Berlín a principios del siglo XXII. El centro turístico de la ciudad está en ruinas, con las casas y los monumentos abandonados, y allí solo vive el hampa. Los ricos se han mudado a Nuevo Berlín. La novela no explica qué pasó, solo comenta que hubo una ola de privatizaciones.
En el primer tomo se presentan a los personajes y la trama:
El Utopia Gardens es el centro del crimen organizado en medio de la ciudad abandonada. El edificio es un circo de día que funciona como tapadera para sus otras funciones nocturnas: como prostíbulo en el primer sótano y como sala de luchas ilegales en el segundo.
Los luchadores llevan unas prótesis ilegales que les permiten convertir sus cuerpos en máquinas. Son los llamados cheater. Raven, una chica joven albina, tiene un talento especial para construir e implantar estas prótesis. Pero lo hace bajo la identidad del misterioso Dark. La fama de Dark la precede, y es por eso que Othello, un empresario que tiene la licencia de las prótesis de la seguridad social pública, quiere encontrarlo.
Al mismo tiempo, Birol y Martha empiezan a trabajar como policías en la Jaula, la comisaría del Viejo Berlín. El padre de Birol, Can Birol, fue asesinado por un cheater. A ellos se une Raven contra su voluntad, condenada a trabajar con la policía durante un año por robo.
El último hilo de la madeja de la historia que se presenta en el primer tomo es una misteriosa tableta, The Ark, que tiene que ver con un proyecto secreto de la empresaria Ophelia Sanders, la hermana de Othello: conseguir la vida eterna traspasando el conectoma humano al mundo digital.
Al final del primer tomo, Raven descubre por casualidad la tableta The Ark, la enciende y descubre el primer éxito de Ophelia Sanders: el sonnyboy de Hamburgo Sky, que ha desaparecido. Nadie sabe que sigue viviendo en el mundo digital, pero separado de su cuerpo…

A partir de ahí, en el segundo y el tercer tomo se van desarrollando los diferentes hilos de la historia paralelamente y vamos descubriendo la conexión entre todos ellos a medida que vamos leyendo: la relación del padre de Birol con la investigación que financia Ophelia Sanders, por qué fue asesinada la amiga de Laura y qué tiene que ver este asesinato con Sky y Ophelia, por qué Othello se equivoca con Raven/Dark, y, entre otras muchas tramas más, quién es en realidad la secretaria de Othello, Ingrid. Pero solo en el tercer tomo es cuando todos los hilos confluyen y se resuelve el nudo de la madeja, con dos finales: uno triste y otro feliz.
Cada capítulo de los tres tomos de Utopia Gardens está escrito en tercera persona desde el punto de vista de un personaje, y su título es precisamente el nombre del personaje correspondiente. Aunque el ritmo es rápido para que la trama vaya avanzando, de vez en cuando la narración baja el ritmo para explicar el trasfondo de cada personaje y sus dobles vidas, sobre todo el caso de Raven y Laura, la policía. De esta manera, Eva Siegmund construye una biografía convincente para cada personaje y le da personalidad propia. Todos los personajes, además, son muy diferentes entre sí, y a lo largo de los tres tomos y la historia van cambiando interiormente: a algunos, los acontecimientos y lo que van descubriendo en sus pesquisas les hacen dudar de sus principios, o bien viven alguna que otra decepción.
Al mismo tiempo, la autora traza también un ambiente y un mundo bastante asfixiante y sombrío, pero convincente de corrupción entre la policía y el mundo el hampa; de avances en medicina que Raven no puede desvelar por su doble identidad; el desamparo social y la ambición desmesurada de una empresaria obsesionada con obtener la vida eterna. Estos dos temas, la mejora técnica del cuerpo humano y la investigación sobre el conectoma, son los aspectos más distópicos y tenebrosos de las tres novelas. Como subtrama a toda la madeja en torno a los protagonistas la autora narra también la historia de algunas prostitutas, amigas de Rave, que son víctimas de un experimento genético muy inusual e inquietante. Por otra parte, toda la historia está escrita en un alemán muy coloquial y actual, lleno de diálogos y giros inesperados en la trama sobre todo al final de los capítulos que invitan a seguir leyendo.

Según la propia descripción en su página web, Eva Siegmund se dedicó a muchos oficios diferentes antes de dedicarse plenamente a la escritura. Su bibliografía, sin embargo, ya es bastante abundante. Sus libros se adscriben a dos géneros distintos pero bien definidos: literatura juvenil, también distópica hasta el momento, y el policial. Sus novelas policíacas las escribe bajo el pseudónimo de Catalina Ferrera y están ambientadas en Barcelona, donde también vive largas temporadas.
Esta trilogía se publicó entre los años 2020 y 2021 en la editorial Droemer Knaur. Los títulos de cada tomo reflejan muy bien el ambiente descrito en las tres novelas, ambientados en la gran ciudad de Berlín venida a menos y dividida entre guetos de ricos y pobres, pero que en los libros ya ha perdido la importancia y prestigio que tenía en el siglo XXI. El diseño de las portadas es sencillo pero sintetiza la localización de la acción con el horizonte de la ciudad en vertical y con un color diferente para cada portada: la puerta de Brandemburgo, la torre de la plaza Alexanderplatz, y varios edificios más.
En resumen, se trata de una trilogía muy bien trazada y estructurada, con personajes variopintos de todas las capas de la sociedad y que tienen sus claros y oscuros y una rica vida anterior. El hilo rojo que une a todos los personajes hasta el final, cuando se comprende su envergadura, es bastante inquietante y lúgubre, pero sin embargo verosímil.