Sabrina, de Kelly Thompson, o cómo unir la alegría de los 90 con la oscuridad de las nuevas versiones.
La verdad es que soy muy fan del personaje de Sabrina. Pocos son más camaleónicos, tenemos con su historia muchas versiones distintas, desde la original de los años 60 hasta la versión de la serie de Netflix. La última, en orden de publicación, es precisamente de la que quiero hablar en este artículo, con la gran suerte que tenemos de tenerla en español de la mano de Norma Editorial, con una traducción a cargo de Gema Moraleda, que acierta con el tono que poner en los bocadillos.

Por si acaso alguien no conoce al personaje, Sabrina, la bruja adolescente, surge en la editorial que saca los cómics de Archie con un estilo de humor muy parecido al del propio Archie, pero con el aliciente de, por un lado, tener como protagonista a una joven, y por el otro, de tener magia. No os engañéis, esta versión de Sabrina ha llegado hasta nuestros días, igual que Archie. Allí, empieza a tener mucho del lore que seguiría con el personaje desde su primera versión hasta las más actuales, como sus tías, su gato Salem y muchos otros detalles.
El siguiente momento de auge del personaje viene en los 90, con una sitcom típica de la época, juvenil, que lleva a varias películas, protagonizada por Melissa Joan Hart. Esta es la versión que yo tengo más anclada en el corazón. Luego hubo una serie de dibujos animados, donde surge con más fuerza la Academia de magia, pero sigue siendo ligera, o por lo menos eso recuerdo de los pocos capítulos que pude ver. Entonces, llega la actualidad y se prepara una revitalización del personaje, dentro de la revitalización de toda la línea de Archie, primero con unos cómics nuevos, The Chilling Adventures of Sabrina, luego con su aparición en los cómics modernos de Archie y finalmente con, la serie de Netflix que comparte título, pero no tramas, con los cómics. Mientras que los cómics se meten claramente en la oscuridad que suponen los poderes de una bruja en una adolescente, la versión de los cómics de Archie está más cercana a la comedia de los 90, y la serie, pues es una serie en la que ciertamente se tomaron decisiones, algunas muy acertadas, otras no tanto. Después de todo esto, Kelly Thompson decidió que era el momento de compaginar ambas tradiciones de Sabrina.

Los cómics de Kelly Thompson, cuyos dibujantes son Veronica Fish y Andy Fish, cogen una imagen para Sabrina muy cercana a la que vimos en los cómics modernos de Archie, y nos ponen en el momento de su mudanza a Greendale, donde va a ir al instituto como buena medio bruja. De primeras, ya tenemos una escena que nos hace pensar que lo que vamos a ver es más cercano a la comedia de los 90 que a la oscuridad de la última serie: Sabrina hace un glamour para tener el pelo rubio en vez de blanco, para no ser la chica rara que tiene un color de pelo raro. Esta es una Sabrina que es consciente de sus poderes, pero sigue siendo una adolescente, con sus problemas, como que dos chicos guapos se fijen en ella, el buenazo de Harvey Kinkle y el chico malo por antonomasia, con moto, chaqueta de cuero y moreno de piel, Ren Ransom. O que la hermana de Ransom le coja manía y al ser popular intente hacerle la vida imposible a ella y a su nueva amiga Jessa, que es una chica insegura que agradece mucho la amistad de Sabrina. Hasta aquí, podemos ver la sencillez con la que Kelly Thompson nos presenta una nueva versión de esa Sabrina adolescente cómica con problemas de adolescente y más poder del que sabe utilizar.
Si todo acabara así o, mejor dicho, si todo siguiera así, pues tendríamos claro que se centra en un tipo de historia para Sabrina, pero no es así, ya que en el Greendale de esta Sabrina hay un bosque oscuro, donde ha desaparecido gente. Y es un bosque que está en el camino que lleva a Sabrina desde la casa de sus amorosas tías, las dos brujas, las dos simpáticas, que no buscan más poder sino que se centran en cuidar a su sobrina, hasta el instituto. Uno de los primeros días de clase, Sabrina siente que hay un peligro en el bosque. Y así aparece el Wendigo. El primer tomo de los dos que componen por ahora la historia de esta Sabrina se centra en cómo esta intenta descubrir el secreto del Wendigo y se mete en líos al intentar mantener también su secreto delante de sus amigos mortales. En esas escenas, les dibujantes consiguen dar ese tono oscuro sin que desentone con el dibujo de las escenas entre los mortales, dando un equilibrio casi perfecto entre las dos historias, que están más unidas de lo que podríamos esperar. Mientras tanto, el segundo tomo retoma precisamente uno de los personajes que aparecen al final del primer tomo para ponernos unas Magic de brujas, unos asesinatos misteriosos y cumplir una promesa de Sabrina, aparte, por supuesto, de ir descubriendo hacia dónde se decantan sus afectos.

Cuando coges a un personaje carismático, con historia, y que ya ha tenido tantas versiones, es muy difícil conseguir que el lector, sobre todo el que conoce al personaje y va con cierto bagaje, se quede satisfecho. Habrá gente que quiera más comedia, otros que quieran más oscuridad e incluso habrá recién llegados al personaje para los que tu versión se convertirá en la base desde la que juzguen el resto de versiones. Kelly Thompson consigue algo que es muy difícil: un equilibrio perfecto entre el respeto por las versiones antiguas y modernas y, al mismo tiempo, decir algo nuevo con su propia versión. Tenemos en el primer tomo una crítica clara a los incel, así, para empezar, pero sin descuidar ni la acción, ni la comedia ni los sentimientos de los personajes.
La única pega de estos dos tomos es que se acaban y no hay noticias de un tercer tomo en el que continúen la historia después de los múltiples cliffhangers que dejan en el segundo.

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