
Portada de La sociedad de la libélula.
La Sociedad de la Libélula es la mayor editorial de fantasía de un país y un día deciden que quieren a gente nueva. Isabel decide aprovechar la oportunidad e intentar formar parte de la editorial, aunque jamás se hubiera imaginado lo que la esperaba ahí dentro. Cuando conoce a Melchor Malatar, el editor jefe, su vida cambiará. Resulta que es el inventor de un trasladador que permite a los escritores vivir sus propias historias, algo que para muchos podría ser un sueño hecho realidad y para otros, una pesadilla. A Isabel esto no la emociona demasiado, sobre todo cuando entra en un mundo que no es demasiado acogedor y que está lleno de peligros…
Ana González Duque nos introduce en una historia que es una mezcla de fantasía y de ciencia ficción, con unas grandes dosis de misterio, pues hay un escritor que ha desaparecido. También habrá secretos familiares, amor y amistad. A lo largo de la novela acompañaremos a un pequeño abanico de personajes en esta aventura, descubriendo los secretos que esconden la editorial y los propios protagonistas.
La historia está contada por cuatro personajes principales: Melchor, Isabel, Nahum y Taar. Los dos primeros pertenecen al mundo real y los otros dos a Anisóptera, el mundo creado por la escritora. Los cuatro aportan puntos de vista muy distintos de la historia y, aunque Isabel tiene algo más de importancia, en ningún momento esto hace que el resto se desarrollen menos.
Con Melchor e Isabel iremos viendo los entresijos de la editorial, los problemas que acarrea tener un sistema tan innovador, y conoceremos a sus compañeros y sus vidas personales, que tienen un peso importante en la trama. Sobre todo la de Isabel, una periodista recién licenciada que quiere dedicarse a escribir y cuya vida dará un giro cuando empiece a trabajar para la editorial.
Con Nahum y Taar descubriremos, como he dicho antes, Anisóptera y el funcionamiento de este mundo, personajes secundarios muy interesantes y las diversas razas que lo conforman. Además, Nahum e Isabel comparten un misterioso tatuaje blanco, algo que a ella la dejará bastante confusa.
Pero lo que más destaca de la novela es el worldbuilding de Anisóptera, del que la autora nos habla en su blog. González Duque crea un mundo novedoso en el que no hay sol y tienen que ingeniárselas con una especie de energía alternativa que llaman “ojo ritual” o usando la nuclear. Esto hace que no nos sorprendamos cuando vemos que utilizan el uranio para ciertos detalles, como las alas de algunos seres. A pesar de ser bastante tecnológicos, siguen una escala social parecida a la de la Edad Media, pues se dividen por “estamentos”. En la base de la pirámide están los parias, le siguen los regips, los coerus, los nuus y los nophya, y en lo más alto los arthros. Por supuesto, en un escenario así el sistema de gobierno es la monarquía.

Melchor, Nahum, Isabel y Taar, ilustración de LiberLibelula.
Aunque no creáis que por faltar el sol no van a tener ninguna plantita, pues González Duque crea un entorno natural en el que Isabel se verá inmersa tras utilizar un sorprendente sistema. ¿Cuál? Una máquina que te transporta a tu historia. En esta editorial han creado una forma completamente nueva para crear novelas, y a Isabel no le hará mucha gracia: unos aparatos controlan tu sistema nervioso y te transportas con la mente. En La sociedad de la libélula los escritores viajan al mundo que ellos mismos han creado y que está en su imaginación, dando forma a historias sorprendentes. Una máquina se ocupa de recoger lo que pasa por su mente, para que no se pierda.
El misterio es que Isabel no recuerda haber creado Anisóptera, no sabe de dónde ha salido y a lo largo de la trama tratará de descubrir cómo es posible que se haya metido ahí. ¿Tendrá algo que ver con un escritor que se fue antes de que ella llegara?
En cuanto al mundo real, la novela está ambientada en Madrid y recorreremos algunos lugares con Isabel. Aunque lamentablemente no veremos mucho de la ciudad, pues la mayor parte de lo que ocurre está situado en espacios cerrados, como la editorial o la casa de Isabel.
—Eres escritora, Isabel, tienes un montón de argumentos en la manga para justificar tus excentricidades.
La sociedad de la libélula es una novela autopublicada sorprendente que propone un sistema de creación de libros que asusta y maravilla a partes iguales. A lo largo de sus páginas nos introduciremos en un mundo apasionante, del que querremos más, y conoceremos a unos cuantos personajes misteriosos y fascinantes. Si te atreves a meterte en esta historia, aquí puedes conseguir el libro.

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