Charlando con Rosa Gil sobre Delirium, superhéroes y humor en la literatura de género

El género de superhéroes es un tipo de narrativa que está a la luz del día después de que se sacara al mainstream a través de series y películas taquilleras. Cada vez se acerca más la llegada de The Marvels (la película secuela de Capitana Marvel protagonizada por ella, Ms. Marvel y Monica Rambeau), junto a otras propuestas de Marvel y DC, pero también algunas como American Born Chinese tras el éxito de Todo a la vez en todas partes, reciente ganadora de siete Premios Oscar. Pero no venimos a hablar de personas del extranjero con superpoderes, debemos reivindicar a les creadores que las escriben en nuestro idioma.

En España, se ha publicado bastante cómic de autores patrios y también novela, aunque en menor cantidad. Pero si nos fijamos en lo que han publicado autoras y autores no binaries, en cuestión de ficción corta tenemos que mencionar la antología autopublicada Quéeroes, con superhéroes LGTB+, la antología Manual de supervivencia (Palabaristas Press) o el universo de Cristina Jurado conformado por los relatos Muro (Crononauta), Súper-amigos y Limítrofes (en la antología Obscura). En el formato largo no podemos no hablar de la bilogía de Orikel y Dharani (Isabel Collazo González, Hela Ediciones), Antihéroes (Iria G. Parente y Selene M. Pascual, Nocturna Ediciones), Cuando me veas (Laura Gallego, Crossbooks) y a Concepción Regueiro con La Estirpe de Tordon o A cerna do segredo, entre otras.

Seguro que nos hemos dejado alguna por el camino, pero El mundo necesita a Delirium (de Rosa Gil) está aquí. Como habréis podido deducir por el título de la entrada era una obra que íbamos a mencionar sí o sí en esta ocasión, aunque ya hablamos de ella el año pasado en esta página web. Si no tenéis el placer de conocer esta novela, es una obra cargada de humor que nos presenta a Delirium, una superheroína que recorrerá Madrid completamente borracha para luchar contra todo tipo de enemigos, aunque tendrá que hacer frente a más que su archienemigo…

Es, quizás, un libro complicado de colocar y mover y por eso creemos que no ha alcanzado a su público objetivo del todo. No os equivoquéis, hay muchas más mujeres que han escrito sobre superhéroes en sus novelas. Desde lo juvenil con Leigh Bardugo y Marie Lu en DC Icons hasta obras más adultas de Gwenda Bond, Corinne Duyvis, Catherynne M. Valente, C. B. Lee, G. Willow Wilson, April Daniels… De hecho, pocos saben que Guardianes de la Galaxia fue escrita también por Nicole Perlman (y Capitana Marvel). Pero en España las obras con superhéroes escritas por mujeres han sido ignoradas en comparación o directamente se han quedado en el cajón por las inseguridades existentes en un nicho lleno de autores.

Por si os lo preguntáis, tampoco me parece un problema que sea un libro cómico y lo haya escrito una mujer. Puede parecerle extraño a algunos, pero las escritoras son capaces de crear historias hilarantes y lo hacen muy bien. En nuestra página web hemos hablado de diversas autoras que lo han hecho en obras categorizadas como humor y otras que tienen grandes momentos hilarantes en sus novelas. Si hablamos de nombres concretos no podemos no destacar a Connie Willis y a Ursula Vernon / T. Kingfisher si hablamos de escritoras internacionales y las historias de Almijara Barbero Carvajal y obras como Gamusinos (Cerbero, 2018), la antología Maldita la gracia (Cerbero, 2019) o Puedes llamarme espátula (Droids & Druids, 2023) si nos centramos en lo nacional.

Libros de algunas de las autoras mencionadas.

Aunque hayamos mencionado unas cuantas autoras de obras con superhéroes o de novelas humorísticas, las mujeres que han creado estas historias son casi invisibles en comparación a los autores masculinos, sobre todo en este país. Así que, si queréis saber más de estos géneros y del panorama actual (más allá de El mundo necesita a Delirium con la reseña que publicamos y las historias que hemos mencionado) también hemos aprovechado para hablar con Rosa Gil de humor, superhéroes en la literatura de género y de su obra, además de conocer su punto de vista sobre el ambiente friki y literario a lo largo del tiempo.

Bienvenida a bordo de La Nave Invisible. Tuvimos el placer de reseñar El mundo necesita a Delirium, tu segunda novela, pero nos quedamos con ganas de saber más sobre lo que rodea esta obra y otros temas. Para romper el hielo… ¿cómo surgió la idea de esta historia?

