El Premio Ripley llevaba una pequeña andanza en la creación de antologías excelentes, cuando decidió abrir las puertas y reconvertirse en un concurso de novela en su cuarta edición. Supuso un nuevo empuje a muchas autoras para presentar sus obras, esa vez en un formato más largo, y sin duda creó una buena expectación. A pesar de que esa ha sido la última convocatoria, debido al posterior cierre también la editorial Triskel que lo llevaba, personalmente el recuerdo de todo ese esfuerzo, de la ilusión que se generó a su alrededor, sigue estando ahí. Al igual que va a seguir estando presente la novela que ganó esa última convocatoria para muchos de los que la han leído: Quién cuidará de ti.

Imagen de la autora, Verónica Cervilla.
Su autora, Verónica Cervilla (Linares, Jaén, 1987) estudió Realización Audiovisual y Guion y dirige la revista literaria Tártarus. Además de la participación en varias antologías, como escritora destaca la serie Póker Kingdom, de corte juvenil fantástico, o Dibujos en las rocas, obra romántica publicada en el mes de mayo del 2021 bajo el sello de Selecta. Con Quién cuidará de ti, Cervilla se mete de lleno en el terror desde un punto de vista claramente social, que sirve de espejo y denuncia. La historia nos acerca a la vida de Amelia, una mujer de mediana edad divorciada que se ocupa del cuidado de la casa, dos hijos y un trabajo como auxiliar de geriatría. Por si eso fuera poco, recibe en su casa a su madre, doña Petra, para ayudarla durante lo que parece un período corto de tiempo, aunque poco a poco se pone en relieve una enfermedad degenerativa que obliga a cambiar la vida de Amelia. Con una premisa que podría reconocerse como la vida de un porcentaje importante de personas que ejercen como cuidadoras principales de la familia, Cervilla entreteje las relaciones entre los diferentes personajes, las emociones que van tocando de uno a otro y una crítica áspera, bien perfilada.
Ahora que lo pensaba, Amelia siempre se recordaba cuidando de alguien: de sus primos pequeños cuando su tía iba a limpiar a otras casas, de su padre en el hospital antes de morir, de su marido, de sus hijos y ahora de su madre.
Para esto se sirve de una división en dos partes, bastante claras en la historia. En la primera de ellas, Amelia va presentando las dificultades de tener a su cargo tantas responsabilidades, mientras que en la segunda se diría que podemos encontrarnos con las consecuencias. Para mi gusto, la más interesante es la primera, porque es donde Cervilla se luce en todas las virtudes que tiene esta novela corta, y deja a la segunda un poco más coja en fuerza.

Postal de preventa con ilustración de las protagonistas. Obra de eicinic.
Como protagonista de la historia, Amelia tiene el papel central y gran parte de la narración queda encadenada a ella. Eso permite ver de cerca cada pensamiento y cada defecto, lo que me ha parecido especialmente interesante: Amelia está llena de miedos, dudas e inseguridades, surgidas en su mayoría de la historia que hay detrás. Porque los personajes de Quién cuidará de ti tienen su propia carga antes de empezar las líneas, y la autora hace que tiren (o les tiren) muy bien de ellas. De hecho, otro de los aspectos más destacados es cómo toda esa carga se utiliza también en las relaciones entre personajes.
Junto con Amelia, tenemos a doña Petra y el perfeccionismo de una madre intransigente, depredadora y anuladora; una combinación que casa bien con la hermana de Amelia también. Las tres matriarcas principales cuentan con la relevancia de decidir quién está al frente del desastre (o cómo entre dos de ellas pueden anular a la tercera). Pero también es la hija de Amelia otra de las caras de la moneda en la historia, ese soplo que parece impulsar a la madre a salir adelante y dejar atrás esa vida en la que estaba para servir a los demás. El contraste está bien perfilado en ese juego, y salpicado con un egoísmo a ratos que se vuelve incómodo, porque es difícil saber de parte de quién ponerse. Desde luego, es imposible juzgar a Amelia, pero ¿y a la hija que quiere escapar de ser una réplica de su madre, después de observar todo lo que ha pasado?
En cualquier caso, Cervilla presenta a protagonistas femeninas enteras tanto para lo bueno como para lo malo, dejando a ellos el papel totalmente secundario. A fin de cuentas, si estamos hablando de una historia sobre cuidados, las mujeres son las principales encargadas, y así queda también retratado en la historia.

Ilustración de cubierta por eicinic.
Por otro lado, en lo que más me ha resonado la historia es cómo va perfilando el terror. Las obras que utilizan este como un recurso de denuncia y crítica siempre tienen mi atención, porque el modo en que las autoras retuercen las dudas, las inseguridades o las emociones para sacar a la palestra los problemas, si se hace bien, retuerce también a quien lee. Cervilla plantea el miedo a envejecer más allá del «hacerse mayor» y todo lo que podría quedar sin hacer: ¿qué pasará si se pierde toda independencia? Porque Amelia sirve como esa duda al no ser solo la persona con la carga, sino por tener miedo a ser la persona que cargue en el futuro también a alguien de su familia. El sobreesfuerzo constante al que la protagonista es sometida se va desgranando en esas perlas a lo largo de la historia.
Pero por si ese terror no fuera suficiente, Cervilla juega con lo sobrenatural también. El continuum entre la realidad y el delirio sirve de pasarela para la protagonista, en especial cuando aparece en escena un anciano yoruba y ofrece explicaciones a esa antesala de la muerte. Porque más que la muerte en sí misma como foco del terror, es el cómo se llega hasta ese punto lo que realmente importa —y todo lo que se pierde en el proceso.
Presentar todo este tema en una novela corta requiere mantener bien la tensión y cierta agilidad, lo que sin duda la autora consigue. Si bien la segunda parte y la resolución, para mi gusto, quedó deslucida después de toda una preparación larga, con mucha más carga y tensión, el conjunto queda consistente. La narración de Cervilla no duda en usar una pluma directa en todos los casos que debe hacerlo, igual que luego puede pausarse. Es fácil seguir las dudas de Amelia del mismo modo que es duro, y es lo que requiere esta historia.
En conclusión, Quién cuidará de ti es una novela corta que lanza una crítica justa y acertada, jugando con el terror como telón de fondo. Con el cierre de la editorial Triskel, esta obra ha tenido una vida más corta de lo que sin duda merecía, así que desde aquí esperamos que encuentre un modo de resurgir a lo grande y pueda hallar nuevos lectores.

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