Hemos pasado meses ola tras ola de calor. Según los estudios de hace una década, estamos en 2030. Quedan 100 segundos para la medianoche. El futuro puede ser distópico, pero también esperanzador. Podemos quedarnos de brazos cruzados o montar una revolución. En cualquier caso, estos libros te van a servir para reflexionar y disfrutar de la mejor ciencia ficción. Y, quizá, también para salvar el mundo. ¿Los has leído todos?

Serpiente del sueño, de Vonda N. McIntyre
Aunque reseñé esta novela hace unos años, mi fascinación por ella ha ido creciendo con el tiempo y las relecturas. Es la expansión del relato Of Mist, and Grass, and Sand, con el que la autora ganó en 1974 el premio Nebula y fue nominada al Hugo y al Locus. Con la novela, en 1979 ganaría los tres premios.
La historia cuenta el viaje de Serpiente, una sanadora que va de pueblo en pueblo ofreciendo sus servicios. Para ello se sirve de tres serpientes: dos de ellas curan diferentes tipos de dolencias, según su gravedad, y la tercera induce a la gente en un sueño tranquilizador. Es esta última la que nuestra protagonista pierde cuando está tratando a un niño debido al miedo y la incomprensión de su familia y, también, a su propio exceso de confianza. Serpiente debe encontrar una manera de sustituir a la serpiente o no podrá seguir curando a la gente.
Es este un viaje tranquilo cargado de reflexiones y encuentros que invitan a la reflexión sobre múltiples temas que interesan a la autora: poliamor, prejuicios, discriminación, abuso sexual, familia encontrada, libertad sexual, el aborto. Muestra, además, a una mujer segura de sí misma, independiente, empática, de gran fortaleza, dulce, frágil, temerosa y valiente. McIntyre recoge la ambientación de la distopía posnuclear y la convierte en un entorno donde la compasión y no la violencia son los que hacen que la vida prospere. Nos muestra una sociedad que no se rige por el patriarcado, en donde hombres y mujeres comparten el trabajo y las responsabilidades. Introduce el biocontrol, que también aparecerá en otras de sus novelas como Superluminal.
Serpiente del sueño es una novela subversiva llena de matices sobre la que seguir construyendo ciencia ficción feminista.

Se buscan mujeres sensatas, de Sarah Gailey
Tenía que incluir esta historia de Sarah Gailey porque muestra un futuro distópico y es esperanzadora al mismo tiempo. Le autore nos presenta en esta novela corta, finalista a los premios Hugo y Locus en 2021, una distopía ambientada en un futuro cercano que nos lleva a un western con mujeres sáficas y no binarias dentro de una sociedad claramente patriarcal y totalitaria. En este tiempo, la homosexualidad vuelve a estar prohibida y las mujeres solo pueden esperar casarse y tener descendencia porque no se les permite nada más.
La protagonista de esta historia, Esther, está desesperada por huir de un matrimonio concertado y también de los recuerdos de la ejecución de Beatriz, su amante, por haber sido pillada con propaganda en contra del gobierno. Sin embargo, sus planes de huida se ven truncados cuando les bibliotecaries le pillan escondida en su carromato. Es entonces cuando descubre que la vida de elles es más que llevar la ficción que autoriza el gobierno de un sitio a otro.
Y en ese viaje que mantienen, entre aventuras, se profundiza en la identidad de género y sexualidad de ese grupo al mismo tiempo que la protagonista aprende más de la suya gracias a elles liberándose así del peso de la culpa por ser quién es. Consigue aceptarse y permitirse pensar en ella y en lo que le atrae. Además, aprenderá muchos consejos para sobrevivir porque esta historia es también una de aventuras y peligros. Por esto y más, Se buscan mujeres sensatas es un western, es antifascista y es una historia de identidades queer. Es dura, es bonita y puede ser más cercana de lo que parece.
Si queréis saber más, tuvimos el placer de entrevistar a le autore.

