Las relaciones familiares de Miles Vorkosigan

Hace un poco más de un año que se lanzó la reedición de la saga Vorkosigan en castellano. Ya hablamos en nuestro podcast de space opera sobre la saga y su autora, Lois McMaster Bujold. Los libros se centran en Miles Vorkosigan, que, por hacerlo simple, es el hijo de Aral Vorkosigan, el antiguo regente del Imperio de Barrayar. Es también conocido por ser el almirante Naismith, el comandante de la Flota de Mercenarios Libres Dendarii. Lo que más llama la atención en Miles es su cuerpo: cuando su madre estaba embarazada sufrió una intoxicación de soltoxina que afectó a su desarrollo. Miles nació con unos huesos muy frágiles que condicionaron su crecimiento, haciendo que mida un metro cuarenta y cinco y presente algunas deformidades. Su salud y su físico acaban por condicionar su personalidad. Hablar más de Miles es complejo pues la saga hasta la fecha abarca un periodo de más de 40 años en su vida. Como es lógico, los personajes, crecen y cambian, aunque las relaciones con su familia son estables y bonitas. Estas relaciones las veremos a medida que avancen los libros, así que para algunas, pondré aviso de a qué libro me refiero, para evitar spoilers.

La sociedad Vor: patriarcado, feudalismo, paranoia y endogamia

Para entender a Miles es imprescindible entender su planeta natal, Barrayar. Colonizado por humanos, al cabo de unos años el agujero de gusano que le conectaba al resto de la galaxia se cerró, entrando el planeta en la llamada Era del Aislamiento. Durante esta época, la sociedad involucionó a un gobierno feudal aristocrático con un emperador. Sin tecnología y con poca población, pronto surge el miedo a las mutaciones: como la sociedad no puede permitirse malos genes, en todas las capas de la sociedad se instaura la costumbre del infanticidio. Otra de las consecuencias es la aparición de un estrato noble (los Vor) altamente militarizados y con un fuerte sentido del honor. Estos nobles, además, se casarán con la gente de su casta, lo que provocará un alto grado de endogamia que se manifestará en desórdenes mentales, ya que los físicos eran rápidamente eliminados por el infanticidio.

Siglos después, el agujero de gusano es reabierto y Barrayar vuelve a estar conectado a la galaxia. La primera potencia en establecer relación con Barrayar es el Imperio Cetangando. En forma de invasión. Después de un conflicto largo y sangriento, la invasión queda repelida gracias en parte a la resistencia de guerrillas que establece el abuelo de Miles, Piotr Vorkosigan y el emperador Dorcas Vorbarra. 

Vorkosigan_1

Este ataque condicionará la política exterior de Barrayar. Su primera medida para evitar otra situación así es invadir y hacerse con Komarr, el planeta que hay al otro lado del agujero de gusano. La conquista de Komarr se produjo muchos años antes del nacimiento de Miles, pero sus consecuencias políticas se dejan ver durante toda la saga.  Entre otros el encargado de conquistar Komarr fue un joven Aral Vorkosigan, el futuro padre de Miles, que se ganó el sobrenombre de «carnicero de Komarr».

Además de todo esto, la sociedad Vor es profundamente patriarcal. Se espera que las esposas Vor sean discretas amas de casa, a las que se les veta el acceso a los puestos de poder. A medida que avancen los libros veremos que esta labor de amas de casa es mucho más compleja y tiene mucho más poder del que piensan los hombres Vor. Por suerte, Cordelia Naismith, la madre de Miles, es de Colonia Beta, un planeta más avanzado que Barrayar en muchos aspectos.

En este contexto de honor, militarismo, tradición, endogamia y miedo a las mutaciones nace Miles Vorkosigan, pequeño y deforme. Sí, es cierto que sus deformidades no son mutaciones, pero el rechazo social y los murmullos los sufrirá igual. Por suerte, los padres de Miles estuvieron allí para amortiguar los efectos de esta sociedad.

