Kimetsu no Yaiba, también conocida como Demon Slayer en inglés y Guardianes de la Noche en España, es una serie de manga escrita e ilustrada por le mangaka Koyoharu Gotouge. Su publicación comenzó el 15 de febrero de 2016 en la revista semanal Shoukan Shounen Jump, de la editorial Shuueisha, y terminó en febrero de 2021 con un total de 23 volúmenes. Los 150 millones de copias en circulación, incluidas copias digitales, convierten esta serie en una de las más vendidas de la historia.
El manga cuenta la historia de Tanjirou Kamado, un joven japonés de la era Taishou (principios del siglo XX) que, tras una excursión al mercado, encuentra a toda su familia fallecida a causa del ataque de un demonio. La única superviviente es Nezuko Kamado, su hermana convertida en demonio. Eso, junto al primer contacto con un cazador de demonios, le motiva a adentrarse en dicho mundo para poder salvarla y devolverle la humanidad. Por el camino del entrenamiento y el nombramiento oficial como cazador conoce a varias personas importantes, desde sus compañeros Zenitsu Agatsuma e Inosuke Hashibira hasta los Pilares Cazademonios, entre los que se encuentra Rengoku Kyojuro, co-protagonista del film.

Kimetsu no Yaiba: El Tren Infinito (Kimetsu no Yaiba: Mugen Ressha-hen en la versión original) es el largometraje en el que basaré esta reseña. La película de anime, estrenada el 16 de octubre de 2020 en Japón, llegó a los cines españoles el 23 de abril de 2021 gracias a Selecta Visión. Está dirigida por Haruo Sotozaki y trata el arco entre la primera y segunda temporada (estrenada mundialmente el 5 de diciembre de 2021). Unos meses después del estreno, la película se lanzó en formato de miniserie con pequeñas escenas añadidas. Tanto la primera temporada como la película están disponibles en España gracias a Selecta Visión.
El éxito rotundo de la película hizo recaudar grandes cantidades tanto al país de origen como a foráneos: en su primer fin de semana de estreno en Estados Unidos y Canadá se recaudaron 19,5 millones de dólares, la mayor recaudación de inicio para cualquier película de idioma extranjero en ese sector de Norteamérica. A partir del 24 de noviembre de 2020, se convirtió en la cuarta película más taquillera del mundo en ese año, habiendo recaudado un total de 280,6 millones de dólares estadounidenses en Japón, Taiwán y Hong Kong. La cinta llegó a conseguir en su momento la cifra de 383 millones de dólares en todo el mundo.
Para esta reseña me basaré tan solo en el anime. El manga está acabado, pero no encontraréis spoilers de este más allá de lo que se encuentra en la película. Lo que sí hay, claro está, son spoilers de la película a tratar, por lo que si no la habéis visto todavía, ¡cuidado a partir de aquí!
¿Y qué es lo que hace tan buena al Tren Infinito, convirtiéndose en rompe-récords dentro y fuera de Japón? Muchísimas personas se preguntaron esto tras ver el éxito rotundo del largometraje, desbancando incluso a la oscarizada El Viaje de Chihiro (2001) en Japón tras una década de su reinado.
Hay diversos factores que se podrían tener en cuenta a la hora de hablar del éxito del largometraje. A mi parecer, uno de los más importantes es la animación. Las técnicas y el dinamismo que el estudio Ufotable ha empleado tanto en la serie como en la película son innegablemente magistrales, convirtiéndose en uno de esos ejemplos por los que muchas personas optamos a veces por la versión animada de los mangas. La calidad musical se une a dicho dinamismo, otorgando una experiencia genial en cada capítulo y escena de temporada y largometraje.
También los personajes y la trama tienen un peso importante. Rengoku Kyojuro, al que nos han presentado más bien poco en la serie, gana un protagonismo sin igual hasta convertirse en un personaje entrañable y principal para la historia. Gracias al primer capítulo de la adaptación a miniserie pudimos conocerle un poquito más, para sufrir mejor una vez viéramos lo ocurrido en la película.
Me pareció un acierto por parte de Ufotable querer dedicar una película a este arco, pues tiene todos los componentes para convertirse en un largometraje imprescindible por sí mismo y, además, un maravilloso incentivo para continuar la serie. Contempla todos los aspectos que enganchan en un filme, desarrollando todo el nudo y el desenlace en la última parte, dejando a les espectadores con ganas de más en un final desolador sin más detalles.