Innombrable, de Caryanna Reuven
Innombrable no es la obra más esperanzadora de Caryanna Reuven (Ruha | Alma o Proyecto Alfa lo son más) pero sí la más compleja que tiene. En esta mezcla de thriller y ciencia ficción, seguimos las andanzas del, la, le espía perfecto, perfecta, perfecte IN.00 que debe infiltrarse en territorio enemigo en medio de una guerra fría interplanetaria.
Manejando conceptos que tenemos más costumbre de ver en fantasía que en ciencia ficción, nos adentramos en un mundo donde se puede alterar el nombre verdadero de la gente a cualquier nivel (identidad, ideología, aspecto físico…). Con esto, la autora explora el tema de la identidad y que nos define como personas. A través de Innombrable descubrimos que se oculta tras las políticas e incidentes en la Unión, en un ambiente de paranoia y desconfianza típico de una novela de espías.
El mundo que se nos muestra es rico, diverso y muy conocido. Lo recorremos de la mano de alguien que no mantiene una identidad fija, que fluye entre varias, siendo la misma persona y al mismo tiempo no siéndolo. Una obra imprescindible para cualquier persona que esté en la ciencia ficción por las ideas novedosas y rompedoras.
Puedes saber más de la obra y la autora en esta entrevista que le hicimos.

Justicia Auxiliar, de Ann Leckie
Resulta un poco tramposo que haya escogido Justicia Auxiliar, ya que es todo una excusa para poder hablar de la trilogía del Imperio del Radch, ya que me resulta imposible no hablar de estos libros en su conjunto.
Ya desde el inicio Ann Leckie plantea la novedad: las radchaais usan el femenino siempre. No uno por defecto, o genérico. En el Radch sólo hay ciudadanas. Este hecho, que puede parecer trivial, en el momento que leí el libro por primera vez me obligó a repensar como imaginaba y definía a los personajes cada vez que leía. Y cuando piensas que la autora no te puede sorprender más, descubres cuanto puedes equivocarte.
Naves que son dirigidas por IAs que usan cadáveres resucitados como auxiliares para todas las tareas. Un Imperio de más de 10000 años de antigüedad que reproduce las tácticas de asimilación del Imperio Romano… Estos son algunos ejemplos que encontramos a primera vista en las andanzas de Breq, quien quiere venganza por algo que sucedió hace 19 años, cuando aún era Justicia de Toren. A medida que avancemos en la historia, descubriremos muchas cosas del Imperio del Radch, cómo se organiza y los principios que gobiernan uno de los Imperios más vastos que se puedan imaginar.

La singularidad, de Sara Sacristán Horcajada
La obra de Sara Sacristán no es muy amplia lo que es una lástima porque las dos novelas cortas que tiene publicadas hasta el momento son obras maestras. Para esta ocasión he escogido su obra más reciente, La singularidad, en donde seguimos a un grupo de astronautas al interior de una anomalía espacial de la que se ha recibido una señal de origen desconocido con toda la información necesaria para que puedan acceder a la misma. Y una vez dentro, es cuando empiezan los problemas.
Tanto en esta obra como en El jardín de infancia, al leerla sientes que tiene las palabras necesarias, ni más ni menos. En este caso la acción y los acontecimientos se van desarrollando de forma lenta y frenética al mismo tiempo. En unas pocas pinceladas todos los personajes quedan caracterizados y puedes sumergirte en la acción y la historia. Una que te puede resultar familiar, pero la virtud de Sara Sacristán hace que eso no importe y te obliga a no soltar el libro en ningún momento.
Como digo, es una lástima que no tengamos más obras de la autora, pero al mismo tiempo nos obliga disfrutar en más profundidad de las ya existentes, sumergiéndonos de cabeza en sus historias.