Aral y Cordelia, enemies to lovers

Portadas de la nueva edición de Fragmentos de honor y Barrayar

Spoilers de Fragmentos de honor y Barrayar

Un comentario recurrente en Twitter es preguntar por las parejas establecidas felices. La ficción siempre nos da parejas que están a punto de iniciar el romance o están en sus primeras etapas. Salvo contadas excepciones, no vemos matrimonios felices que vayan a durar en la pantalla. Así que el caso de Aral y Cordelia, los padres de Miles, se acaba convirtiendo en una excepción. Como he mencionado, Cordelia es de Colonia Beta, un lugar muy avanzado a nivel médico y tecnológico. Por ejemplo, son los creadores del replicador uterino, que permite trasplantar fetos a la máquina, evitando problemas a progenitor y niñe. El feto se desarrolla en un entorno controlado y donde pueden realizarse diversas operaciones y revisiones sin que peligre la vida de nadie.

Fragmentos de honor y Barrayar están protagonizados por Cordelia y es donde la conoceremos a ella y a Aral. El primer encuentro entre ambos ocurre al inicio de Fragmentos de honor, donde Cordelia es tomada prisionera por Aral tras un encontronazo en la exploración del planeta que se llamará Sergyar. En ese momento, Cordelia tiene 33 años y es comandante en la Fuerza Expedicionaria Betana. Aral tiene 43 años, es capitán en el ejército de Barrayar y acaba de ser abandonado por su grupo tras un ataque interno, parte de un complot de otros Vor. En este libro vemos una clarísima dinámica de enemies to lovers. Volverán a encontrarse más tarde durante la guerra de Escobar, en bandos enemigos. Tras finalizar esta y por los eventos protagonizados en ella, Cordelia acaba por huir de Colonia Beta y llega a Barrayar, hasta Aral, momento en el que reconocen mutuamente que se aman de una vez y Cordelia se establecerá en ese planeta. 

Esto es importante porque tanto Aral como Miles exigen lo mismo a las mujeres que aman: que abandonen sus lugares de orígenes para unirse a Barrayar y la locura de los Vor. En el caso de Cordelia, a lo largo de los libros veremos cómo introduce pequeños cambios «sin importancia» en la sociedad Vor, para hacerla un poco más abierta de miras. Influencia que se nota también por la reapertura del agujero de gusano. Cordelia además será quien terminé de convencer a Aral de que acepte el puesto de regente de Gregor Vorbarra, futuro Emperador.

Aral y Cordelia aparecerán de forma recurrente en la saga, siempre preocupados porque Miles sea feliz. Ambos le criarán (y por extensión a Gregor) dentro de la tradición Vor, pero también desde el punto de vista betano y es algo que se nota en los pequeños gestos. La relación de Miles y sus padres está basada en la confianza, respeto y cariño. Aral y Cordelia quieren que su hijo sea feliz, creando un continuo balance entre la (sobre)protección por su salud y no ahogarle, dejando que Miles aprenda a golpes (siempre que puedan ver que la está liando). La relación entre los tres la veremos siempre de forma breve, en los escasos momentos que compartan y donde siempre leeremos el cariño y admiración mutuos que se tienen.

Iván “eres idiota” Vorpatril

Portada de la nueva edición de Hermanos de armas

Spoilers de Hermanos de armas.

Iván es el primo de Miles y mi personaje favorito de la saga. Se nos presenta poco más que como un recurso cómico, siempre centrado en hacer el trabajo mínimo e imprescindible antes de ir a disfrutar de la buena vida. Si librarte de algunas de tus obligaciones ya es complicado cuando eres un Vor, imagina cuando tu primo es Miles Vorkosigan. Los libros intercalan comentarios de la infancia de Miles, Iván y Gregor donde se nos muestra un Miles ligeramente dictatorial «obligando» a su primo y amigos a hacer cosas como cavar un túnel en el jardín que acaba por desplomarse sobre Iván. 

Cada vez que recibe una llamada de su primito, Iván resopla, consciente de que le va a meter en un lío, pero siempre dispuesto a ayudar. Porque la relación que tienen Miles e Iván es de confianza plena. Hasta tal punto, que, en Hermanos de armas, Iván será secuestrado y casi asesinado por ese motivo. Iván tiene el rol más complicado de todos: ser el responsable de salvar a Miles de sí mismo. Porque Miles tiende a montar dramas e historias rocambolescas en momentos de tensión y depresión y quien acaba por frenarlo y evitar que acabe peor es siempre Iván. Según avanzan los libros, vemos cómo esta relación evoluciona y a medida que se alejan de los veinte, Miles confía en Iván para que sea “su cuerpo”. Una verdadera relación de amistad y camaradería que se nota porque Iván, pese a quejarse, acaba por estar siempre ahí, al lado Miles y Gregor cuando haga falta, haciendo lo que sea necesario hacer por sus primos.