¿Es necesario ver la primera temporada para disfrutar de la película? Es recomendable. Se puede disfrutar de la historia autoconclusiva, pero es mejor conocer el pasado de los personajes, en especial de Tanjiro Kamado, para disfrutarla en su totalidad junto al resto de la historia y lo que está por venir.
La inconsciencia y el mundo de los sueños juegan un papel crucial en esta película, y es el principal tema del que quería hablar, pues se le dio un trato más que interesante. En el mundillo del manga y el anime podemos encontrar este recurso en bastantes obras. Un ejemplo que, curiosamente, también ocurre en un tren, es el del segundo OVA del anime Mob Psycho 100. Del mismo modo lo encontramos en otros mangas y animes como XXXHolic, Paprika o incluso videojuegos como Omori y Kingdom Hearts.
Gran parte de la historia se basa en los sueños de sus cuatro protagonistas: Tanjiro, Rengoku, Zenitsu e Inosuke. El enemigo principal de la trama es el demonio Enmu, una Luna Inferior que sirve a Muzan Kibutzuji, rey de los demonios. Su poder consiste en controlar los sueños de la gente, despojándola también de la condición para dormir y soñar a placer. Todos ellos se encuentran en el mismo tren debido a la devastación que el poder del demonio está provocando en el vehículo, arrasando con la desaparición de sus pasajeros. Los tres (cuatro si contamos a Nezuko) van en busca de Rengoku para ayudarle. Una de las escenas más entrañables se da cuando los tres jóvenes reconocen al Pilar como futuro tutor, ofreciéndote la expectativa y esperanza de que así sea. Después de que el misterioso revisor les pique los billetes, los cuatro se sumen en un profundo sueño del cual no son conscientes. La atmósfera cambia al momento y todos luchan contra demonios que aparecen por los vagones, pero es solo una visión subconsciente: el primer estadio del sueño al que los induce Enmu para allanar el terreno y poder absorber a todes les pasajeres, y conseguir de ese modo más poder y la validación de su líder. Mientras tanto, cuatro niñes se ven envueltes en los planes del enemigo, que les ordena atar sus muñecas con las de los personajes principales con tal de destruir sus núcleos espirituales, los cuales encontrarán en el inconsciente de todos ellos. Con lo que no cuenta Enmu, claro, es con el poder del Pilar y los cazadores. Los cuatro se embarcan en su propia senda del sueño, que se nos muestra con una hermosa imagen de todos ellos dejándose hundir en un océano profundo. Cada uno de los sueños gira en torno a los deseos más íntimos del soñador, por lo que fluyen entre escenas que les son cómodas y les permiten olvidar que están durmiendo en una realidad más cruda.

El primero al que vemos nadando en un sueño feliz es a Zenitsu. En este, se le ve paseando felizmente junto a Nezuko. En el de Inosuke, por otro lado, podemos comprobar la noción silvestre en la que se ha visto envuelto toda su vida. La socialización de este personaje comienza a volverse humana a raíz de su amistad con Tanjiro y Zenitsu, pero su base aún es bastante salvaje. Es por eso que, por ejemplo, confunde al tren Mugen con un insecto o monstruo gigante al que enfrentar en el sueño junto a sus “inferiores” (sus tres compañeres), a les que ve de forma animaloide. Aunque pueda resultar divertido, es la muestra de la falta de relaciones sociales que ha tenido. Estos dos ejemplos podrían indicar la sutileza con la que la mangaka quiso mostrarnos los resquicios del pasado y la psique de sus personajes, pero aún hay más material interesante por analizar en torno a esta decisión.
El sueño de Rengoku Kyojuro es más doméstico y maduro. En él, se le ve hablando con su padre, antiguo Pilar de la Llama como es él en ese momento. Tras el desprecio del padre por el anuncio de sus logros, Kyojuro habla con su hermano pequeño, al que pretende enseñar la senda del cazademonios para convertirse también en Pilar de mayor, como es tradición en la familia. Mientras vemos toda la escena de cotidianidad, una de les cuatro niñes se cuela en el sueño. Tras abrir una brecha en la membrana que separa el sueño del interior del subconsciente encuentra un paisaje azotado por las llamas sobre un suelo de piedra. El campo inconsciente que representa a Kyojuro es un caos donde encontramos la metáfora de sus emociones reprimidas: el dolor por el rechazo de su padre y la incomprensión que le genera, así como la presión de ser el cabeza de familia imperante ante un padre desganado, una madre fallecida y un hermano pequeño. La niña intenta destrozar el núcleo del Pilar, pero este, en la realidad, reacciona agarrándola del cuello e impidiéndoselo.