A través de unos “ejercicios” literarios que hacía con un amigo. Para uno de ellos, tenía que pensar un relato en el que yo fuera la villana y mi amigo, el héroe, y escribí una historia cómica, con un superhéroe de moral rectísima y nulo conocimiento del mundo real. Delirium no aparecía en aquel cuento, pero el tono de la historia y la idea de una superheroína mamarracha nacieron ahí; la novela de verdad empezó a rodar cuando encontré a Leti, su mejor amiga y narradora de la historia.

¿Qué fue lo que hizo que te decidieras a escribir una novela de superhéroes cuando el medio donde suele aparecer más es el cómic y no se ve tanto en librerías?

Me encantan los superhéroes desde niña, sobre todo cuando pierden esa dimensión épica, casi mitológica, del cómic clásico, y se convierten en personajes humorísticos, torturados, desencantados, escépticos, torpes o héroes a su pesar. Conozco bien los tropos y las iteraciones del género, y me siento muy cómoda en él. Si te digo la verdad, tampoco me detuve mucho a pensar si la historia que estaba escribiendo (de humor, con protagonista femenina, de superhéroes) era vendible en formato novela. Soy una insensata.

¿Qué superhéroes o superheroínas conforman tu elenco de personajes de cómic favorito? ¿Por cuáles crees que nació Delirium?

Más que un elenco, creo que fue un autor. Chris Claremont fue en gran medida el responsable de que me enganchara sin remedio a La Patrulla-X y a Los Nuevos Mutantes, y al género de superhéroes en general. Para una lectora de cómics de los 80, Claremont era un refugio, alguien que escribía personajes femeninos complejos, interesantes y abundantes, y que tenía siempre un pie puesto en las aventuras y otro en la psicología y la realidad social en la que vivían sus personajes y sus lectores. El pasado verano tuve la suerte de entrevistarlo en el festival Celsius y, como diría el cangrejo Sebastián, fue el pináculo de mi prestigiosa carrera.

Cubierta de El mundo necesita a Delirium (Contraluz, 2022).

Centrándonos más en el libro en sí… El mundo necesita a Delirium es una novela de superhéroes porque tiene los personajes y la trama de este tipo de obras. Está llena de humor por el tono y situaciones, pero la vida de Lola también es una historia de adicción que tiene varias capas. ¿Quisiste que fuera así desde el principio o fue una decisión posterior?

Al principio, solo tenía claras dos cosas: que era una novela de humor y que la premisa consistía en una superheroína alcohólica que no puede desintoxicarse porque hay un villano al que derrotar y ella solo tiene poderes si bebe alcohol. Pero le di muchas vueltas antes de ponerme a escribir y, si lo hice finalmente, fue porque Delirium se convirtió en la terapia (o exorcismo, o elaboración) de mis encuentros con personas alcohólicas. Mi cerebro digiere todo lo malo a través del humor, y creo que cualquiera que se haya encontrado riendo a carcajadas en el funeral de alguien muy querido entiende a qué me refiero: a ese humor como herramienta para afrontar una desgracia que es más grande que nosotros. En general, mientras escribo no pienso en lo que pensarán los lectores, porque eso me bloquea más que ayudarme, pero en este caso sí me preocupaba mucho que se pudiera entender la novela como un elogio del alcoholismo, o como una burla hacia las personas que sufren adicción. El alcoholismo es uno de los dos grandes temas de la novela (el otro es la amistad) y me lo tomo muy en serio.

Te consideras una persona fanática de los libros y tebeos desde pequeña. ¿Esto ha cambiado? ¿Cómo ves el ambiente friki ahora que la figura de los superhéroes está totalmente en el mainstream? ¿Cómo lo veías antes?

¡Esa pregunta da para toda una conversación! Como friki soy mucho más disfrutona que hater, y me gusta mucho que los superhéroes lleguen ahora a tanta gente a través de las pantallas. A mí me da mucha felicidad mirar el calendario y saber que en unos meses llega un nuevo Spider-Man, y después otra dosis de Kamala Khan, y que en algún momento tendremos segunda temporada de El pacificador; y también pensar que las películas y las series ayudan a que se compren y se lean más tebeos, y a que todo esto siga siendo un universo de ficción relevante para los más jóvenes. También creo que, como pasa con todas las tendencias, en algún momento la ola descenderá y en el nicho de los superhéroes nos quedaremos los de siempre, hablando de nuestras cosas. Pero, la verdad, no hay ninguna prisa.

