Desde hace ya bastantes años (prácticamente desde que conocí a La Nave) leo consciente y casi exclusivamente a escritoras. Sin embargo, no es algo que hago todavía con el manga, así que me pasa a veces eso de «ah pero que esto que me gusta es de una señora». Que es justo lo que me pasó con una de las señoras de las que voy a hablaros hoy: Shiori Teshirogi, la mangaka tras Saint Seiya: The Lost Canvas.
Las autoras de las etapas más recientes de Saint Seiya
Saint Seiya (o Caballeros del Zodiaco) es el manga de Masami Kurumada que relata las aventuras de Seiya, el santo o caballero de bronce de Pegaso y sus amigos, que se desarrollan desde que vuelven de su entrenamiento y se ven inmersos en la Guerra Santa entre Hades y Athena. Su continuación directa es Saint Seiya Next Dimension, de la mano del propio Kurumada. Pero hay otras tantas obras que cuentan otras historias del universo de Saint Seiya que se han escrito o están siendo escritas y dibujadas por otras personas, bajo encargo y supervisión de Kurumada. La mayoría de esas personas son mujeres, solo ilustradoras o ilustradoras y guionistas: The lost canvas, Saintia Sho, Omega, Kurumada Suikoden y Meio Iden – Dark Wing. Sólo Episode G es de un mangaka.
Para este artículo hablaré de Chimaki Kuori, guionista e ilustradora de Saintia Sho y de Shiori Teshigori, la autora tras The Lost Canvas. Ambas participarían como ilustradoras, también junto a Yun Koga y el mangaka Megumu Okada, en el spinoff e historia conmemorativa por el 30 aniversario de la franquicia, Saint Seiya: Golden Age. Dark Wing es la historia más reciente y está ilustrada por Shinshu Ueda.
Chimaki Kuori
No se sabe demasiado de su vida personal, es muy discreta al respecto, tanto que es posible que Chimaki Kuori solo se trate de un apodo para el mundo del manga.

Las que se saben, son por las entrevistas que ha concedido. Por ejemplo, que nunca llegó a plantearse ser mangaka. La animaron sus compañeros de la universidad cuando vieron sus ilustraciones. Así empezó en el género romántico, con el spinoff de la saga «Ginga Eiyu Densetsu». Se especializó en eso y llegó incluso a hacer portadas de novelas ligeras. De ahí, la llamaron para hacer las adaptaciones de «Gundam» y «Sengoku Basara».
El trabajo para hacer Saintia Sho le llegó porque un día le dijo a su editor que era muy fan de Saint Seiya. Tanto de que se ha leído y visto todo aquello relacionado con el universo. Esto llegó a oídos del encargado del proyecto y le ofreció el trabajo.
Kurumada le envío un guión y un esquema a seguir, con eventos importantes de la trama y una lista de constelaciones que aún no habían salido en la historia. Por lo demás, mientras mantuviera el espíritu de Saint Seiya y el elenco fuera mayoritariamente femenino, tenía plena libertad. Ella lo mantenía informado de todos los cambios pero Kurumada le llegó a decir literalmente que «si la historia es buena, se pueden omitir dos o tres cosas. Lo importante es que tenga ritmo y que dé placer leer la serie».
¿Y de qué va Saintia Sho?
Las saintias son la guardia personal de Athena, una suerte de vestales de la diosa. Reciben el mismo entrenamiento que los demás y al tratar solo y directamente con Athena, pueden sortear la ley de la máscara que impera en la historia original. La protagonista es Shouko, una chica corriente a la que persiguen las dríades y acaba protegida por su propia hermana, que es la saintia de Equuleus. A partir de aquí, se verá envuelta en el conflicto entre Athena y Eris. Se desarrolla de forma paralela a la historia de Saint Seiya, comenzando poco antes de las Guerras Galácticas.

