Las autoras detrás de Studio Ghibli

Todos conocemos, en mayor o menor medida, las obras más populares de Studio Ghibli. ¿Quién no ha visto, alguna vez en su vida, películas tan míticas como El viaje de Chihiro o El castillo ambulante? La animación del estudio japonés es única y sus historias resuenan con nosotros y nos han acompañado en muchas etapas de nuestras vidas. En ocasiones, sabemos que se tratan de adaptaciones de otras novelas, como es el caso de El castillo ambulante, una obra de fantasía escrita por la autora inglesa Diana Wynne Jones.

Sin embargo, ¿hasta qué punto han influido las autoras de fantasía en las obras del estudio? Pues, al parecer, ¡bastante! De los títulos de Ghibli, muchos de ellos están basados en obras de autoras, con mayor o menor grado de fidelidad. Hoy, os quiero hablar de algunos de estos títulos y reivindicar el nombre de las mujeres que nos trajeron estas historias mucho antes de sus adaptaciones.

Cuentos de Terramar

Empezamos con uno de los títulos más taquilleros de Ghibli, que arrasó en Japón. Cuentos de Terramar (2006), adaptada y dirigida por Goro Miyazaki (hijo del conocido Hayao Miyazaki), cuenta la historia de Arren, un príncipe atormentado por su pasado, y su lucha contra el archimago Gavilán y los fantasmas de su pasado. La película, que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Venecia, fue el primer largometraje de Goro Miyazaki, que se hizo cargo del proyecto mientras su padre se encargaba de otro de los grandes títulos del estudio, El castillo ambulante.

Pero ¿en qué está basada Cuentos de Terramar? Les lectores de fantasía quizá ya lo sepan, pero lo vamos a decir igualmente. Podríamos decir que la película se basa, más que adapta, dos de los libros de la saga Historias de Terramar de Ursula K. Le Guin: La costa más lejana y Tehanu. Durante años, Le Guin rechazó vender los derechos cinematográficos de su historia a otras compañías y directores, hasta que Miyazaki le hizo una oferta; por desgracia, la autora no quedó demasiado contenta con el resultado de la adaptación, que no es especialmente fiel.

Cuando el mismo Goro Miyazaki le preguntó qué le había parecido la película, Le Guin trató de ser lo más diplomática posible.

«Sí. No es mi libro. Es tu película. Es una buena película».

No obstante, la autora ha dejado claro que no era la adaptación que esperaba y muches de les fans de Historias de Terramar están de acuerdo con ella.

El castillo ambulante

Esta es, sin duda, una de las películas más conocidas y aclamadas de Studio Ghibli. Muchísima gente se ha adentrado en la magia de Ingary de la mano de Miyazaki, solo para descubrir después que se trata de la adaptación de la novela homónima de Diana Wynne Jones, otro pilar clásico de la literatura fantástica. Casi tan prolífica como Le Guin y estudiante de Tolkien, Wynne Jones creó El castillo ambulante (1986) y a todos sus personajes míticos en una trilogía que nada tiene que ver con la película de Ghibli.

Fotograma de la película. Sophie, una joven con el pelo corto y gris y un vestido azul de mangas largas. En las manos sostiene a Calcifer, una pequeña llama de fuego con ojos y boca. De fondo hay un paisaje verde, montañas nevadas y el cielo azul.
Fotograma de El castillo ambulante.

Las dos historias comienzan de forma similar: Sophie Hatter, una sombrerera anodina que vive para ayudar a su madre y sus hermanas, es víctima de la maldición de una bruja que la convierte en anciana. La ya no tan joven decide huir de casa y buscar la ayuda del famoso mago Howl, de quien se dice que devora el corazón de las chicas hermosas. ¿Qué le podría pasar a ella, que es vieja y aburrida? Es así como Sophie acaba viviendo junto a Howl, Calcifer y un espantapájaros mágico llamado «Nabo» dentro de su castillo ambulante, intentando arreglar el entuerto de su vida y descubrir los misterios del mago.

