Entrevista a Celia Corral-Vázquez

¡Hoy hemos invitado a subir a cubierta a Celia Corral-Vázquez! Seguro que sabéis quién es pero, si no es así, os la presentamos:

Celia Corral-Vázquez es biotecnóloga y doctora en Biología Celular pero, sobre todo, es escritora. Acaba de publicar la novela corta Puedes llamarme Espátula, ganadora de la convocatoria I Premio Droide.

Además, ha sido ganadora del V Premio Ripley de novela con su obra Intermnemosis (Crononauta, 2023) y su relato «La máquina de café» ha sido seleccionado para su publicación en la revista estadounidense Clarkesworld.

Vamos a hablar con ella del humor y la ciencia en la literatura de género, del hopepunk y de la escritura de relatos, entre otras muchas cosas.

Sin más dilación, aquí tenéis la entrevista:

Hola, Celia, ¡bienvenida a bordo! Es un placer tenerte por aquí. Últimamente has tenido unos meses ajetreados (y todavía te quedan algunos por delante) a nivel de publicaciones y de buenas noticias literarias: ¿Cómo te encuentras al respecto?

¡Muchas gracias por contar conmigo! Me hace mucha ilusión estar a bordo de la Nave. Sí que es verdad que los últimos meses han sido una racha de buenas noticias en el ámbito literario: premios, contratos, eventos… Lo cierto es que resulta desconcertante. Este mundillo es complicado y, aunque poco a poco vas escribiendo y publicando cosas, acabas acostumbrándote a los rechazos, las cosas que se tuercen en el último momento y las oportunidades que parecían oro, pero no lo eran en absoluto. Yo asumo que estas cosas van a pasar y sigo escribiendo a lo mío, tirando hacia delante en automático y confiando en que es un proceso lento que ya dará su fruto algún día. Por eso, cuando las cosas empiezan a salir bien de golpe, te pilla desprevenida y desconcierta bastante. Y así estoy: desconcertada y, sobre todo, contentísima y con ganas de disfrutar al máximo esta racha mientras dure.

Fotografía de la Celia Corral-Vázquez. Fuente: Twitter de la autora.

El proceso de escritura es muy personal y los gustos y preferencias cambian en cada autora. ¿Qué es lo que más te gusta a ti a la hora de escribir?

A mí me encanta sentarme a maquinar: a planificar la trama, cómo funcionarán el ritmo y los altibajos a lo largo de los capítulos, cuáles serán los puntos álgidos, la evolución de los personajes y sus relaciones… Es un puzle con muchas piezas y tremendamente emocionante. Pero también me encanta el momento de traducir todo eso a palabras reales, cuando te sientas a escribir y empiezas a romper tus propias reglas, porque solo cuando te pones a hilar la voz real de la historia sientes de verdad si funciona. Escribir tiene mucho de volcar lo que llevas dentro, incluso si eres una planificadora empecinada, y hay pasiones e ideas que no puedes ver venir cuando haces una escaleta; de hecho, muchas veces ni tú misma las comprendes bien ni las aceptas hasta que empiezan a escabullirse en lo que escribes. Me parece mágico, un momento de intimidad total contigo misma.

¿Tienes algún género predilecto a la hora de escribir?

Me cuesta decantarme entre la fantasía, la ciencia ficción y el terror porque va mucho por épocas. Por ejemplo, creo que ahora hace bastante que no escribo terror, siento que no estoy en el momento adecuado, pero me encanta y creo que esa huella se nota cuando escribo otras cosas. Supongo que ahora mismo estoy muy entusiasmada con la ciencia ficción, la fantasía y la fusión de ambas. Y luego está el humor, que se va mezclando con todo lo anterior. Una de mis cosas favoritas en esta vida es escribir humor.

Está quedando más que demostrado que el humor es un elemento imprescindible de la narración de historias de género y, si pensamos en autoras que lo utilicen con frecuencia, tu nombre nos viene a la cabeza. ¿Qué crees que aporta el humor a la narración de una historia?

Oye, pues me encanta que salga mi nombre al pensar en ese tema, es un logro que no sabía que quería hasta ahora. El humor en la literatura tiene infinitas facetas (igual que hay infinitos estilos de humor), y eso es lo que lo hace tan fascinante. Puede ser algo totalmente inocente y neutro o puede ser afilado y perverso, puede usarse con el mero fin de buscar la risa del lector o puede ser un caballo de Troya estupendo para acercarte a temas difíciles de abordar, porque tiene ese poder multifacético de crítica, parodia y análisis. Por eso creo que es un estilo que cuaja bien con cualquier género, incluso con aquellos que tienen fama de ser más sesudos, como la ciencia ficción. Por ejemplo, en Puedes llamarme Espátula, mi novelette nueva de humor y fantaciencia, intento combinar lo absurdo e inocente con un humor un poco más especulativo y crítico. Por otro lado, incluso en las novelas que no son cómicas en sí, el humor me parece una manera increíble de aportar profundidad y credibilidad a los personajes: dime cómo bromean entre ellos en el día a día y te diré cómo son.

