Hace varios meses se anunciaba una nueva editorial enfocada en género fantástico en catalán. Como apuntaba Ricard Ruiz Garzón en la presentación del pasado veinte de junio en la Librería Gigamesh, Mai Més sigue la estela de la colección de ciencia ficción de Pagès Editors o la editorial Males Herbes, en un momento en que Raig Verd ha despuntado también por su edición de Els desposseïts, de Ursula K. Le Guin, y Qui tem la mort, de Nnedi Okorafor. La buena salud del género queda confirmada por la gran recepción que tuvo el estreno de Mai Més con dos grandes títulos bajo el brazo: la clásica saga de Xenogénesis, de Octavia Butler, y la recién premiada con un Locus El rastre del llamp, de Rebecca Roanhorse. Sobre ellos y la editorial hemos querido conversar con quienes han perpetrado este proyecto: Judit Terradellas y Sergio Pérez. ¡Gracias por vuestro tiempo!

Lámina de edición limitada de El rastre del llamp, por Marina Vidal
Habíais trabajado con anterioridad en la industria editorial. ¿Qué os llevó a montar un negocio independiente, centrado en literatura de género y en catalán?
Como parte del fandom queríamos dejar de refugiarnos en la literatura castellana o inglesa para leer los libros que nos gustan. Necesitábamos encontrar un espacio en nuestra propia lengua, el catalán. Como ya hacíamos libros en nuestro día a día, era muy fácil acabar especulando sobre la posibilidad de lanzar un sello editorial propio que recogiera esa inquietud y otros valores que nos parecían necesarios. Hoy mismo ya podéis encontrar nuestros dos primeros libros en las librerías de todo el territorio catalanoparlante (Valencià/Català).
La tradición del género en catalán es muy rica, ¿qué quiere aportar Mai Més a esta tradición?
En la literatura catalana hay grandísimos autores de género y también autores «generalistas» que se han acercado al fantástico con gloriosos resultados. Desde clásicos como Mercé Rodoreda, Pere Calders, Rosa fabregat o Manuel de Pedrolo, a autores actuales como Carme Torres, Albert Sánchez Piñol o Marc Pastor. Eso no quiere decir que la ciencia ficción, el terror y la fantasía reciban un buen trato. Muchos libros catalanes y extranjeros han tenido que despojarse de todo vestigio relacionado con el género para colocarse en las librerías y venderse. La prueba es que muchas tiendas catalanas esos títulos se encuentran en la sección general (La pell freda, El conte de la serventa, Cròniques marcianes…). El estante dedicado al fantástico no existe o es ridículo y está copado por publicaciones castellanas. Después hay un gran número de autores extranjeros inéditos en lengua catalana y donde más se agudiza es en los más actuales. Terry Pratchett es citado a menudo como un caso paradigmático, pero hay muchísimos más.
Desde Mai Més queremos reivindicarnos como editorial pura de género, sin subterfugios. Por ejemplo, no nos asusta y no nos dan vergüenza la etiqueta freak. Nuestra idea es visibilizar esa realidad literaria. Por suerte, no estamos solos, somos una pieza pequeña de todo un movimiento que está creciendo.
¿Por qué Mai Més? ¿De dónde surge el nombre?
Había un nombre que nos gustaba mucho pero que podía tener connotaciones malas. Después había un montón de gente que nos recomendaba encarecidamente no hacer libros. Así que rescatamos el never more de El cuervo de Poe y quedó algo así como «Nunca más libros». Con el tiempo perdió la coletilla libros y se quedó en el definitivo «Mai Més», que además recuerda al Nunca Mais y adquiere ese tono reivindicativo que creemos que se ajusta a nuestro catálogo.