La idea de «mujeres al servicio de Athena» se le ocurrió a Kurumada cuando se encontraba en el hospital y tardó años en madurarla y convertirla en un posible proyecto. Luego discutió con Chimaki Kuori cómo llevarla a cabo. Las posibilidades pasaban por romper dicha ley de la máscara o mantenerlas ocultas pero les interesaba otra cosa. Feminizar el elenco y actualizar la historia de Saint Seiya, así que la mejor opción era crear una «casta» nueva.
El objetivo de Kuori por tanto es ese pero además, el mostrar a mujeres fuertes, combatiendo y recibiendo golpes de la misma manera que sus iguales varones.
Y lo cierto es que basta con leer los primeros tomos de la historia (actualmente sigue en publicación) para darte cuenta de que es así. La protagonista es una chica pero también la mayoría de personajes son femeninos, tanto en el lado de Athena, como el de su enemiga, Eris, la diosa de la discordia. Hay algunos personajes masculinos, claro, y apariciones estelares de personajes conocidos, como Milo de Scorpio (que se debe más bien a una decisión de la editorial…), pero la mayoría de personajes con un papel relevante en la historia, son mujeres.
Personalmente, creo que Kuori consigue mucho más. No se trata solo de mujeres haciendo lo mismo que hombres. No son solo mujeres duras como pueda parecer. De por sí, el destino maldito que comparten Shouko y su hermana Kyouko es un aliciente para complicarle la vida a Shouko para conseguir sus objetivos. Pero además, Shouko es una chica llena de determinación, que desde primera hora sabemos que entrena en artes marciales desde que era pequeña… pero que eso no le sirve de nada cuando se ve lanzada de lleno al conflicto con Eris y las dríades. Es torpe y además no lo suficientemente fuerte. Necesitará tiempo y desde luego entrenamiento. Kuori decide que no sea una elegida típica, como ocurre con otros protagonistas de shonen o del propio universo de Saint Seiya (como puede ser el caso de Tenma, el protagonista de The Lost Canvas). Y es algo que me parece un acierto.
Ocurre de la misma manera con Saori Kido. Decide despojarla de la crueldad que caracteriza al personaje en el inicio del manga original y además de ser amable, Kuori profundiza en sus conflictos internos y en sus dudas. En que sea una diosa que no está completamente reeancarnada y se ha criado desde el principio en el cuerpo de una humana.
Shiori Teshirogi
Empezó desde muy joven trabajando en shojo y josei. Otra de sus historias más conocidas es «Free! High Speed». Según cuenta en algunas entrevistas, ella comenzó su carrera influida por Kurumada y Saint Seiya, serie de la que es muy fanática (cuando comenzó su carrera usaba el pseudónimo de Marin Gold). La llamaron para hacer el proyecto de The lost Canvas porque en un evento público con Kurumada, le regaló su primer manga y una carta donde le contaba sobre su influencia y la de Saint Seiya. Dos años después, Kurumada la recordó y la llamó.
Al igual que con Chimaki Kuori, Kurumada le dio una lista con una serie de escenas y eventos claves a seguir. Por lo demás, tenía libertad total y hablaban a menudo por email. Él insistió en que hiciera lo que quisiera cuando Teshirogi agotó enseguida la lista y la historia tuvo tanto éxito que se alargó más de lo previsto. Lo cierto es que es algo que creo que se nota bastante en lo que es a nivel argumental…
La historia de Tenma, Alone y Sasha
De The lost Canvas conocí en primer lugar la adaptación a anime. Me gustó su estilo y la historia. Después fue cuando supe del manga y de que estaba escrito por una mujer.
Me sorprendió un poco que al menos el inicio es un poco diferente al del anime. Este te sitúa directamente algunos años antes, en el momento en que Alone es acosado por dos chavales por proteger a un cachorro de perro y sale Tenma a atizarles. El manga empieza con algunas viñetas en la que Tenma ya porta la armadura de Pegaso, volviendo a su ciudad natal (en Italia, durante el siglo XVIII) y descubriendo que sí que Hades ha despertado allí… y se trata de Alone, su amigo del alma. Después hacen flashback al momento que he descrito antes. En esas viñetas ya nos hacemos cuenta del carácter de ambos: Alone es un cacho de pan, al parecer el alma más pura sobre la Tierra (perfecto para despertar a Hades) y Tenma, el típico chico alocado, valiente, dispuesto a lo que sea por proteger a su hermano Alone y a los demás niños huérfanos. Tiene un cosmos lo bastante poderoso como para llamar la atención de Dohko de Libra, que será quien se lo lleve a entrenar a Santuario.
Esta es una de las cosas que más me gustan del manga respecto al anime y es que no se sabe de Sasha, la otra amiga de ellos, hasta casi el final del tomo 1, de manera que el resto de capítulos está centrado sobre todo en la relación de ellos dos. En profundizar en ella para comprender perfectamente el resto de eventos. Lo que supone que Alone se convierta en el recipiente de Hades y en una persona con una crueldad sin límites.