Cuando tu hermano adoptivo es el emperador

Tras la Guerra de los Pretendientes, la labor de Regente de Aral acaba por alcanzar una nueva tarea como tutor de Gregor. Será Cordelia junto con Alys Vorpátril (la madre de Iván) quienes se encarguen de forma más directa de la crianza de Gregor. El resultado final es que Greg acaba por ser un hermano adoptivo de Miles. De nuevo, la presencia de Cordelia sirve para modelar una personalidad no tan Vor como podría ser en el Emperador de Barrayar. A Gregor le conocemos más por las acciones que no hace que por las que hace. Y dentro de estas, estaría la relación con Miles.

Portada de la nueva edición de El juego de los Vor

Durante los primeros libros la vida de Miles está supeditada a las acciones de su padre. En los círculos Vor y galácticos se le conoce como el hijo de Aral Vorkosigan, el Carnicero de Komarr. Todos los triunfos de Miles siempre están bajo la sombra la idea del nepotismo de Aral para su hijo mutante. Así que desde que es pequeño, Miles intentará demostrar que sólo él es responsable de sus acciones. Esto marca también la relación de Miles y Gregor, y lo que podría haber sido una relación de abuso de confianza, acaba por ser una de confianza y casi de iguales. El casi es porque Gregor sigue siendo el Emperador y Miles el hijo del Regente y miembro de Seguridad Imperial (en la parte de Inteligencia), así que la información que tienen ambos del otro es desigual.

Mientras Iván es el absoluto confidente de Miles, con Gregor no puede ser así. El emperador sabe más de Miles de lo que este le diría, y en ocasiones Miles sabe más de Gregor, como la realidad tras la figura de su padre, Serg Vorbarra. Si Miles está bajo la sombra de su padre, no es nada en comparación a la sombra que extiende sobre Gregor: su tío abuelo fue Yuri el Loco, emperador que ordenó la masacre de los descendientes de Xav Vorbarra por cuestiones sucesorias (e influencia de la locura Vor). 

Así que Gregor acaba por vivir su madurez con esa sombra sobre sí mismo e influye en su forma de ser, con una mezcla de timidez, contención y miedo a haber heredado la locura Vor de su padre y de su tío abuelo. La relación entre Miles y Gregor es cercana pero no en exceso y a medida que se vuelven adultos, ensombrecida por el miedo al abuso de poder. Miles sabe que podría pedir muchas cosas y favores al emperador, incluso fuera de su relación familiar, pero acaba por no hacerlo. Gregor por su parte sabe lo que puede pedirle y no pedirle a Miles. La relación entre ambos acaba por guardar un delicado equilibrio.

¿Qué hacer cuando tu hermano es tu clon?

Spoilers de Danza de Espejos a continuación.

Dentro de una galaxia con replicadores uterinos y cuadrumanos (seres humanos con brazos en vez de piernas) no es raro que existan clones. Y para algunos komarreses no hay nada más tentador que encargar un clon del hijo del Carnicero de Komarr para que le asesine. Este plan se encuentra con varios problemas, empezando por el hecho de que el original sigue siendo Miles Naismith Vorkosigan y su necesidad patológica de ayudar. Así que una de las primeras acciones de Miles, una vez se recupera de la sorpresa, es darle un nombre y una identidad a su clon, como su hermano, Mark Pierre Vorkosigan. 

Portada de la nueva edición de Danza de espejos

Si Miles tuvo que crecer bajo la sombra de su padre, Mark tuvo que hacerlo bajo la sombra de Miles, pero sin el apoyo que tuvo este. Lo cual le impulsa a hacer las cosas por su cuenta y que acaben mal por la falta de herramientas. Así que su asalto en Danza de espejos a la casa Bharaputra sale fatal y entre las bajas estará el propio Miles. Mark es forzado a ir a Barrayar, donde conocerá sus padres y el resto de la familia de Miles. Esto, por un lado, le permite a Mark conocer de verdad a los barrayeses más allá del odio que le inculcaron. Por otro lado, permite a quien lee conocer más de la familia de Miles y su relación con él. Mark acaba por convertirse en el espejo ligeramente ladeado de Miles: muy similar, pero sin ser idéntico. Así conocemos a Iván sin su fachada de despreocupación, la implacabilidad de Gregor, los miedos de Aral y el contraste de Cordelia frente al resto de Barrayar.