Consecuencias Naturales, de Elia Barceló
A principios de los años 90, Elia Barceló publicaba lo que se convertiría en uno de los mejores libros de ciencia ficción hispana: Consecuencias Naturales.
En esta novela, la humanidad se enfrenta a un primer contacto con una raza alienígena. Sin embargo, las cosas no van como esperaban y esos primeros momentos determinarán de manera fulminante la relación y el futuro de las dos especies (la alien pero la humana también) durante los siguientes meses.
Lo que hace a Consecuencias Naturales un libro tan importante es la deconstrucción que hace del tropo del primer contacto; de cómo analiza cómo es el carácter y organización de los humanos para llegar a la conclusión de que las fuerzas militarizadas y una visión conquistadora del espacio, en vez de una pacificadora, solo puede volverse en nuestra contra.
Por si esto fuera poco, utiliza la ciencia ficción como debe ser mejor utilizada: para llevar los asuntos espaciales a problemas reales y cercanos, de los que sufrimos en la Tierra. Este libro de ciencia ficción con aliens es muy humano y muy lúcido respecto a las denuncias que quiere hacer la autora sobre preocupaciones reales que ocurrían en la Tierra en los 90, y que no solo siguen existiendo, sino que son uno de los debates que más ruido han generado en los últimos meses.
Consecuencias Naturales es un ejemplo perfecto de la buena ciencia ficción, un libro que está más vigente que nunca. Contiene unos alienígenas carismáticos, unos humanos egocéntricos y un debate en el que ninguna de las dos partes tiene completamente la razón. Podríamos estar horas hablando de Consecuencias Naturales, y llevamos con esa sensación más de 25 años.

Los Desposeídos, de Ursula K LeGuin
Hacer una lista de los mejores libros de ciencia ficción y no nombrar a Ursula K LeGuin sería estar mintiendo: es una de las mejores escritoras (podría argumentar que la mejor, de hecho) de ciencia ficción de la historia.
Los Desposeídos es una de sus grandes novelas, o al menos, una de las que más impacto ha tenido a lo largo del tiempo. En esta novela seguimos al protagonista, Shevek, a lo largo de su carrera académica en Anarres, su planeta natal; pero también su viaje a Urras, su planeta rival. Gracias a este ciudadano, que solo quiere seguir haciendo su trabajo, conocemos la vida cotidiana de los dos planetas, que no habían tenido contacto durante muchos años por tener visiones irreconciliables sobre la humanidad y la civilización.
Los Desposeídos es una novela sobre ideas y sobre política. Con una visión profundamente anarquísta, LeGuin nos muestra un mundo sin jerarquías, sin leyes; una utopía que sigue funcionando generaciones después de la revolución. También nos muestra su relación con un planeta cercano y contrario, donde los anarquistas son vistos como peligrosos, porque ellos sí tienen un orden social organizado desde arriba que deben esforzarse en mantener.
La vida y las experiencias de Shevek son apasionantes. El tiempo que pasa en Urras también lo es. Y Los Desposeídos nos cuenta cómo aparece el ansible, que tantísima influencia ha tenido en la ciencia ficción posterior.
De Los Desposeídos no esperaremos fuerzas militares, explosiones ni grandes traiciones. Es una lectura mucho más pausada, profunda y debatida que siempre se está moviendo los límites de la diplomacia. Pero bueno, en realidad fuerzas militares, explosiones, guerrillas y grandes traiciones también tiene.