¿De dónde nace esa preferencia por el humor en tus historias?

Echando la vista atrás, creo que lo tengo muy arraigado porque aprendí a escribir mediante el humor. En mi infancia y adolescencia me embarqué en las típicas historias larguísimas de fantasía sobre una chica que se parecía a mí, pero que para nada era yo, que vivía aventuras increíbles en mundos extraños; sin embargo, mientras tanto, escribí muchas historias cortas de humor como mero pasatiempo de autorrisa, No me daba cuenta entonces de que aquello también era escribir, y también iba a servir para curtirme en ese sentido. Yo misma tardé en tomarme en serio el humor como género literario, acobardada por alguna especie de complejo. Cuando me di cuenta del potencial y la profundidad que podía tener, de lo brillantes que eran los autores de humor a los que admiraba y lo que lograban plasmar sus obras, empecé a valorarlo como merecía y a perder el miedo a integrarlo en mis escritos.

Logotipo de la revista Clarkesworld. Fuente: Ivoox de la revista.

Tienes experiencia tanto en escritura de relatos como de novelas, y el hecho de salir elegida en el Premio Ripley con tu novela Intermnemosis y ser seleccionada en la revista Clarkesworld con tu relato «La máquina de café» nos deja claro que se te dan muy bien ambos formatos. Si tuvieses que elegir, ¿en cuál te sientes más cómoda? ¿Y por qué te gusta más?

¡Qué difícil! A ver, yo soy muy fan de la narrativa breve. Escribir relato es maravilloso por esa sensación satisfactoria de agarrar fuerte las riendas y dirigir cada frase hacia donde tú quieres llegar. A la vez, te da esa libertad de poder meterte en berenjenales y experimentar con mil aspectos de la narración (como pasó con «La máquina de café», que lo escribí en un estilo de pseudocódigo de programación y fue una experiencia rara de narices). Las historias largas las disfruto de otra forma: intento controlar todo también, porque es un vicio, pero al mismo tiempo las abordo con la mentalidad relajada y paciente de los viajes largos. Probablemente, si tuviera que elegir un formato, me decantaría por el relato y la novelette, pero necesito embarcarme en proyectos largos de vez en cuando porque hay historias que quiero contar y no se pueden sintetizar en unas pocas páginas. Eso me pasó con Intermnemosis: es una historia que necesitaba un recorrido y un desarrollo más extenso del que me podría brindar una novelette.

Tu relato «La máquina de café» está protagonizada por aparatos que cobran consciencia. Este relato se publicó por primera vez hace unos años, antes de la irrupción de las IAs creativas. ¿Se comportarían diferente estas máquinas de café y chocolatinas si hubieran conocido a Chat GPT?

Mira, me he llegado a plantear escribir una segunda parte solo para incluir esto. El tema de las IAs creativas y la forma en la que están irrumpiendo en el panorama artístico es una de esas cosas que no vi venir ni desde la ficción especulativa, igual que los derroteros del papel higiénico y las bolsas en la cabeza que tomó la pandemia hace un par de años. Me estoy imaginando a la máquina de café, en plena crisis existencial, conversando con Chat GTP o alguna IA similar empeñada en que Pedro Sánchez tiene barba, lo cual la haría sacar conclusiones muy rotundas sobre el mecanismo de la creatividad humana y sobre cómo el Dios Netflix destruye los chistes e imágenes de Internet que se alejan de su inescrutable voluntad. En realidad, da igual la locura que planteemos, porque luego vendrá la realidad y dirá «sujétame el cubata».

Sabemos que ha habido un poco de ruido, pero dejando eso de lado. ¿Cómo está siendo la experiencia con Clarkesworld? ¿Es muy diferente de publicar en España, o en el fondo es igual?

Es una experiencia que estoy viviendo completamente perpleja. La idea de que traduzcan algo tuyo al inglés y lo publiquen en otro país es ya lo bastante emocionante, pero es que además la revista Clarkesworld tiene más alcance del que yo haya olisqueado en mi vida. Por eso, cuando Neil me dijo que sí al primer intento, la montaña rusa emocional fue vertiginosa: una alegría y un asombro inmensos, pero también un vértigo y una inseguridad brutales. Y, cuando lo anunció en redes, mi primer pensamiento fue «¡Mierda, todavía no!». Pero bueno, con el paso de las semanas estas sensaciones abrumadoras se van calmando y prevalecen sobre todo la ilusión y las ganas de agarrar esta oportunidad y aprovecharla al máximo. Respecto a las diferencias con el proceso de publicación en España, incluso ahora que estamos todavía en un punto incipiente de la publicación (pues aún no han empezado con la traducción), ya puedo decir que es una experiencia bastante distinta, ya de base. El sistema de selección tan transparente, las condiciones del contrato, la manera en la que pagan bastante más y por adelantado… Creo que todo eso le otorga otro tipo de valor y dignidad a los textos, es muy interesante y da que pensar.

