Reseña: Medusa

La figura del robot se suele utilizar en diferentes medios: en nuestra propia realidad y también en películas, series, novelas… Cada persona reflexiona sobre ellos de diferente manera y les da un sentido distinto, así que tanto su nombre como sus funciones han ido cambiando a lo largo de los últimos siglos en obras de ficción, como bien cuenta Jordi Ojeda en el prólogo de Medusa, la novela de Pepa Mayo. Si bien Mary Shelley no fue la persona que le dio un nombre (robot), no debemos ignorar que fue la primera en hablar de los robots biológicos en 1818 (con su obra Frankenstein o el Moderno Prometeo); es decir, de seres creados a partir de materiales biológicos en vez de utilizar la mecánica y la electrónica. Sobre los robots se han planteado numerosas cuestiones desde sus primeras apariciones hasta la actualidad. ¿Deberían encargarse de las labores que no queremos realizar? ¿Pueden ser como nosotros a pesar de ser artificiales? Y si son como nosotros… ¿pueden tener sentimientos como los nuestros? ¿Pueden ser capaces de amar?

Parte de esta premisa la usa Pepa Mayo en su última novela de ciencia ficción juvenil, Medusa, en la que además se habla de transhumanismo, cambio climático y otros temas del género. En nuestra web hablamos de una de sus historias en la reseña de El vigilante de las estrellas y otros cuentos (Cazador de Ratas, 2018). Pero no es una escritora que solo haya publicado relatos ni esta es la primera vez que escribe literatura juvenil. Pepa Mayo también es autora de obras infantiles y juveniles como la saga Agatha Jones (Cazador de Ratas) o El devorador de libros (Apache Libros, 2018).

Hace siglos que la Tierra se ha convertido en un glacial invadido por gigantescas medusas donde los humanos se esconden en el interior de las montañas para sobrevivir.

Makena, un joven de veinte años, técnico en biorobótica y optogenética viaja desde el anillo orbital hasta la colonia Tacomic para ocupar un puesto como científico y trabajar en lo que más le gusta: los sentimientos y su aplicación en cerebros en 3D. El joven también se alista en la formación Delta Arrow, un grupo de ciudadanos que, junto a varios biobots, sale al exterior para encargarse de la reforestación y de la vigilancia del búnker Tao Tacomic, también llamado el arca de Noé. El primer día que Makena acude a la formación Delta Arrow se queda prendado de Nomura. Pero los biobots base como Nomura solo tienen implantados sentidos primarios para sobrevivir y proteger a los humanos, no pueden amar.

Makena está frustrado, Nomura le corresponde con sumisión, pero no siente nada por él y la idea de aprovechar sus conocimientos para implantarle el amor en su cerebro 3D coge cada vez más fuerza. Sus amigos Joe y Devin y el biobot Enzo le ayudarán, pero el ataque de una horda de medusas gigantes a la colonia lo cambiará todo.

Adéntrate en esta distopía llena de aventura, tecnología, medusas extraterrestres y muchos, muchos sentimientos.

En Medusa, como ya comentaba al principio de la reseña, se reflexiona sobre la posibilidad de que los robots puedan amar y sobre lo que ello implicaría. Pero esto no es lo único que nos encontramos en la lectura. Y es que, a lo largo de sus 173 páginas, Pepa Mayo nos transporta a una Tierra dentro de varios siglos, que se ha convertido en un planeta glacial después de guerras y cambios de temperatura por el cambio climático. Su planeta ya no es el hogar verde y azul que tuvieron las generaciones pasadas. Ya no es un hogar, es un territorio desolado en el que las personas se han tenido que refugiar bajo tierra en búnkeres para poder sobrevivir y adaptarse a esa nueva vida de la mejor forma posible.

En esta historia conoceremos a Makena, un joven científico especializado en la biología de los robots y la genética que viaja hasta la colonia Tacomic para poder trabajar en cerebros en 3D para los biorobots; también se alista en la formación Delta Arrow, formada por varias personas encargadas de la vigilancia del búnker. Es en ese primer día, cuando acude junto al resto de la formación, en el que conoce a Nomura, un biobot base. Desde ese momento ya tiene claro que lo que siente es más que admiración, es un sentimiento mayor que surgió desde su estancia en la colonia y la fascinación por varios elementos de su alrededor. Pero los robots como él no pueden amar, no podría corresponderle y la mayoría de los habitantes de la colonia no lo vería con los mismos ojos después de ello. Al cabo de unos días, en su cabeza no existe otra opción, y con la ayuda de Joe se embarcará en esa tarea. Y mientras tanto, las medusas gigantes siguen apareciendo en sus exploraciones y causando más estragos…

La portada muestra un paisaje helado sobre el que flotan unas medusas que parecen hechas de nubes. En la parte superior de la imagen aparece el título de la obra y en la inferior el nombre de la autora
Portada de Medusa. Ilustración realizada por Erizo de Mar

Medusa es una novela de 170 páginas en la que se nota que la autora ha trabajado los elementos de ciencia ficción. Sobre todo en lo referente a los robots, pero también hay otros elementos interesantes, como son esas medusas, y momentos que pueden recordar ligeramente a otras obras como Binti, de Nnedi Okorafor. Y, aunque tras esa documentación haya habido unas pocas licencias, la novela es bastante creíble y coherente.

Además de documentación, la autora utiliza un estilo ligero que no se detiene demasiado en los alrededores; con unas cuantas pinceladas a lo largo de las páginas, consigue adentrarnos en ese mundo desolador en el que se ambienta la historia y que sin duda puede ser bastante atractivo para el público juvenil, que se verá más enganchado y representado en estas páginas, aunque no es una novela solo para jóvenes.

Sin embargo, aunque en los protagonistas hay la suficiente profundización como para conocer sus historias y comprenderlos, no me ha pasado lo mismo con el resto. Entiendo el foco de esta historia, pero creo que con un poco más de extensión se podría haber conseguido no solo que ciertas partes de la historia estén más desarrolladas, sino que tengan la función que la autora quería y el final de la historia quede algo más redondo.

En definitiva, Medusa me parece una novela interesante para todas las personas que quieran adentrarse en la ciencia ficción, especialmente si el lector es una persona joven con curiosidad después de ver las múltiples historias que han sido llevadas a la gran y a la pequeña pantalla. La ciencia ficción que hay en la novela es bastante plausible y no por estar pensada para un público juvenil está menos trabajada. Además, el estilo de Pepa Mayo en esta novela es ágil, la historia tiene una ambientación interesante y una premisa buena y adictiva que puede atraer a personas que busquen historias de acción, aventuras y amor con algún que otro momento breve de oscuridad y terror.

Arturo Urbanos
Arturo Urbanos (Novedades/Reseñas): Informático que lee de todo, pero adora la ciencia ficción, la fantasía y también encontrarse personajes no normativos en ficción. Esas tres cosas son lo que más aparecen en sus novelas y relatos. Se le puede encontrar reseñando en Flights of a dreamer, en la revista SuperSonic como redactor y en redes sociales como Twitter.

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