El largo viaje a un pequeño planeta iracundo, de Becky Chambers
A cuenta de algunos proyectos personales, estoy interesada en historias que salgan un poco de la narrativa más clásica. Que sean más slice of life. Esta novela de Becky Chambers se podría definir como tal y por eso me animé a leerla.
La novela sigue las andanzas de La Peregrina, una nave tuneladora a la que se une Rosemary Harper como última tripulante, como asistente personal de su capitán. Ashby, al poco de su incorporación, decide dar un paso adelante en la trayectoria de la nave y acepta un trabajo ambicioso que los llevará a emprender un largo viaje que da nombre a la novela. A través de las diferentes etapas de ese viaje, Chambers nos va esbozando no solo los personajes (su carácter, su historia, su cultura…) si no también el mundo que los rodea y en el que se desenvuelven.
Además de ser un slice of life, es una historia que en resumidas cuentas, os va a dejar el corazón calentito. Es amable y esperanzadora. No significa que no haya conflictos, problemas y movidas o gente siendo mierda. Lo hay. Es la manera en la que Chambers enfoca todo. Como por ejemplo, el trato a las IAs. O los avances tecnológicos, recordándonos que el problema no es de la tecnología en sí, sino de quien las usa y con qué objetivo.
O la elección de una nave tuneladora con un capitán pacifista que no lleva personal militarizado a bordo y se niega a llevar ningún tipo de arma dentro de la nave. Ni siquiera cuando son asaltados de repente, en una escena que me gusta muchísimo cómo resuelve Chambers todo.

La mirada extraña, de Felicidad Martínez
Una de mis misiones en la vida es evitar que las palabras de Felicidad Martínez se cumplan: «Se me ha reconocido y premiado fuera de España antes que en mi propio país. Pues nada. Con un poco de suerte, solo tendré que esperar a morirme para que aquí ocurra algo parecido» (Windumanoth nº 7). Es por eso que está en esta lista, porque estoy convencida de que, de tener otro nombre y escribir en otro idioma, esta autora tendría mucho más reconocimiento del que está recibiendo (como ocurre con muchas otras autoras de ciencia ficción españolas, no es la única). No por nada la ESFS concedió el Encouragement Award como una de las nuevas voces europeas en 2016.
Fue precisamente en 2016 cuando publicó La mirada extraña, un compendio de novelas cortas que le valió dos Premios Ignotus (uno como Mejor Antología y otro a «En tierra extraña» como Mejor Novela Corta) tras varios años siendo finalista. En ellas, Martínez explora el universo Crow desde miradas no humanas, jugando con la antropología y el lenguaje. Gracias a ello, les lectores tienen la sensación de adentrarse en un mundo que no conocen y se genera un sentido de la maravilla bien llamado extraño. Historias donde lo espiritual, lo tradicional y lo desconocido se entrelazan y ahondan en la otredad.
No es esta una obra para introducirse en la ciencia ficción, pero sí para retarse, ya que la autora busca lectores actives, y para maravillarse ante la maestría de una obra circular, en la que las historias se relacionan entre sí y con cada relectura se descubren más y más capas. La mirada extraña se paladea como un buen vino y sus palabras dejan poso.

La Tierra Fragmentada, de N. K. Jemisin
Nadie gana tres Hugos seguidos con una trilogía por nada. Jemisin lo hizo pasando por encima de «un mundo de personas que constantemente se cuestionan tu competencia, tu relevancia, tu propia experiencia» (discurso de aceptación del Premio Hugo a Mejor Novela en 2018 por El cielo de piedra). Como ella misma dijo, esta trilogía está construida sobre la lucha de las personas negras, si bien muchas personas con otras opresiones pueden identificarse con la historia de Essun, Nassun y Alabastro.
Esta historia, iniciada con La quinta Estación, mezcla la magia y la energía de la tierra con un supuesto científico que no comentaré para que podáis descubrirlo por vuestra cuenta. Es un viaje para encontrar a una hija, un viaje para huir del fin del mundo, un viaje para conocerlo, un viaje para destruirlo. Porque cuando el sistema está podrido, no se pueden hacer concesiones.
No se puede separar la historia de la alegoría, de la denuncia, del desasosiego y la rabia que impregnan las páginas, siguiendo la estela de Octavia Butler. La Tierra Fragmentada es una obra atemporal llamada a ser un clásico del género fantástico, aunque algunas librerías ya lo hayan retirado de sus estanterías. Es una obra reivindicativa y a reivindicar, porque necesitamos historias que nos sacudan y nos interpelen (a algunes), y nos representen y nos activen (a otres). Ya no se puede entender la historia de la ciencia ficción sin mencionarla.

