Una de las citas más importantes de los videojuegos es el Electronic Entertainment Expo, el E3, una feria anual que se celebra en Los Ángeles en junio desde 1995. Cada año, las compañías de juegos de todo el mundo presentan sus próximos lanzamientos y novedades. A veces es un simple logo y un «Próximamente». Otras hay más suerte y se ve un teaser, un tráiler que deja con expectación y ganas de más. Y en etapas más avanzadas, hay demos para que la gente pruebe lo que se viene. Con esta información, el E3 de 2006 no fue poco para la compañía japonesa Square-Enix. Allí presentó el ambicioso proyecto Fabula Nova Crystallis: Final Fantasy, relacionado con la saga Final Fantasy. Se mostró el tráiler de la siguiente entrega de la saga, Final Fantasy XIII, la siguiente entrega para la nueva generación de consolas, y una novedad, el teaser de Final Fantasy Versus XIII. Esta y las siguientes entregas del proyecto no iban a ser independientes, como era lo habitual, sino que girarían en torno a los conceptos de l’cie, fal’Cie y los cristales. Era un proyecto muy ambicioso, con tres entregas previstas: las ya mencionadas y una tercera, nacida como Final Fantasy Agito XIII, pensada para móviles y que acabó saliendo para PSP como Final Fantasy Type-0.
Este proyecto se encontró con un problema, ya que el lanzamiento de FFXIII no fue como se esperaba, lo que haría que en la compañía se repensaran su estrategia, siempre jurando que Versus XIII seguía adelante. Durante varios años se sacó algún tráiler esporádico, con contínuas promesas de que se seguía trabajando en ello, pero sin noticias reales. En 2013 acabó saltando la noticia: el juego iba a renombrarse a Final Fantasy XV, dejando de lado el cosmos de Fabula Nova Crystallis, Hajime Tabata pasaba a ser el nuevo director y Testsuya Nomura, dejaba de estar al cargo del proyecto para centrarse en el desarrollo de Kingdom Hearts 3. También se dijo que se iba a reformular por completo la idea del juego. Y para cerrar, se ponía fecha de lanzamiento tras siete años sin saber nada: 2016.
Para un proyecto de esas características, con un desarrollo previo de siete años, estos cambios tan importantes suenan tan mal como parece. Además de ser un título independiente, se eliminaron personajes, se cambió la historia, se planteó un equipo sólo masculino… Había, en general, mucha desconfianza al juego. Que se planteara una película en CGI, Final Fantasy XV Kingslaive que actuaría de precuela a los hechos del juego no ayudó. Saori Itamuro, la guionista principal, justificó esta decisión en una entrevista a IGN que se habían dado cuenta que no podían contar toda la historia en el juego y por eso lanzarían tanto la película, como una serie de OVAs gratuitas de los protagonistas, donde mostrarían su infancia, Final Fantasy XV Brotherhood.

Finalmente, el juego salió, con críticas irregulares. Con Final Fantasy XV no hay un término medio, o se ama o se odia. Objetivamente tiene elementos de diseño y producción cuestionables, que tienen que ver con el hecho de que había que lanzar el juego. Es posible notar en qué punto el reloj y el presupuesto dictaminaron que había que acelerar porque salía ya. Pese a mi expectación, el juego salió y durante su primer año, se lanzaron múltiples parches que añadían cinemáticas y explicaciones dentro del juego porque en algunos puntos no quedaba claro que sucedía (principalmente en el tramo final del juego). Por si fuera poco, la historia se amplió con varios DLCs (contenido descargable que se paga aparte del juego), que profundizaba las historias de los compañeros de Noctis, el protagonista del juego.
Nada de esto suena muy bien ni nada halagüeño. Aun con todo esto, FFXV es uno de mis juegos favoritos, no de la saga, sino en general. La historia de Noctis, Gladio, Ignis y Prompto es una que me lleva acompañando desde hace más de cinco años. Parte de culpa es de Kazushige Nojima, el responsable de plantear la idea original. Pero las personas responsables de verdad del juego fueron Saori Itamuro, Akiko Ishibashi y Takumi Nishida, las guionistas responsables de pasar ese esqueleto a videojuego, desarrollándola, con Itamuro como jefa de los guionistas. Así que, que Stand by me me haga llorar cada vez que la oigo es principalmente culpa de Itamuro, Ishibashi y Nishida, que crearon, como digo, una historia y unos personajes que no me van a abandonar nunca.
Pese a esta devoción que expreso siempre que puedo sobre FFXV y que considere que sea uno de los mejores juegos de la saga, las ventas no acompañaron (al menos para un juego con un desarrollo tan largo). El que para conocer la historia implicara verse una película, un anime de cinco episodios, jugar el juego y luego pagar por tres DLCs, más un multijugador, no hizo gracia. Así que cuando se anunciaron nuevos Episodios (el nombre que recibieron estas entregas extra) de Ardyn Izuna, el antagonista; Aranea Highwind personaje secundario; Lunafreya Nox Fleuret, personaje secundario y supuesto interés romántico del protagonista; y Noctis Lucis Caelum, la gente no estaba contenta. Además, ¿Episodio Noctis? Si ahora había un DLC con el protagonista, ¿que habíamos jugado entonces?

