Reseña: Regreso a Gaozu

La esperanza es algo que se alimenta y se construye.

Elizabeth llegó a Gaozu para ayudar en una investigación científica. En nombre de la Organización Universal de Sapientes, ella y sus compañeros pretendían explorar el planeta en busca de vida inteligente. Ahora, dieciséis años más tarde, Izzie capitanea la Errante, una basurera a la que han asignado una misión: recoger los restos de una nave accidentada cerca de Marte. Sin embargo, lo que encuentra allí es un mar de cadáveres y una mano ejecutora que conoce demasiado bien. Sin pretenderlo, ella y su tripulación se ven envueltas en una lucha que Izzie creía haber abandonado y que se sumará a su propia batalla, la que libran su pasado y su presente, su vocación y su maternidad, su corazón y su deber.

Regreso a Gaozu es la primera novela larga de ciencia ficción de Isa J. Gonzalez. Isa es autora y ganadora del Ignotus a mejor novela corta en 2021 con La última luz de Tralia, publicada también por Crononauta. Ha publicado relatos en el Matreon y en la antología Crann Bethadh de Ediciones Freya.

Portada de la novela.

La novela da comienzo con la escena que describe la sinopsis. La SCC Phoenix es una nave aparentemente accidentada con un sinfín de cadáveres. Una escena dantesca pero a la que están acostumbrados Izzie y su tripulación de La Errante. Su labor es recoger los cadáveres y todo lo que encuentren que puede ser de utilidad. Sin embargo, Izzie descubrirá qué ha pasado realmente en la nave, dando por finalizado el primer capítulo e iniciándose la primera parte de la novela. El segundo capítulo comienza hablando de alguien llamado Elizabeth durante su estancia en el planeta Gaozu: es Izzie y es el primer capítulo que se desarrolla durante su pasado.

Esa es la estructura de la novela en su primera parte: narrada en tercera persona, en el POV (punto de vista por sus siglas en inglés) de Izzie/Elizabeth principalmente, alternamos el presente y el pasado. Con el primero la historia avanzará, con el segundo iremos poco a poco respondiendo las preguntas que nos formulemos a lo largo de los otros capítulos e iremos, conociendo esa experiencia que fue tan vital para Izzie dieciséis años atrás. ¿Qué fue lo que vivió en Gaozu? Que fue hermoso, pero a la vez es algo de lo que apenas sabe casi nadie de los que la conocen. ¿Qué pasó después para luego convertirse en basurera? La relación tensa y espinosa que tiene con su hijo.

Con la forma tan amena y bonita que tiene Isa J. Gonzalez de escribir y de ir entrelazando todo, iremos pasando páginas, devorando la historia hasta que cuando nos queramos dar cuenta, llegaremos a algo más de la mitad de la novela, que es la segunda parte de Regreso a Gaozu. Aquí los capítulos están centrados ya en lo que ocurre en el presente, pero el POV se reparte especialmente entre Izzie y, de forma ocasional, Ariel. Sucede aquello que da nombre a la novela, la protagonista vuelve a Gaozu.

Ante todo estamos en una novela de personajes. Elles son el foco principal de Regreso a Gaozu, pero sobre todo lo es Izzie y el viaje que emprende. No solo a Gaozu, sino que es también un viaje personal con el que tiene que lidiar con sus conflictos y reconciliarse y estar en paz con su pasado.

Todo el mundo que construye Isa en Regreso a Gaozu (desde el planeta en sí, que es fascinante como toda la trama política que hay detrás…) es maravilloso, pero es solamente el trasfondo de la historia y lo principal es lo que ocurre con su protagonista.

Fotografía de la autora.

Uno de sus principales conflictos es que nunca se decide a elegir entre su maternidad, dedicarse por entero a la crianza de Ariel, o su vida en el universo, ya que ella, desde joven, prácticamente desde que visitó Gaozu, se siente fuertemente atraída por las estrellas y el espacio, con lo que ha intentado compaginar ambas cosas. Tendréis que leer la novela para descubrir cómo le va pero puedo adelantar que personalmente me gusta cómo plantea Isa J. Gonzalez la maternidad, más allá de darle un protagonismo que no se suele dar a menudo en las historias…

A Izzie la acompañará en todo momento su tripulación de La Errante, que es como su familia, la familia elegida. Cada uno de los personajes están descritos y tienen unas pocas escenas con las que además de conocerlos, congenias con ellos enseguida.

De entre elles quiero destacar a Dav, el hermano de Izzie. Ha estado junto a ella prácticamente toda su vida, salvo un tiempo que estuvieron en proyectos diferentes con la OUS (Organización Universal de Sapientes), pero han estudiado juntos y han compartido juntos penas y alegrías. Forma parte de La Errante también y me gusta la relación que tienen. Es bonita, se llevan muy bien y es el mayor apoyo de Izzie. Es un personaje importante en la historia y creo, al menos de la ficción que he consumido yo, que no son muy frecuentes las relaciones fraternales y de este tipo.

Poco más os puedo contar que no sea demasiado revelador y en este caso, es importante que vayáis descubriendo, junto a Izzie o Elizabeth lo que va ocurriendo en la historia. Qué encuentran en Gaozu en su pasado y luego en su presente. De verdad que merece muchísimo la pena.

Elena M. Pacheco
Elena M. Pacheco (Artículos/Reseñas): Historiadora del arte, ilustradora y escritora. Lee y escribe desde que era pequeña, empezando a publicar fanfics y luego sus historietas cortos en sus diferentes blogs, que recopiló y autopublicó en una antología llamada Fragmentos. Llegó al mundo de la fantasía de la mano de La historia interminable y los videojuegos. Tiene un relato publicado (Ojos desde el cementerio) en la antología La otra fantasía medieval. En los últimos años ha recuperado la pasión y el gusto por el dibujo y la ilustración. Además de colaboradora en La nave invisible, da la turra sobre historias y narrativa, entre otras cosas, en su blog y en su Twitter.

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