Portada de Puedes llamarme Espátula. Fuente: Web de la autora.

Hace poquito has publicado Puedes llamarme Espátula, novela corta ganadora de la convocatoria de Droids&Druids. ¿Puedes contarnos de qué va y cómo surgió la idea?

Se trata de una novela de humor que transcurre en una sociedad en la que la tecnología permite los intercambios de mentes entre cuerpos, incluso a largas distancias. La historia trata, en concreto, de un cuerpo que se niega a recibir a su mente de vuelta durante uno de esos intercambios. Está harto de la mente de ese señor chillón y amargado que lo lleva hasta límites incómodos y agotadores, así que prefiere estar solo, libre y tranquilo. Una pobre empleada de atención al cliente de la empresa de teleintercambios de mente recibe la orden de encargarse de este percance, pero las circunstancias acaban degenerando muy rápido. Es una historia que tenía muchas ganas de escribir y que nació de esa idea inquietante: ¿mi cuerpo estaría hasta las narices de mí, de mis ansiedades y mi estrés, si pudiera opinar con autonomía? ¿Acaso no me dice ya «hasta aquí» de vez en cuando y se para, aunque no lo tenga contemplado en la agenda? ¿Se puede una bajar del capitalismo? A raíz de todo esto, cuando Droids&Druids lanzó la convocatoria de novelettes de fantaciencia, me animé a abordar esta historia desde un humor tirando a absurdo, del que deja el corazón calentito.

Además, ya está muy cerca la publicación del Premio Ripley de la mano de Crononauta: ¿puedes contarnos un poquito sobre Intermnemosis para ir abriendo el apetito? ¿Cómo surgió la idea?

Tengo muchísimas ganas de que salga Intermnemosis; en principio, saldrá publicada este verano. Esta novela cuenta la historia de un grupo de fugitivas a bordo de una nave espacial que secuestra a uno de los últimos especímenes que quedan de una raza alien: casi toda su especie desapareció de la noche a la mañana de su planeta al borde del colapso, y saber qué ha sido de ellos podría ser la clave para la salvación de la Tierra. Ante la imposibilidad de establecer comunicación con el alien, una de las tripulantes, Darsha, intenta averiguar la verdad a través de los recuerdos de la criatura, recurriendo a una arriesgada transferencia molecular de recuerdos. Mientras ella bucea en los nuevos cambios que sufre su cuerpo y su mente, está la historia en paralelo de su hermana, Veda, la encargada de cuidar a diario del alien: ella y el espécimen comienzan a construir un silencioso lenguaje propio. Es una historia muy personal cuya chispa surgió mientras leía artículos sobre el almacenamiento de la memoria a largo plazo, pero que al final se construyó alrededor de la idea de la comunicación más allá de lo verbal, de qué nos acerca y nos aleja a la hora de comunicarnos cuando los códigos convencionales no nos sirven, y de lo vital que es el entendimiento mutuo para la supervivencia.

En Intermnemosis encontramos diversidad de razas y un fuerte componente ecológico, ¿ha influido tu formación como biotecnóloga ?

Sí que tengo esa tendencia de intentar llevar a la literatura todos los ámbitos que me gustan, ya sea la música, la danza o, en este caso, la ciencia. Al final, dedicándole tanto tiempo, es imposible que la biotecnología no se cuele en mis escritos: incluso noto ahí una retroalimentación entre la forma de plantear y redactar artículos de investigación y la escritura creativa. Al final, igual que se me ocurren ideas para nuevas historias al ver una película o tener alguna conversación interesante, me pasa también mientras leo bibliografía para algún artículo sobre transcriptoma o sobre multimorbilidad, por ejemplo. Intermnemosis se me ocurrió mientras leía sobre los mecanismos de la memoria a largo plazo: de ahí vino el juego especulativo de inventarme algún sistema de transmisión molecular de recuerdos, y de ahí nació la semilla de la comunicación entre un humano y una especie alienígena mediante este método, y así hasta que la historia tomó la forma y el mensaje que acabó tomando.

Portada provisional de Intermnemosis. Fuente: Web de Crononauta.

