Laura Tárraga empezó su carrera literaria en 2016 autopublicando: su primera obra fue una bilogía, Infortunium, que tuvo tanto éxito que terminó reeditándola en un tomo único. En mayo de 2018 ha dado el salto a la publicación con editorial gracias a El imperio del sueño y la editorial Nocturna. Aprovechamos la presentación de esta novela entre las actividades de la LitCon enmarcada en la Feria del Libro de Madrid para charlar brevemente de sus obras:

Portada de El imperio del sueño (Nocturna, 2018).
Queríamos empezar por preguntarte cómo ha sido el salto de la autopublicación a la publicación con editorial.
El salto no ha sido tan grande como parece. En realidad, el mayor cambio es sentir que todo lo están haciendo por ti. A mí me gusta manejarlo y hacerlo todo a mi gusto y, de repente, llega una editorial y te dice cómo tienes que hacer las cosas. ¿Te gusta lo que proponen? Bien. ¿No te gusta? Se negocian los cambios… pero ellos siempre tienen la última decisión.
El cambio que más he notado es que toman decisiones por ti y toda la responsabilidad es tuya, como, por ejemplo, llevar la cuenta de las ventas. Cuando autopubliqué la primera edición de Infortunium salió con Círculo Rojo y yo tenía todos los libros: yo llevaba la cuenta de todos los libros que enviaba. Y ahora veo los libros por la calle y digo “he vendido uno aquí”. Me da un poco de inseguridad porque es estar un poco a ciegas, pero en realidad también es un descanso, porque te quitas una presión de encima muy fuerte, ya que si no, no estás pensando solo en escribir: también en la promoción, en que todo salga de tu bolsillo…
El cambio ha tenido sus cosas buenas y sus cosas menos buenas, pero me gustan los dos procesos y no descarto volver a autopublicar en un futuro.
¿Siempre tuviste claro que El imperio del sueño iba a salir con editorial o considerabas que si no salía así también lo autopublicarías?
Cuando acabé El imperio del sueño dije que solo saldría si era con editorial. Es una de esas novelas que tiene un mensaje que quiero que llegue a más gente y si lo muevo yo sola no va a hacerlo como si lo publica una editorial. Además, estaba todavía recuperándome de haber invertido tanto en Infortunium y no podía permitirme sacar otra autopublicación Y más si lo quiero hacer como a mí me gusta: una edición cuidada, con una portada bonita, con detallitos y otras cosas. Entonces me dije que si no salía con editorial, no salía.
Recalcas el mensaje de la novela. De todo el libro, lo que más me interesó fue la relación entre las dos chicas. Aunque a veces en la literatura juvenil hay un chico y una chica y se hacen amigos y se enamoran, es menos frecuente la amistad entre dos chicas. ¿Cómo crees que se representa la amistad entre mujeres en la literatura juvenil?
En el libro quería eso: quería que hubiera dos chicas, que se apoyaran y que fueran amigas y no enemigas como estamos acostumbrados a leer, que están enfrentadas siempre. Hubo momentos en los que tuve que morderme mucho la lengua, porque lo que quería en realidad era que se comieran la boca. Pero la historia era más de apoyarse y ser amigas, de demostrarle al mundo que no tenemos que estar enfrentadas unas con otras.
Influyó mucho que a la hora de construir los personajes no podía hacerlos tan diferentes como yo quería porque iban a chocar mucho en personalidad. Me gusta mucho cómo la relación se va consolidando conforme pasan los libros y la amistad se va haciendo más y más fuerte, aunque para mí están casadísimas.