Tu primera novela, Bruno Dhampiro (Espasa, 2008) es una obra infantil y este, sin embargo, es un libro adulto. ¿Qué diferencias encuentras en el proceso de escritura de ambas a la hora de desarrollar la trama, el género o los personajes?

Hay una diferencia fundamental: escribir para niños es muchísimo más difícil. Ahora me avergüenza confesarlo, pero me puse a escribir una novela infantil pensando que sería más sencillo y madre mía, no ha habido guindo más alto del que caerse. Es un ejercicio continuo de reflexión: ¿les hará gracia este chiste?; ¿entenderán que este personaje está mintiendo?; ¿da demasiado miedo esta escena? Admiro muchísimo a los autores que sienten estos códigos infantiles como propios.

¿Qué fue lo que hizo que quisieras escribir para otro público distinto?, ¿seguirás escribiendo en esta línea o volverás a lo infantil?

Que tenía una historia que contar y no era apropiada para niños. Pero me encantan la literatura infantil y juvenil y no he dejado de escribirla. Confío en poder seguir haciendo ambas cosas.

Además de autora de estas dos novelas, eres periodista y has trabajado para varias revistas y medios digitales a lo largo de los años. Ahora que has vuelto a publicar, ¿cómo ves el panorama literario español en cuanto a lo fantástico? ¿Crees que el humor puede tener más cabida?

No me atrevería a valorar el panorama literario fantástico español, pero he tenido la suerte de poder asistir a varios festivales durante la promoción de Delirium y me ha hecho muy feliz ver que hay una nueva generación de autoras y autores del género llenos de ideas y de energía para llevarlas a cabo. En cuanto al humor, ¡por supuesto! Creo que la belleza mántrica del género fantástico (la expresión no es mía, pero no recuerdo a quién se la oí), que tiene que parecerse a sí mismo una y otra vez para gustar, es cosa del pasado. Y el humor es una variante lógica de un género que se ha caracterizado, al menos en parte, por tomarse muy en serio a sí mismo.

¿Qué obras y autoras son las que más han influido en tu escritura? ¿Qué historias te han gustado últimamente entre tus últimas lecturas?

Entre las autoras, las primeras que me llegaron al corazón fueron Ana María Matute, Elena Fortún y María Gripe, y ahí siguen, para toda la vida, como todo lo que nos impresiona de niños. Más adelante, Margaret Atwood me dejó muy claro que la fantasía no es un género menor; Edith Warthon, que las historias femeninas son relevantes; y Caitlin Moran, que la risa puede ser la forma más profunda de reflexión. Cuando estaba dando vueltas a Delirium leí a Lucia Berlín, y creo que hay una chispa de su humor cáustico en la novela (la verdad es que cada vez que me hacen esta pregunta doy respuestas distintas porque la lista, al final, es inmensa). Últimamente me he reído a carcajadas con Puedes llamarme Espátula, de Celia Corral-Vázquez. También me ha encantado una novelette distópica británica de los años 70 llamada They, de Kay Dick: una historia de acoso y derribo al arte como expresión de individualidad contada por un protagonista del que nunca sabemos el género.

Y mirando hacia el futuro… ¿has trabajado en alguna historia después de El mundo necesita a Delirium?

Estoy a vueltas con dos novelas, una infantil y una para adultos, que en el fondo conviven en el mismo universo. Soy lenta escribiendo, así que escribir dos libros a la vez es una malísima idea. Veremos cómo evoluciona la cosa.

Muchas gracias por responder a nuestras preguntas, Rosa. Te deseamos muchos éxitos.

¡Gracias a ti por una entrevista tan interesante y completa!

Con esta conversación con Rosa Gil, que sin duda podría dar más de sí, terminamos este artículo hablando de superhéroes y humor en la literatura de género, y muchas escritoras (además de la propia entrevistada). Esperamos que hayáis encontrado alguna obra escrita por una autora que os haya llamado la atención y donde podáis empezar o seguir explorando estos géneros dentro de la literatura fantástica, porque deberían estar más visibilizadas. Pero no solo por ello, es que sus historias no son peores que la superior cantidad de obras de hombres que están en el imaginario colectivo de la gente, es que merece la pena hacer el esfuerzo de descubrirlas y leerlas.

Arturo Urbanos
Arturo Urbanos (Novedades/Reseñas): Informático que lee de todo, pero adora la fantasía, la romántica y encontrarse personajes no normativos en ficción. Esas tres cosas son lo que más aparecen en sus novelas y relatos. Se le puede encontrar reseñando en Flights of a dreamer, como redactor en La Avenida de los Libros y en redes sociales como Twitter.

 

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