Por aquí nos gusta mucho el hopepunk, ¿dirías que la visión que transmite Intermnemosis, a pesar de tratar temas complicados y colapsos planetarios, es esperanzadora?

Esa era mi idea, sí. Tiendo a ser bastante oscura cuando escribo ciencia ficción, pero estoy intentando cambiar eso: la crítica y la especulación que reflejan potenciales desastres están bien y son necesarias como denuncia, pero también hacen falta historias que arrojen esperanza y construyan caminos. Cada vez valoro más este enfoque como lectora y como escritora, y por eso quería que esta historia se acercara más al hopepunk. Sobre todo, cuando hablamos de ecologismo, creo que estamos saturados de historias alarmistas y eso no genera más que un horror que paraliza e impide avanzar. Que estamos jodidos ya lo sabemos de sobra: creo que ahora lo verdaderamente útil en la ficción es plantear escenarios que pavimenten soluciones.

Además, hace poco anunciaste que habías creado el proyecto Relátomos, ¿te apetece contarnos un poco más al respecto? (en realidad, lo que queremos preguntar es… ¿Cómo sacas tiempo para tanto? jeje)

Relátomos es un proyecto que nace de mi entusiasmo por el relato. Por un lado, es un canal de Twitch donde voy a hacer clubs de lectura de relatos publicados o autopublicados de forma indie, con entrevista a sus autores (similar a lo que hacía en el programa Relatomancers que tenía en el canal de Twitch de la editorial Cerbero hace unos años). También haré sesiones de escritura en vivo, escritura de improvisación y demás. Y, aparte, está el server de Discord, pensado para hacer retos mensuales de escritura de microrrelato, ponernos de acuerdo para hacer lecturas beta de los textos, compartir convocatorias, hacer quedadas online para escribir… Acabo de abrir el proyecto y todavía está arrancando, pero tengo muchas ganas de ver cómo sale. Y respecto a lo del tiempo, ¡la verdad es que no lo sé ni yo! Supongo que todo va a rachas. Hay épocas en las que el trabajo me permite hacer más cosas y otras en las que no me da la vida. Hasta que pueda vivir de escribir (qué bonito es soñar), tendré que ir surfeando con las horas que le pueda arañar a cada día.

¿Tienes algún proyecto de escritura entre manos del que nos puedas contar algo?

Ahora mismo me estoy embarcando en una novela de las largas. No me atrevo a contar mucho aún porque entre el germen inicial de la idea y lo que acaba siendo hay un «lo que pides en AliExpress – lo que te llega» considerable. Pero bueno, en principio será una historia entre la fantasía y la ciencia ficción, emplazada en un mundo alternativo y hostil… del que ya hablaré más adelante. Lo que sé seguro es que habrá señoras tochas, roadtrips y movidas raras de esas que me gustan a mí.

Y ya para finalizar, siempre nos gusta hacer la misma pregunta: ¿Qué autoras de género son para ti un referente? Si nos puedes recomendar alguna lectura, sería estupendo.

Soy la pesada que siempre dice que Los desposeídos de Ursula K. Le Guin me cambió la vida, así que empezaré por ahí para no perder la costumbre. Antes de ella estaba Mary Shelley y Frankenstein como mi novela favorita y referente. Del panorama internacional, aparte de ellas, me marcó mucho Diana Wynne Jones con su El castillo ambulante y Brooke Bolander con La única criatura enorme e inofensiva, una de esas joyas experimentales que funcionan increíblemente bien. En lo nacional, me encanta Maite Carranza en la fantasía (Trilogía de La guerra de las brujas) y en un ámbito más realista y duro (Palabras envenenadas), y siempre recomiendo también a Nieves Delgado porque me chifla lo que hace en ciencia ficción, como en UNO y en 36.

¿Os ha gustado la entrevista? Esperamos que sí. ¡Acabad bien el día!

Raquel Aysa Martínez
Raquel Aysa Martínez (Fichas de autoras/Artículos/Reseñas): Feminista, historiadora, lectora y escritora con varios relatos publicados (y otros tantos en el cajón). Adicta a la fantasía, a la ciencia ficción, al arte y a Twitter.
Loreto ML
Loreto ML (Reseñas/Fichas de autoras/Entrevistas/Artículos): Escritora, lectora editorial, profesora y filóloga inglesa. Reseña en Libros Prohibidos y, a veces, escribe biografías en La Tercera Fundación. Le encantan los libros, los musicales y los perros. Puedes leerla hablando de literatura, señoras muertas y vivas en Twitter e Instagram como @loretoml__ y encontrar su trabajo en www.loretoml.com.

Buy Me a Coffee at ko-fi.com

Si quieres estar al día de nuestras publicaciones, subscríbete a la newsletter de La Nave Invisible.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.