Mientras tanto, los estadios de felicidad primaria en los que se encuentran Zenitsu e Inosuke poco a poco se evaden, hundiéndolos en dimensiones más oscuras. Les niñes que deben destruir sus núcleos fracasan: por una parte, Zenitsu aparece en su propio inconsciente, donde todo está oscuro, y derrota al niño. Por otro lado está Inosuke, que también aparece en su propio sueño en forma de jabalí con cuerpo humano de cuello para abajo. Algo perturbador y misterioso a partes iguales es la ligera pista que se ofrece sobre cómo Zenitsu emplea su poder tan solo cuando se encuentra en estado de trance. Su personalidad cambia todas las veces que esto ocurre en la serie.
El lenguaje visual de estas escenas es, a mi parecer, la parte más importante de toda la película, pues nos enseña, sin tan solo un diálogo o explicación, la esencia más íntima y profunda de los personajes principales. El inconsciente se muestra como la metáfora de su interior de forma sutil, esclarecedora y bella a pesar del dolor que vemos en todos ellos. El uso de algo tan efímero como los sueños para dotar de profundidad a los personajes y la construcción de su mundo interior es uno de los mejores aciertos que hacen tan original al arco de la película.
Seguimos la historia llegando, por fin, al sueño del protagonista. En este, Tanjiro Kamado se reencuentra con su familia fallecida en mitad del paisaje nevado de su antigua aldea. Poco a poco, comienza a ceder ante la comodidad y la felicidad que le otorga el acogedor y feliz hogar. Por otro lado, mientras tanto, el chico al que se le ha asignado la destrucción de su núcleo encuentra un paisaje inesperado: cielo y agua se unen en un horizonte cristalino e iluminado que conmociona al joven. Esta es, posiblemente, la escena más preciosa de toda la película, y no solo por la calidad visual. El significado que se vislumbra ante la imagen de pureza y claridad nos da la muestra de cómo el personaje de Tanjiro encaja en el cliché personificado de la bondad del protagonista de shounen. Pese a resultar tan manido, no genera pesadez como suele hacer. La sensación se amplifica cuando el chico se deja guiar hasta el núcleo por unas criaturas de pura luz. El joven, atónito ante lo que se muestra ante él, se deja llevar sin poder creer lo bonito que es todo. Cuando entiende que las criaturas le guían a pesar de saber lo que quería hacer con su núcleo, el muchacho se rompe del todo.

Mientras tanto, Tanjiro enfrenta la realidad de su vivencia al ser alertado por un reflejo propio. La fortaleza del chico se muestra de la manera más cruda posible. Y es que, si por algo se caracteriza esta serie, es por la dureza de la historia bajo una estética dulce y cuidada y unos personajes entrañables. Guardianes de la Noche es una serie con un componente más fuerte del que podría parecer a simple vista: se tratan temáticas como la muerte, el asesinato o el suicidio de un modo bastante directo. El ambiente en el que se mece la historia claramente da pie a ello, pero la sutileza y, a la vez, franqueza con las que se trata sorprenden. En mitad del sueño, Tanjiro comienza a ser consciente de dónde se encuentra, de cuál es la verdadera realidad. Esta es una de las dos escenas más duras de todo el largometraje: sentimos en nuestra propia piel el dolor de Tanjiro al rechazar el hogar idílico pero imaginario. Deja atrás a sus hermanes y su madre con todo lo que esto supone. Podría quedarse en ese magnífico sueño, lejos de la cruda realidad, pero la responsabilidad y la frialdad con la que se ve obligado a tomar la decisión le hace encajar de nuevo en la realidad.