De nuevo, ahí acaban las similitudes entre la película de Ghibli y la obra original. Miyazaki, un conocido pacifista, utilizó Ingary y la historia de Howl y Sophie para hacer llegar al público su mensaje antibélico, creando una historia preciosa, pero que difiere bastante de la original. A pesar de las diferencias, Wynne Jones quedó encantada con la película, cuyos personajes, banda sonora y animación siguen maravillando al público.

Nicky, la aprendiz de bruja

Esta película infantil está basada en las primeras aventuras de Nicky, la protagonista de una gran saga de novelas cortas infantiles japonesas. Su autora es Eiko Kadono, una prolífica autora que ha escrito novelas infantiles, libros ilustrados e incluso ensayos históricos. La primera historia de Nicky, conocida como Kiki en su idioma natal, se publicó en 1985 y nació gracias a un dibujo de la hija de la autora, donde se veía una brujita surcando el cielo con su gato y una radio sobre la escoba.

Las aventuras del servicio postal de Nicky se extienden a seis libros diferentes, de los cuales varios se han traducido al inglés, pero solo uno, el primero, ha llegado a España de la mano de Nocturna Ediciones. Es precisamente en este en el que se basa la película de 1989 de Ghibli, que adapta varias de las primeras vivencias de Nicky en la ciudad de Koriko. Nicky, una brujita de 13 años de edad, debe cumplir con la tradición de las brujas: marcharse de casa con 13 años y establecerse por sí misma en una ciudad sin bruja, sin regresar a casa hasta pasado el año.

La película de Miyazaki difiere ligeramente del libro gracias a una pequeña trama sobre el crecimiento que unifica la historia de Nicky; mientras que la obra original, Majo no Takkyûbin, es más una compilación de las distintas vivencias de Nicky en su paso a la edad adulta para las brujas. Los papeles secundarios, como el de la panadera Osono o Tombo, el primer amigo de Nicky, tienen más presencia en la película, pero se trata de una adaptación que respeta el espíritu de la obra y con una banda sonora que te transporta directamente a la ciudad costera de Koriko.

Nicky, una niña de 13 años de pelo corto castaño con un enorme lazo rojo y un vestido negro. Vuela sonriente sobre su escoba y lleva una bolsa de papel bajo un brazo. De la escoba cuelga una radio roja. Está mirando a su gato, Jiji, un gato negro y a la familia de Jiji: su mujer, una gata blanca y peluda, y sus cuatro gatitos, tres blancos y uno negro. Están sobre una repisa. Al fondo hay casas y el mar.
Imagen promocional de Nicky, la aprendiz de bruja.

Susurros del corazón y Haru en el reino de los gatos

Susurros del corazón, de 1995, es la adaptación del manga homónimo de Aoi Hiiragi (publicado en 1989). Tanto la película, dirigida por Miyazaki, como la historia original siguen la vida de Shizuku Tsuikishima, una estudiante japonesa normal y corriente a quien le apasionan la lectura y escritura. Un día, Shizuku se da cuenta de que todos los libros que saca de la biblioteca se los ha leído el mismo chico antes que ella, Seiji Amasawa, y decide descubrir quién es.

Esta premisa da inicio a una bonita amistad entre los dos y, posteriormente, a un romance en el que ambos profundizarán en sus distintas pasiones: para ella, la escritura de una novela fantástica y, en el caso de él, el arte en el manga y la música en la película. El elemento de fantasía en esta obra roza el realismo mágico, ya que las escenas de la novela que Shizuku está escribiendo se entrelazan con la vida de la joven para que el público pueda vivirlas.

Tanto los lectores del manga como los seguidores de la película de Ghibli demostraron tanto interés por la historia en la que trabajaba Shizuku que Hiiragi decidió publicarla en 2002 como un manga y ese mismo año Ghibli estrenó su adaptación a película animada. Esta aventura paralela, Haru en el reino de los gatos, cuenta la historia de Haru, una estudiante tímida y apocada, que un día salva a un gato que resulta ser Lune, príncipe del reino de los gatos.