La única criatura enorme e inofensiva, de Brooke Bolander
La mezcla de géneros de La única criatura enorme e inofensiva lo convierte, en mi opinión, en uno de esos libros que puedes regalar a quien dice que no le gusta la ciencia ficción. Es además una lectura muy corta pero adictiva. No esperas que la voz narrativa de unas elefantas pueda molar tanto.
Brooke Bolander nos presenta una ucronía que mezcla dos acontecimientos de la historia de Estados Unidos (las chicas del radio y la muerte de la elefanta Topsy) para contarlos desde el punto de vista de sus víctimas. Las trabajadores de una fabrica de roles que pintaban con radio sin saber los peligrosos que entrañaba para su salud (porque nadie se lo dijo) y una elefanta capturada para trabajar en un circo, a la que fueron incapaces de domar y por eso la ejecutaron de una forma extremadamente cruel.
Regan y Topsy son dos criaturas oprimidas, sus futuros han sido robados por gente que solo las ve como herramientas para sus negocios. Aunque desde el principio sabemos que sus historias no pueden acabar bien, seguimos con emoción como se desarrolla su amistad y su lucha por conservar la dignidad. Aunque la novela nos muestras episodios terribles de la historia, el futuro, que nos narra Kat, se muestra mucho más optimista, si aprendemos de los errores pasados. La misión de Kat consiste en convencer a las elefantas para que ayuden a la humanidad a advertir a futuras generaciones de los peligrosos del material radioactivo enterrado. ¿Logrará convencerlas de que presten su ayuda a pesar del daño causado?

La parábola del Sembrador, de Octavia E. Butler
La parábola del sembrador fue una de mis lecturas favoritas del año pasado. Hasta entonces no había leído nada de Octavia Butler, a pesa de ser de esas lectoras de las que siempre oyes hablar. Me ha gustado incluso más de lo que esperaba, con su reflejo cruel y a la vez esperanzador de un futuro que ahora es nuestro presente. Si alguien quiere leer una distopia de las que te sacuden y te dejan huella, es aquí donde tienen que buscarla.
Lauren vive en un mundo árido, donde el capitalismo salvaje esclaviza a los trabajadores y la mayoría de los jóvenes no tienen posibilidades de ganarse la vida, ni siquiera pueden independizarse o formar una familia. Es fácil encontrar familiar esta situación que Octavia Butler describió en 1993, con el añadido de que en este mundo la delincuencia y la violencia llegan hasta tal punto que quienes tienen casa deben sobrevivir en barrios amurallados. Lauren se verá obligada a abandonar la relativa seguridad en la que ha vivido y tratar de sobrevivir en el exterior.
El primer instinto de Laurie es tratar de apañárselas sola. Es lógico, si tenemos en cuenta que además padece hiperempatía, una enfermedad ficticia que le hace sufrir el dolor ajeno como propio. Sin embargo, a lo largo de su viaje se le irá uniendo más gente y acabará formando una comunidad. Los personajes de La parábola del sembrador son indigentes, racializados la mayoría, algunos vienen de situaciones de violencia y ninguno sabe qué será de ellos. Y aún así, a pesar de esta premisa el libro es una historia de esperanza, donde la gente se ayuda mutuamente con lo poco que tienen y no dejan de luchar por encontrar un lugar mejor.
«Nave, te has dejado un montón de obras maravillosas fuera de esta lista». Lo sabemos, pero si la lista hubiera sido más larga, quizá no hubierais llegado hasta aquí. ¡Ahora es vuestro turno de completarla! Os refrescamos la memoria: Lois McMaster Bujold, Martha Wells… Un, dos, tres, responda otra vez.
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