Por otra parte, a pesar de que no la presenta de primera hora (en el primer capítulo de anime hay una mini escena flashback en la que se ve a Sasha de niña, con ellos), Teshirogi hace un gran trabajo con Sasha. Su introducción no es tan impresionante como en el anime, sobre todo si además conoces ya otras historias de Saint Seiya, porque su peinado la delata, básicamente. Resulta que Sasha es la reencarnación de Athena.
Sí, el drama está asegurado.
Pero como decía, Teshirogi hace un trabajo enorme con ella porque como indica en sus entrevistas, se esforzó en que los personajes femeninos de la historia no fueran como la de los shonen que ella conoce: sus personajes hacen cosas y no necesitan ser salvadas por nadie. En su primera aparición, cuando Tenma la reconoce, son atacados por un espectro y enseguida Sasha demuestra que no es una diosa indefensa. Tiene poder y sabe imponerse. Dar temor. Y además de ese momento, la veremos tomando decisiones y dando órdenes a los santos, implicándose totalmente en la guerra que ha empezado.
Respecto a lo que comentaba más arriba, resulta que en los dos primeros tomos vemos sucesos que son más propios de la mitad de una historia… y no de su inicio. Para empezar, Alone asesina a Tenma «terminando» su retrato y así completa su transformación en Hades. No está completamente muerto porque su alma sigue atada a él de alguna forma, gracias a la pulsera de flores que hizo Sasha de niña. Pero tendrá que ser traído de vuelta por Jabu del Unicornio y Yuzuriha, una guerrera de Jamil.
Mientras tanto, Hades ha enviado a un batallón de espectros de diferentes rangos a atacar el Santuario y dar por finalizada la guerra cuanto antes. Se desarrolla una batalla que como digo, poco tiene que ver con lo que se presupone el inicio de una historia.
Los problemas del trabajo en el mundo del manga
Hace algunas semanas se supo del fallecimiento de Kentaro Miura, muy conocido mangaka del mundillo a muy temprana edad. Entre otras cosas, leí muchísimo respecto a las condiciones infrahumanas en las que a menudo trabajan les creadores del sector.

Me he acordado mucho de eso cuando leía las entrevistas de ambas autoras porque resulta que me he encontrado comentarios sobre este tema precisamente…
Chimaki Kuori hablaba en 2016 de lo duro que resultaba llevar una publicación semanal (no sé qué ritmo lleva actualmente) a pesar de que contaba con la ayuda de nada menos que cuatro asistentes. Llegó a su límite cuando la publicación de Saintia Sho se juntó con las ilustraciones para el especial de Golden Age.
Teshirogi por su parte habla por un lado de cómo tuvo que cambiar de editor (uno de los dos que tenía) porque era un tipo que se dedicaba a exigirles páginas y páginas a pesar de que ella se encontraba al borde del agotamiento. En otra ocasión comenta la mejoría de su narrativa cuando el formato de publicación cambió de semanal a mensual. No me ha sorprendido mucho leer esos comentarios. De hecho, creo que me habría sorprendido más que no hubieran comentado nada por el estilo. Es una constante que ha existido y existe actualmente. Pero en el mundo del manga como en el mundo literario. A menudo olvidamos que tras las obras que nos gustan hay personas que se ven obligadas a trabajar en condiciones nefastas y que tienen vida y problemas más allá de aquello a lo que se dedican.

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