. Cree que aprender a desarrollar historias se hace viendo historias y creando historias, pero nadie puede guiar este proceso de aprendizaje. No se puede enseñar a tener la intuición para contar buenas historias.
Sin embargo, sí encuentra útiles los grupos de lectura e intercambio de guiones. Alguien tiene que dar su opinión de un guion terminado para determinar si se ha conseguido transmitir todo lo que quería y como lo quería.
Cuando toca trabajar con estudios de cine, Thompson dice que intenta crear un borrador rápidamente para poder presentar una idea general y saber si están de acuerdo con lo que quiere transmitir. Una vez de acuerdo con los aspectos generales del borrador, empieza a desarrollar la historia en serio. Siempre confía en su intuición y en su experiencia para llegar al estado final de cada guion.

Cartel del estreno de El jardín secreto.
Cuando se le pregunta sobre la originalidad de sus personajes e historias, ella la niega. Está convencida de estar escribiendo una y otra vez la misma historia. Hay varios puntos en común que tienen sus personajes y sus mundos: se plantea qué ocurre cuando el mundo no está hecho para sus protagonistas y todos esperan que encajen, cuando ellos, simple y llanamente, no pueden.
Quizás por eso ha escrito tantas historias sobre animales. Algunos de estos animales son metafóricos (incluso Eduardo Manostijeras), pero en muchas otras de sus historias los animales protagonistas son literales: en Belleza Negra el protagonista es un caballo; en Buddy, una pareja cría como sus hijos a unos cuantos animales; De vuelta a casa. Un viaje increíble es la historia de tres mascotas que huyen de California para reunirse con sus dueños en San Francisco. A su vez, también le gustan las historias sobre niños: El jardín secreto, La ciudad de la oscuridad e incluso La familia Addams tienen personajes infantiles muy relevantes.
El centro sobre el que giran sus historias es la intención de encajar en un lugar al que los personajes no pertenecen. Sin embargo, el tono de estas películas también es el mismo. Y es un tono muy amable, sin mucho dramatismo, sufrimiento o dolor para los personajes. Eduardo lo pasa mal cuando todo el vecindario se rebela contra él y lo destierran de nuevo a su castillo; los niños de La ciudad de la oscuridad sienten impotencia y rabia cuando quieren transmitirle a los adultos el peligro que corren y estos no prestan atención. Los Addams no encajan en la sociedad, pero son felices como familia. Pero el dolor de los personajes no va más allá. Thompson no es cruel en sus historias.
Al revés. Es amable con los espectadores que se sientan relacionados con los personajes: Thompson nos transmite que a veces es imposible encajar en el mundo en el que vivimos, pero que no pasa nada. Sobrevivimos, hacemos lo que podemos. No es perfecto, pero siempre podemos crear una realidad que sea perfecta para nosotros, como la mansión de los Addams o el castillo de Eduardo Manostijeras.
El mundo puede no ser para sus personajes, pero sus personajes tienen su lugar en su mundo.

Parte de la imagen del cartel promocial de Eduardo Manostijeras.
Caroline Thompson ha creado algunas de las historias que más han marcado a nuestra generación. Dos de ellas han ayudado a conformar la voz de un director muy reconocido. Ha sentado las bases para una nueva sensibilidad cinematográfica y las películas que se inspiran en el tono de sus guiones son reconocibles y señalables… Y, sin embargo, no ha tenido ningún reconocimiento. La fama y las alabanzas han ido a recaer en otros.
Es hora de que empecemos a admirar a Caroline Thompson por la original, talentosa y sensible escritora que es.

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¡Enhorabuena por esta entrada! Eduardo Manostijeras es una de mis películas favoritas y Pesadilla Antes de Navidad y La Familia Adams también me gustan un montón, sin embargo no conocía a esta señora ni su historia, y me parece injusto (aunque parte de la responsabilidad es del poco interés que he puesto yo) que todo el mundo sepa quien es Tim Burton y sin embargo esta genio no sea igual de reconocida. ¡Un saludo!
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Esta señora escribió muchas (y dirigió una) de mis películas favoritas de la infancia y no tenía idea. ¡Espero que le vaya bien en todos sus proyectos! Voy a esperar ansiosa su próximo trabajo.
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es muy buena pelicula
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