La autora.
Yo soy médico y a me interesaba mucho lo del sueño REM y estas cosas. ¿Cómo lo incluiste en la novela? ¿Investigaste antes de desarrollarlo o después de hacerlo investigaste para que cuadrase todo?
Me gustan mucho los sueños y son una de mis marcas en los libros: siempre hay sueños, sean premonitorios o algo más. ¿Cómo no iba a escribir un libro sobre sueños? Y a partir de ahí empecé a documentarme para ver en qué fases sueñas, o cuáles son las que tú recuerdas… También tuve que documentarme para explicar de alguna manera cómo es que algunos siguen soñando y otros no. No sé si he dado una explicación verosímil, pero creo que me quedó bonito.
Es como la gente que evoluciona. ¿No dicen que vamos a perder los meñiques por no usarlos? A lo mejor también perdemos los sueños por no usarlos. Quién sabe. Tampoco era muy importante esa explicación, pero había que tenerla porque alguien siempre la va a pedir. Para mí era más importante el mensaje más social que quería transmitir.
No sé si nos quieres hablar un poco del mensaje…
… Es que es un poco spoiler. Te puedes imaginar un poco por dónde van los tiros teniendo en cuenta la dedicatoria y que doné el dinero a una asociación contra el maltrato de género. Pero hay otros temas que no se saben tanto.
El tema del maltrato de género sí que quería tocarlo. Además, quería hacerlo de una manera diferente a como normalmente lo vemos en la literatura, darle otro punto de vista, como que por ejemplo siempre se culpa a la víctima y no a la otra persona, aunque veas que es la otra persona la que hace daño. Quería hacer hincapié en que pensar que la víctima es la culpable está mal. Ahí está la evolución de uno de los personajes, que en un momento tiene una disputa de “no, lo estás haciendo mal, ¿de qué vas?”. Intenté hacerlo lo mejor que he podido.
Eso no lo sabía. ¿Donaste dinero a una asociación?
Sí, doné el anticipo que me dio la editorial a una asociación contra el maltrato de género de mi ciudad. Creí que era importante que no solo con el mensaje del libro pudiera ayudar de alguna manera, porque se dice que la literatura ayuda, sino también ayudar de manera física, de verdad, a alguien. Por si acaso el libro no era suficiente, que sirviese para algo. El dinero que gane con el libro, por lo menos que ayude a alguien de verdad.

La autora con parte de la tripulación en la LitCon.
A título personal, me llamó la atención la importancia que tiene la ropa de los personajes.
Soy muy visual y me gusta imaginar cómo visten. Por ejemplo, Xoana viste siempre de negro y lleva el gorro de su madre, que es lo único que le queda… y tiene gestos que también definen al personaje. Leiza puede vestir lo que quiere, puede ponerse lo que quiere y le da igual. Me lo imagino un poco como Jorge Javier Vázquez, ¿sabes? Y me parecía importante para la personalidad de Godó, que era muy extravagante, con mucha purpurina… y tenía que decir que tiene un sombrero de purpurina verde esmeralda… es necesario decirlo.
Me gusta describir la ropa, pero tampoco podía hacer mucha cosa. Laura Morán dice que sus personajes comen mucho, ¡mis personajes no comen nunca! Y si comen es un “y se fueron a comer” y ya está. En cambio Leiza bebe mucho té. No os voy a decir por qué, porque es spoiler.
¿Por qué recomendarías leer El imperio del sueño?
Yo lo recomendaría por lo que ya hablamos: chicas apoyándose en chicas y ayudándose entre ellas y no siendo rivales. También porque estoy muy orgullosa de cómo ha quedado el mundo de los sueños, con todo el tema de las cápsulas de los sueños; estoy muy contenta con la ciudad.
En sí, lo recomiendo por el conjunto del libro, junto a los mensajes que he intentado transmitir (que espero que estén bien transmitidos…). Básicamente eso: hay sororidad y compañerismo. Creo que esto es necesario en la literatura juvenil: no nos veamos como enemigas, sino como compañeras.
Queremos agradecer a Laura Tárraga que haya atendido y respondido a nuestras preguntas y compartido su experiencia. Esperamos que El imperio del sueño tenga mucho éxito, pero que tan solo sea uno de los primeros logros de una larguísima carrera.


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