Ni siquiera hace un año que ha publicado su primera novela, Infinitas, pero ya tiene fecha de publicación de la segunda. Después de participar en varias antologías, H. M. Zubieta ha empezado a publicar en formato largo y con un éxito, además, que nos hace creer que se convertirá en una de las voces más reconocidas de la literatura juvenil de nuestro país.
Quisimos charlar sobre su método de escritura, de los lectores de sensibilidad, de sus temas favoritos en la literatura de género y mucho más, y nos cedió un ratito:
Llevas un par de años publicando relatos y este año ha salido tu primera novela, pero dices que escribes desde pequeñe. ¿Cómo empezaste a escribir?
¡La verdad es que no lo recuerdo! Creo que escribí un poco «desde siempre», igual que leí, como un juego más que hacía de pequeñe. Así que no sé deciros cuándo y cómo empecé; tampoco sabría decir cómo empecé a caminar o a dibujar, por ejemplo. Pero sí que me acuerdo de una antología de poemas que hicieron en mi colegio cuando yo tendría seis o siete años, en Primaria, y que me puse muy feliz cuando seleccionaron unos míos. Siempre me he inventado historias, solo que ahora son más largas.

Asistentes a una de las presentaciones de Infinitas.
En el pasado has trabajado como lectore de sensibilidad. ¿Crees que cambiarían mucho los libros que podemos encontrar en las librerías si las editoriales acostumbrasen a usar lectores de sensibilidad?
Sí, he sido lectore de sensibilidad (o correctore de sensibilidad, o lectore sensible, o como se le quiera llamar a esto, que todavía no hay un solo nombre concreto) para unas cuantas editoriales. Me parece un esfuerzo a agradecer por parte de la editorial en cuestión (o del autor, si es quien lo solicita), porque demuestra que le importa hacer las cosas bien. No hacer daño a nadie con lo que se escribe, menos aún a colectivos discriminados. Y ojalá acostumbrasen a usarse, porque sí que creo que cambiarían; a mejor, a más certeros en el uso de términos especializados, a menos estereotipos, a una representación más fiel y a una industria más consciente de los mensajes que lanza.
De momento tienes publicados más relatos que novelas. ¿Cuál de los dos formatos te gusta más, y por qué?
Creo que cada uno de los formatos tiene su momento, sus ventajas y sus inconvenientes. Me gusta mucho escribir relatos, porque son más rápidos y me permiten contar exactamente lo que quiero, las escenas concretas que me interesan; pero creo que prefiero las novelas por los personajes. Disfruto siguiendo la trayectoria de mis personajes a medida que escribo, verlos cambiar, cambiar yo con ellos, y también construyendo un mundo entero. Esto también se puede hacer en formato corto, por supuesto, pero a veces me quedo con ganas de más.
Tus relatos se han movido más entre el público adulto, pero Infinitas es una novela juvenil. En esta novela podemos leer a una sociedad que no envejece por dentro pero sí por fuera. ¿Cómo surgió esta idea?
La idea de Infinitas surge, principalmente, de mi miedo a la muerte. Siempre le he tenido mucho, mucho miedo, y esta fue una idea que me vino hará una década ya: ¿Cómo puedo dejar de tenerle miedo a la muerte? Imaginando algo que sea aún peor, algo que me haga decir «menos mal que nos morimos en la vida real». Porque la muerte puede ser muchas cosas; pero, sobre todo, es igual para todos y es seguro que nos llega. ¿Qué puedo yo imaginarme para que me haga decir «menos mal que me moriré seguro»? Pues una inmortalidad, una muy mala y muy triste, que sea una tortura eterna. Y así nace la premisa de Infinitas; un mundo inmortal, en el que la gente no puede morir aunque quiera, y cuyos cuerpos decaen pero no lo hacen sus mentes.

Hache en una firma de su novela.
Los lectores de ciencia ficción solemos ver avances tecnológicos o usos que le damos a estos avances y sentir que la realidad imita a la ficción. ¿Te has encontrado alguna vez con una noticia que pudiera encajar en una de tus historias?
De hecho, sí, hace no mucho. Tenía una idea para una historia guardada en mi cajón (que en realidad no es cajón en absoluto, sino una carpeta de las notas de mi móvil) sobre identidad y expresión, que hablaría de las formas en las que la gente puede modificarse el aspecto, la cara, el peinado, el maquillaje… Para un fin concreto: no ser reconocidos ante cámaras y ante sistemas de vigilancia. Las protestas recientes de Hong-Kong y China me han obligado a reconsiderar esta idea; se acerca mucho, tal vez demasiado, a una realidad muy cierta en la que la gente tiene incluso que peinarse el pelo sobre la cara para que no les reconozcan cuando salen a las protestas.
Infinitas tiene lugar en un mundo y en un ambiente muy bien trabajados y ampliamente desarrollados, y eso nos hace preguntarnos: ¿qué es lo que más te gusta de escribir? ¿La creación de mundos, el desarrollo de los personajes, la planificación de la historia…?
Crear mundos me encanta. No sé si más o menos que crear personajes, porque me parece que son cosas inseparables; los personajes son siempre fruto de su entorno, son un feedback constante de las cuestiones del mundo que les hacen ser así. En ese sentido, tal vez disfrute más de crear el mundo, la sociedad, los detalles que la pueblan, y de ver cómo luego los personajes se amoldan y se conforman (¡o no!) al mundo en el que habitan. Planificar la historia, sin embargo… Bueno, digamos que soy brújula. Bastante brújula, más que mapa. Me gusta mucho perderme por los recovecos de esos mundos de los que hablo, buscando el norte, aunque siempre tengo a mano el GPS por si caigo en una zanja y tengo que pedir ayuda… O, en términos de escritura, por si la lío escribiendo tanto que se me va la trama y necesito enderezarla. Para eso están los borradores.

Hache en la Feria del libro de Madrid.
Los temas de tus relatos son variados, y los de tu novela también. ¿Sobre qué te interesa más escribir? ¿Hay algún tema que quieras tocar en un futuro?
Me gustan mucho los temas humanos, en general. Universales, podríamos decir; la identidad y su forjado contra la sociedad, y el amor (del tipo que sea), y la libertad, y las consecuencias de nuestros actos. Sé que suena un poco abstracto. También disfruto de tratar temas y asuntos cotidianos, los que más se olvidan, y ponerlos en importancia.
Y para terminar, ¿qué proyectos tienes para el año que viene? Hemos visto que recientemente has firmado un contrato de publicación. ¿Nos puedes adelantar algo?
Puedo adelantaros que… VANPIRO ESITEN. Básicamente esa es la sinopsis de una novela que verá la luz a principios de verano de 2020; fantasía urbana, ambientación en Madrid en la actualidad, y una protagonista que quiere convertirse en vampiro y no sabe dónde se mete… ¡Si no pueden comer ajo! ¡Y tampoco cebolla! Tortilla con cebolla o tortilla sin cebolla, ese es el conflicto principal de la novela.
Estos últimos días descubrimos que la nueva novela de Zubieta se titulará Tocar el cielo y la publicará Roca en junio de este año. Nos alegramos mucho de que su carrera literaria avance con tanta fuerza y determinación, le agradecemos muchísimo el tiempo que nos ha prestado y esperamos con ganas a recibir su nueva obra en unos meses.


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