El más interesante de todos los anteriores es Gregor, quien se entrevista en privado con Mark y vemos la diferencia respecto a libros anteriores. Vemos a un Greg firme y seguro de lo que hace, consciente de todas las implicaciones de su poder y de lo que debe a la familia Vorkosigan. Así que le concederá a Mark lo mismo que al resto: una «gracia» imperial. Que Mark usará para puntear al jefe de Seguridad Imperial y conseguir lo que quiere para ayudar a su hermano. Además estará Cordelia, quien aprovecha que Mark es un caso único y un precedente para tambalear un poco más los cimientos de la sociedad Vor, como convertir a una mujer en hombre de armas de Mark.

Si la relación de Gregor y Miles la conocemos por las cosas que no hacen el uno por el otro, la de Miles y Mark la conocemos en ausencia del primero. De lo que llegamos a leer en Danza de espejos, para Miles, Mark es un hermano pequeño bastante torpe y al que entiende perfectamente. Comprende su necesidad de demostrar por sí mismo que existe y es válido, por lo que le deja hacer a su antojo. Por otro lado, Mark quiere a su hermano, pero ser un clon (y haber sido criado como su sustituto) hace que sea complicado no compararse con él. Hasta que no acepta que el resto de la familia le quiere como Mark, no como «Miles 2», no es capaz de desarrollarse por completo y empezamos a intuir que Mark no es menos cabezota que su hermano. Al final de Danza de espejos, Mark y Miles se reconcilian y consiguen aceptarse mutuamente como un hermano mayor y pequeño. 

Y mucha más gente

Portadas de la nueva edición de Recuerdos y Komarr.

Me he centrado en las relaciones familiares más próximas de Miles por acotar y aun así he dejado mucha gente fuera, como el sargento Bothari, guardaespaldas de la infancia de Miles y figura bastante turbia. También he dejado fuera las parejas románticas y sexuales de Miles, que también darían para largo (mencionar que hasta Komarr, Miles se nos ha presentado como heterosexual, pero la bisexualidad y homosexualidad existen y se mencionan en los libros, no tanto como nos gustaría, pero se dice que Aral es bisexual, por ejemplo). En general, las relaciones que se presentan en la saga Vorkosigan son abundantes y complejas, igual que los personajes. La mayoría de los personajes que nos encontramos se pueden definir en base a unos conceptos simples («ese idiota de Iván», el honor Vor de Aral), pero el resultado de las aventuras, y más importante, el paso del tiempo les van añadiendo capas de complejidad.

La saga Vorkosigan es una saga atípica en lo que respecta al paso del tiempo. Estamos acostumbrades a leer sagas, pero siempre centradas en los mismos personajes, que se enmarcan en periodos de tiempo más o menos cortos, salvo excepciones, como el caso de la figura de Traspiés en la obra de Robin Hobb, o los libros de El Extranjero de C. J. Cherryh. Entre Fragmentos de honor y Komarr (el último que he leído al escribir esto) han pasado poco más de treinta años. Los personajes crecen, se desarrollan y se van por motivos que no son morir, dándole un toque distinto a esta space opera. Este es uno de los motivos por el cual esta saga es tan querida, por este desarrollo y crecimiento de los personajes, pero también por cómo se muestran las relaciones. Relaciones sanas, basadas en querer ayudarse los unos a los otros (con mejor o peor resultado) y en el cariño. La saga Vorkosigan tiene momentos muy horribles y asquerosos y probablemente, Bujold podría haber creado una saga muy oscura si hubiera querido. Pero decidió darle pequeños toques cómicos (la escena de la bañera de Recuerdos) y crear una familia un poco peculiar, pero que ante todo se quiere y se apoya, pase lo que pase, seas quien seas. Un mensaje bonito que se agradece en una ficción en la que a veces sólo parecen existir los matrimonios tormentosos, las familias rotas y las relaciones tóxicas.

Darkor
Darkor_LF (Artículos/Reseñas): Física por las mañanas, por las tardes escribe en Todas Gamers, habla en El Pugcast y otros podcasts. Además tiene un blog y se queja por Twitter y da la turra en su letter. Le gusta escribir en batín y con pipa falsa.


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