Alba, de Octavia E. Butler. Traducción de Ernest Riera
¿Qué nos podéis contar de todo ese trabajo previo antes de que se publiquen vuestros primeros libros? ¿Cuál es la mayor dificultad que habéis encontrando para sacar la editorial y los libros adelante?
Para el trabajo previo hace falta mucha paciencia. Mai Més trabaja hasta ahora con autores internacionales. Somos muy pequeños y nuestro mercado es relativamente insignificante, así que no estamos en las prioridades de nadie. Pero la paciencia al final da sus frutos.
El principal obstáculo es económico y es algo que no debería extrañar a nadie. Compartimos ese dolor de cabeza con el común de los mortales. En el proceso de creación de un libro nosotras solo nos encargamos de una pequeña parte, después intervienen muchas personas y todos deben ser justamente remuneradas por su trabajo. Hemos invertido nuestros ahorros, hay que hacer los números muy bien, hay que tener mucha paciencia y también hay que esperar no cometer muchos errores, porque ese cojín no es muy holgado.
Pero también hay todo un apoyo externo desinteresado que ha sido vital para nosotros. Muchos nos han arropado y nos han ofrecido su conocimiento del sector y sus contactos o, simplemente, dándonos ánimos. La SCCFF, Ricard Ruiz Garzón y sus frikípulos, Concepción Perea, El Biblionauta y todos sus colaboradores, Marina Penalva, Carla Plumed (Café de tinta), Gigamesh con Torrubia y Zeta, o vosotras mismas desde La Nave Invisible. Si seguimos no acabaríamos hoy…
Desde el principio también le habéis dado mucha importancia a lo visual, tanto en vuestra web como posteriormente en los libros. ¿Cómo es el trabajo con las ilustradoras?
¡Es muy fácil! Hay muchas profesionales haciendo maravillas. Sergio es el diseñador del tándem Mai Més y ha intentado estar atento en las redes, librerías y tiendas de cómic para pescar colaboradores. Después intentamos darles manga ancha. El resto lo ponen ellas. Nosotras simplemente esperamos con ansias cada nueva ilustración. Laura Sánchez nos hace unos banners únicos, Marina Vidal se está currando una colección de láminas muy especial, después tenemos las portadazas de Vorja Sánchez, Àlex Santaló y Xulia Vicente (qué ganas de enseñar esta última portada…).
Otro acierto ha sido rodearnos de freaks y amantes de la literatura fantástica. A los ya mencionados hay que añadir colaboradores como Esperança Sierra, que ha corregido las tres primeras novelas; o los traductores, Ernest riera, Scheherezade Surià, Alexander Páez, Anna Llisterri… Todos ellos tratan el género con un gran respeto y cariño. Creemos que se nota en el resultado final.
Tenéis tres colecciones, la primera de ellas Refugi 67 dedicado a los clásicos. Y empezáis con Alba, de Octavia Butler. Además de daros las gracias, ¿por qué esta obra, que además es la primera de una trilogía?
Adoramos a Butler y nos parecía realmente injusto que cueste tanto leerla por aquí. Además, vamos sobre seguro. Es un libro de los ochenta que se lee muy bien. Es muy directo y tiene una gran carga narrativa. Sabemos que muchos lectores van a flipar con Octavia E. Butler.
Seguimos con la colección Nüwa, dedicado a libros más actuales. Y empezamos con Rebecca Roanhorse, multipremiada por su relato “Bienvenido a su auténtica experiencia india” y cuya novela El rastre del llamp ha sido ganadora del premio Locus, finalista en los Nebula y está nominada al Hugo. Menudo lujo de estreno, ¿no?
Estábamos muy contentos con este libro y este sábado ganó el Locus a mejor primera novela. Con Rebecca todo son alegrías. Deseamos que funcione porque nos encantaría publicar el siguiente libro, que también es una pasada, y así seguir de cerca al binomio Maggie y Kai (los personajes protagonistas).