Para entenderlo mejor esto hay que hacer un pequeño spoiler, y es que la historia no termina de forma alegre. Además, dentro de los fallos que tiene el juego, está lo poco trabajada que está la relación entre Noctis y Luna. Esto sea probablemente fruto del cambio que sufrió el juego con la salida de Nomura del proyecto, en el cual se pasó de tener dos personajes femeninos principales a uno sólo. Durante todo el juego, se nos trata de vender (pero no mucho) que Noctis y Luna están profundamente enamorados el uno del otro, a pesar de que hace doce años que no se ven cara a cara, desde que tenían ocho y doce años. Aparte de esto, iniciamos nuestra aventura con los amigos de Noctis acompañándole a Altissia, a su boda. Pero por el camino pasan cosas, que provocan que pasemos a una road trip de supervivencia con tus colegas. El problema viene con que trabajaron tanto este aspecto que descuidaron los demás, haciendo que la relación entre Prompto y Noctis cueste verla de forma no romántica. Sospecho que parte de esto es lo que motiva la insistencia de dar más empaque a la relación de Noctis y Luna por las cinemáticas, además de motivar creación de estos DLCs, que rellenaran, entre otras cosas, los huecos en esta relación.
Primero se lanzó el DLC de Episodio Ardyn, que se acompañó de un pequeño corto anime, que contaba más sobre las motivaciones del personaje. Luego se realizó un evento donde se anunció la cancelación de los restantes DLCs. Más adelante se comunicó que no iban a tirar este material (supongo que la promesa de un final feliz del juego hizo que muchas fans tuvieran opiniones sobre la cancelación), sino que se iba a lanzar un libro donde se novelizarían. Aquí surge Final Fantasy XV: The Dawn of the Future, de Jun Eishima, que recoge, tanto el DLC lanzado, como los tres cancelados.
Publicado originalmente en abril de 2019 en japonés, el libro sólo cuenta de momento con traducción al inglés, de julio de 2020 y obra de Stephen Kohler. La edición cuenta con unas láminas iniciales de presentación de personajes y resumen de la historia, y otras al final, con diversos concepts arts de los DLCs, que fueron la guía e idea para los desarrollos iniciales de los mismos. En cuanto a Eishima, es el pseudónimo de Emi Nagashima, escritora japonesa de suspense, cuyas novelizaciones de mangas y videojuegos se publican bajo el nombre de Jun Eishima. Ha colaborado con Square-Enix en otras novelizaciones, como las de FFXIII o NieR: Autómata.