La manera en la que descubre cómo recuperar la consciencia es terrible: inducido por la imagen fantasmal de su padre, el joven cazademonios entiende que debe cortar su propia cabeza en el sueño. De ese modo vuelve de nuevo al tren, requerido también por Nezuko, que le ha intentado despertar. La joven demonio se encarga entonces de despertar al resto de compañeros gracias a sus poderes, mientras Tanjiro noquea a les niñes a les que permanecían atades. El chico asignado a él no se defiende: después de conocer las profundidades del corazón de Tanjiro, solo puede estarle agradecido al entender su bondad. Ambos se despiden cordialmente antes de que Tajiro vaya a buscar al demonio responsable de todo ese desastre.

A partir de aquí vemos como Tanjiro debe luchar él solo con Enmu al encontrarlo sobre el tren al que controla. En mitad de la batalla, el demonio vuelve a dormir a Tanjiro, procurándole entonces una pesadilla: su familia, herida de muerte, le recrimina el accidente de tiempo atrás. Tanjiro vuelve a la realidad de nuevo para saber que Enmu se ha fusionado con el tren por entero (y, gracias a esto, descubrimos de paso las maravillas técnicas que utiliza el estudio para animar el cuerpo del demonio, alternando un estilo 3D junto a la línea del resto). Por suerte y alivio para Tanjiro (y les espectadores), Inosuke aparece en escena para ayudarle. Todes han despertado ya, y Rengoku les otorga la tarea de acabar con el demonio. Después de una ardua batalla, Tanjiro e Inosuke logran dar con el cuello de Enmu (en el mundo de Kimetsu no Yaiba solo se puede matar a un demonio cortándole la cabeza). Tanjiro está a punto de morir al confundir la realidad y el sueño después de que Enmu utilice de nuevo su poder contra él. Inosuke, inmune por la cabeza de jabalí que lleva con él, le ayuda y salva hasta que ambos logran acabar con Enmu. Para entonces, Tanjiro está herido y el tren ha descarrilado en mitad del campo.
La segunda escena más dura está por venir tras toda esta parte. Acostumbrades a que este tipo de arco típico de anime finalice al vencer al enemigo, era poco previsible que en los últimos minutos de la película fuéramos a encontrar una escena tan desgarradora. Una vez Rengoku y Tanjiro se reúnen de nuevo, aparece uno de los demonios más poderosos conocidos hasta el momento: Akaza, Luna Superior rango tres. Tras rechazar la invitación a convertirse en uno de los suyos, Rengoku y el demonio comienzan una cruenta batalla que no deja de doler en cada frame. Tanjiro e Inosuke lo contemplan todo en la distancia con impotencia por no poder ser de ayuda. Aunque la narrativa sea hiriente, la animación de esta parte es increíble: los efectos y el dinamismo otorgan a Ufotable ser reconocido como uno de los mejores estudios de animación japonesa del momento.

En el final de la película vemos morir a Rengoku entre las lágrimas y gritos de impotencia de Tanjiro, mientras Inosuke y Zenitsu, que trae a Nezuko junto a él, le lloran amargamente. Inosuke nos ofrece incluso un instante humorístico al principio, pero igual de doloroso, al echarse a llorar mientras dice al resto que no lo hagan. Los créditos también se encargan de seguir haciendo daño al mostrar imágenes de Rengoku. Un personaje que, para lo poquísimo que sale en la serie, se gana un hueco inmenso en el corazón de tode aquelle que siga la serie.
En conclusión: el conjunto de destrezas de la animación con el uso de diferentes texturas, dinamismo y paisajes compuestos de una calidad sin igual o el estilo característico de la serie llevado a la pantalla se mezcla con una trama interesante, técnicas narrativas originales y personajes carismáticos, procurando una película tan emotiva como dura, tan cruel como humana a pesar de estar basada en un mundo de fantasía con folclore japonés. Pero, ¿qué es la fantasía sino el reflejo metafórico de los rasgos más humanos?
La manera en que esta película ha logrado captar tanta atención no se debe solo a la belleza y técnicas del estilo cuidado de Gotouge y Ufotable, sino a lo que se narra en ella. Kimetsu no Yaiba se caracteriza por detalles tiernos y directos, por el humor y por la emoción que se refleja en personajes tan entrañables como el protagonista o tan característicos como sus compañeros de equipo. La película, a pesar de conformar uno más de varios arcos de una trama con pasado y futuro, conforma su propia historia conmovedora con acción y emociones de todo tipo. Una película que a les fans de la animación, en especial la japonesa, no dejará indiferente.

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