Arrietty y el mundo de los diminutos

Todos, en mayor o menor medida, conocemos esta historia: la historia de unos seres diminutos que viven entre nosotros, utilizan nuestras cosas sin permiso y viven aventuras en las paredes de nuestros hogares sin que nos demos cuenta. Es la historia de películas como Los Borrowers (1997) y Arrietty y el mundo de los diminutos (2010), y ambas están basadas en la misma novela de Mary Norton: Los incursores, publicada por primera vez en 1952.

Tanto la novela como la película de Ghibli, también de la mano de Miyazaki como guionista, tratan sobre la vida de Arrietty, una pequeña diminuta que vive con su familia oculta del mundo exterior. Un día, Arrietty se encuentra con un humano y, desde entonces, su mundo cambia para siempre. Las similitudes entre la obra original de Norton y la película de Miyazaki acaban ahí, ya que la segunda se centra más, como suele ser su costumbre, en la relación entre los humanos y la naturaleza, dejando a un lado las aventuras de la familia Clock.

Fotograma de la película. Arrietty, una adolescente castaña con el pelo recogido en una coleta, baila en medio de su habitación. Le da vueltas la falda del vestido, de color rojo. Su habitación está llena de plantas y cachivaches, la cama está a la izquierda y tiene una mesa a la derecha. Todo está en tonos verdes. Hay cosas de tamaños dispares, como un lápiz muy grande sobre la mesa. Tiene un pequeño tocador.
Fotograma de Arrietty y el mundo de los diminutos.

Mientras que el estudio se limitó a adaptar libremente la primera novela, Norton publicó cuatro obras más con las aventuras de los diminutos o incursores, como fue su traducción en España. En todas las novelas, Arrietty entablaba amistad con algún humano y eso acababa forzando a su familia a mudarse, llenando sus vidas de caos, pero también de aventuras y momentos únicos. Norton no llegó a ver la adaptación de Ghibli, aunque sí pudo disfrutar de la adaptación de otra de sus obras más conocidas: Bed-Knob and Broomsticks (1957), que llegó a España en su adaptación cinematográfica como La Bruja Novata (1971) de la mano de Disney.

El recuerdo de Marnie

Terminamos este repaso con El recuerdo de Marnie (2014), que adapta la novela Cuando Marnie estuvo allí (1967) de la autora Joan G. Robinson. Ambas obras nos cuentan la vida de Anna, una joven enfermiza y solitaria que acaba de mudarse con su familia de acogida. Aunque la película tiene lugar en Japón, la novela original sucede en Norfolk, Inglaterra, un lugar muy especial para la autora.

Esta historia es mucho más que una historia de amistad y autodescubrimiento, pero no puedo hablar demasiado en profundidad de ella a riesgo de destripar el final. Aunque parezca una historia de realismo, si está en esta lista ¡es por algo! Y, aunque Robinson no pudo llegar a decidir por sí misma si estaba satisfecha con la adaptación de Studio Ghibli, su hija ha asegurado que a su madre le habría gustado mucho. La recepción de la película fue muy positiva: fue nominada a los Óscar en 2016, compitiendo con obras como Inside Out, y le dio una nueva vida a la novela, que fue traducida a varios idiomas nuevos, incluido el español, tras el lanzamiento del largometraje al mercado internacional.

 

La trayectoria de Studio Ghibli es muy larga y sus películas son queridas por todas; pero, tras muchas de ellas, están las autoras de fantasía que han dado alas al estudio incluso desde las sombras. Como reflexión final, creo que es importante recordar de dónde vienen nuestras películas o series favoritas, aunque en algunos casos no sirvan más que de inspiración para obras nuevas, y disfrutar tanto de las adaptaciones como de sus originales como se merecen.

Laura Morán
Laura Morán (Investigación/Opinión): Escritora de fantasía y juvenil. Traductora de videojuegos y lo que se ponga por delante. Defensora del hopepunk, subo relatos a mi web y a mi Patreon y me paso el día pensando en mis siguientes proyectos. Podría hablar con citas de El Señor de los Anillos, Friends y Harry Potter. Twitter.

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