The Dawn of the Future se divide en cuatro capítulos, cada uno dedicado a un DLC, incluido el Episodio Ardyn, cada uno de unas cien páginas. Si nos ceñimos a una equivalencia entre páginas y minutos, tendríamos que cada DLC hubiera tenido unas dos horas de historia, similar a los que encontramos publicados. El primer capítulo «A Savior Lost», es el que resulta más sencillo de comparar entre novelización y juego, al ser el único que se llegó a lanzar. Tenemos por un lado los flashabacks del pasado remoto de Ardyn y luego la narración treinta y cinco años antes de los eventos del juego, con Ardyn realizando un primer ataque a Insonmia en su búsqueda de venganza contra el legado de su hermano Somnus. El flashback es parte de este pequeño corto de anime, que no aparece en el juego, por lo que tenemos la combinación de anime y juego.
A nivel de trama no descubrimos mucho más, sólo veremos algo más desarrollados los razonamientos de venganza de Ardyn y que desencadenan los eventos del juego principal. También conocemos un poco más de la historia de los Sidéreos o los Seis, las deidades que protegen a Eos y podremos reconocer los eventos que desencadenamos en el DLC (aunque sin gorritos).
El siguiente capítulo, «The Begging of the End», iba a ser el siguiente en lanzarse y tiene como protagonista a Aranea Highwind, mercenaria que empieza como enemiga y acaba por ser aliada, que ya había formado equipo con nosotros, tanto en el juego principal, como en Episodio Prompto. La premisa, como cuentan en las láminas finales es «el peor día de la vida de Aranea». Además de ser un último día literal, pues tras los eventos de este Episodio, el sol deja de salir, creándose una noche eterna y llena de demonios. Este es el capítulo más divertido. No sé qué otra cosa podríamos esperar de una historia que se inicia con Aranea comiendo palomitas rancias rescatadas de Altissia. Asistimos a la caída de Nilfheim y como Aranea debe rescatar supervivientes y detener el Arma Diamante. Como digo, es la historia más humorística, que pega con el personaje, y al mismo tiempo, se nota que el guion sobre el que trabajó Eishima estaba muy avanzado. Se narra con bastante detalle las batallas que se habían planificado y puedes ver la idea que tenía el equipo creativo para el desarrollo de las mismas. También se nota que era un DLC enfocado sobre todo a la acción, ya que la narración se centra en las batallas y no desarrolla tanta trama o las motivaciones del personaje como en el resto. Aunque sea el capítulo que más he disfrutado, porque el personaje me gusta de antes y la narración desde su punto de vista me ha encantado, la mayoría de batallas resultan confusas y sólo tienen sentido si ya conoces del juego previamente.
Este el mayor fallo que tiene esta novelización, que está enfocada a quienes ya hayan jugado el juego. Algo lógico al contar los hechos que suceden en el tramo final de Final Fantasy XV, pero que evita a que alguien quiera curiosear que ha pasado.
Sobre hechos finales, el tercer episodio, «Choosing Freedom», es el dedicado a Luna y donde empieza la divergencia respecto al juego original que ya se planteó tímidamente en Episodio Ignis. Nos encontramos con que Luna se ha puesto mejor tras el apuñalamiento que sufrió a manos de Ardyn en Altissia. Sólo para despertar diez años después, justo cuando suceden los eventos del capítulo XV del juego. Este Episodio se nota que estaba en etapas más tempranas de planificación y no es tan cerrado como el anterior. Aquí tendremos distintos puntos de vista, con Luna y Sol, personaje que se presenta fugazmente en el capítulo anterior. En las notas del equipo, vemos que su intención era reproducir lo conseguido en el juego original con ambas mujeres, y de lo poco que vemos, es algo que se intuye lo que podía haber sido. Se nota además que este iba a ser un DLC más tranquilo y no hay tantas narraciones sobre combates, y notas cuales iban a ser los puntos de tensión.

Se profundiza un poco más en cómo se ha organizado este nuevo mundo, y más detalles de la vida de Luna como Oráculo y como herramienta del Imperio de Nilfheim. También podemos conocer de verdad las motivaciones y dudas de Luna, ya que en el juego aparece muy brevemente y nunca llega a hablar en persona con Noctis. El mayor fallo que tiene este tramo es la necesidad que el equipo de convencernos de que Luna y Noctis están profundamente enamorados entre sí, que no se ve reflejado en ningún momento del juego, y a posteriori, resulta muy forzado.
Por último, tenemos «The Final Glaive», el capítulo final. Similar en estructura al anterior, alternando distintos puntos de vista y bastante introspectivo, se ubica justo al mismo tiempo que los eventos finales del anterior DLC y los continúa. Conocemos más de los planes de los Sidéreos y vemos como Noctis acepta su destino final como el Entronado. Este capítulo tiene tramos de ensañamiento emocional, sobre todo con el reencuentro con Gladio, Ignis y Prompto, en como las dinámicas entre los cuatro siguen intactas tras tanto tiempo. Aquí la narración salta entre el punto de vista de Noctis, Luna y Ardyn, que han decidido cambiar el destino impuesto por los dioses.
De nuevo, las descripciones de las batallas es lo que más falla, al no saber trasladar tan bien el frenetismo que se transmite en el juego. Además, la ausencia de la banda sonora de Yōko Shimomura le resta epicidad a los combates. Por otro lado, se ofrece un final alternativo al juego. ¿Es más satisfactorio que el original? Por una parte sí, pues es feliz. Por otro, sigue sin saber muy bien cómo resolver la redención de Ardyn, demasiado carismático al final como para resultar cómodo que sea puramente malvado, y que te acabas creyendo un poco porque toca. Como el romance entre Luna y Noctis.
Aunque algo irregular al final, no me quejo de esta novela, que se podría haber subtitulado el gran robo del siglo: ves que tramos que hubieran sido espectaculares y divertidísimos de jugar, además como se explora la relación entre personajes femeninos, una gran falta del juego original. También tenemos más monólogo interior que no se hubiera trasladado bien al juego y que ayuda a comprender mejor algunas acciones y comportamientos. Sobre todo saber cómo Noctis se toma su destino como Entronado, o la evolución y construcción de Luna como personaje y no mero recurso narrativo. Es un gusto verla como Oráculo, con todas las implicaciones y poder que significan. Una lástima que los DLCs no salieran adelante, pero mientras, nos podemos contentar con esta novela. Y sino, siempre nos quedarán los fanfics.

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