El rastre del llamp, de Rebecca Roanhorse. Traducción de Scheherezade Surià
Junto a Butler y Roanhorse también anunciasteis a la escritora malasia Cassandra Khaw y su bilogía Persons non grata. ¿Qué os llamó la atención de esta obra?
Resumiendo en pocas palabras. Que aúna terror lovecraftiano, elementos noir y el Londres de los cincuenta como telón de fondo. Cassandra Khaw es una joven talentosa que compagina la creación literaria con una fructífera carrera en la industria del videojuego (trabaja como guionista para Ubisoft Montreal).
Por último, la colección Catxap, en la que de momento está anunciado Tade Thompson. Novela corta y experimental. ¿Qué significa catxap y qué tipo de historias encontraremos aquí?
En español se traduciría como «gazapo», aunque en catalán pierde la polisemia y únicamente se usa como nombre que reciben las crías del conejo. Es una referencia a la longitud del texto. Como ya apuntabas, esta es una colección de novelas cortas. Después tenemos la paronimia entre «catxap» en catalán y «captcha» en inglés que aporta el elemento más experimental que señalabas en la novela de Tade y que también encontraremos en la obra de Cassandra.
Este es un sello para que el lector se acerque a nuevos talentos y argumentos osados en un formato manejable que no asuste a nadie.
De momento todas las obras anunciadas son traducidas… ¿hay perspectiva de dar lugar a publicaciones originales en catalán o recuperar alguna obra de autoras catalanas?
Si, nos interesa muchísimo. Pero, pese a la proximidad, nos supone mucho más esfuerzo dar con esas autoras locales que escriben género en catalán. Es nuestra asignatura pendiente como editores. Así que tenemos que dejarlo para una segunda fase (como en Marvel).

Lámina de edición limitada de Alba, por Marina Vidal
Este año queríais publicar 6 obras, lleváis cuatro (3 publicadas y una anunciada)… ¿podéis dar alguna pista sobre las restantes o qué criterios vais a seguir para elegir vuestras próximas publicaciones?
Definir cómo sería nuestras publicaciones fue una de las cosas que más quebraderos de cabeza nos dio. Tampoco queríamos imponernos un corsé muy estrecho. Al final, con el tiempo, llegamos a una especie de norma interna. Cinco supuestos que en principio nuestros libros siempre deberían cumplir:
1 – Nunca tendremos más autores que autoras en nuestro catálogo.
2 – En las traducciones priorizaremos a autoras y obras inéditas en catalán (a ser posible también en castellano).
3 – Nuestros libros, clásicos o actuales, han de responder a los desafíos que enfrentamos como individuos o como sociedad en este momento.
4 – La competencia del castellano no será un freno al escoger títulos.
5 – La calidad es el criterio que prevalece sobre el resto, pero además son libros en los que no podemos dejar de pensar y nos enorgullece publicar.
Podemos anunciar el título que seguirá al de Cassandra Khaw y así podéis juzgar si seguimos en la senda autoimpuesta. El 13 de octubre lanzaremos La brigada lluminosa de Kameron Hurley (¡¡¡ya lo hemos dicho!!!).
Para acabar, en los últimos meses también se ha anunciado el nacimiento de la editorial Chronos, que publicará otro clásico, Lengua materna, de Suzette Haden Elgin; Raig Verd está teniendo mucho éxito con Le Guin y acaba de traducir a Okorafor. ¿Qué análisis haríais de esta conjunción que se está dando en el género traducido al catalán?
Hay una gran sintonía con los chicos de Chronos. ¡Nos hemos apoyado mucho en este viaje y sus primeros anuncios son muy interesantes! Como hemos explicado antes, en las librerías catalanas no hay un espacio cohesionado para la literatura fantástica y eso no ayuda a que el público se identifique con géneros como la ciencia ficción o la Fantasía. Por eso creemos que el éxito de editoriales como Chronos, Raig Verd, Pagès, Secc o Males Herbes es crucial para que nuestro proyecto funcione.
Muchas gracias por vuestras palabras, Judit y Sergio. ¡Esperamos que todo vaya viento en popa!

¿Nos ayudas con una donación?